Roberto Alfonso Cañón

De la misma estirpe de Mario Coll, Jaime Rafael Morón y César Zape, el país lo conoció en la seleccción juvenil campeona del juventud de América de 1987. Desde temprana edad, el diminutivo se ensañó con él, «Cañoncito» fue bautizado apenas apareció en el panorama.Otros, más adelante, prefirieron llamarlo «Robertico». Hoy todos coinciden en que a duras penas fue un «jugadorcito».

Debutó con Santa Fe a finales de la década de 1980. En 1991 alcanzaría el cenit de su carrera cuando un magistral cobro suyo de tiro libre dejó estático a Hernan Torres, arquero del DIM en esa época,y le dio el p

ase a Santa Fe a los cuadrangulares semifinales. En el equipo cardenal jugó 208 partidos reportándose en el marcador en 45 oportunidades. Desempeño aceptable pero para nada comparable con el de su progenitor. Su carrera se apagaría rápidamente despues de sendos pasos fugaces por el Bucaramanga , el DIM y el Cúcúta Deportivo. Se reporta también , sin que se haya podido confirmar, un paso por Unión Magdalena.

Casos como el de «Cañoncito» confirman que en el fútbol no se cumple el conocido adagio la astilla y el palo. También confirma que el gen del talento con el balón es recesivo. A la mano está el ejemplo de Radamel Falcao García que, sin duda, le salió a la mamá. .

zp8497586rq

2 Replies to “Roberto Alfonso Cañón”

  1. Recuerdo un partido en donde René le atajó un penal a alfonsito, ese día Nacional ganó en el Campín (Donde le va mejor que en el Atanasio)

Comments are closed.