Claudio Ibarra

Curiosamente su arranque fue bueno con el Once Phillips: sus atajadas fueron destacadas en la segunda fecha del arranque del torneo de 1992. El Phillips se llevaba una valiosa victoria de visitante ante Independiente Santa Fe por 0-1. Los previos afirmaban que los caldistas iban a ser arrasados por la máquina santafereña que ocho días atrás destrozaba a Millonarios con un score de 7-3, pero no hubo tal. El gol de Jairo “Banano” Murillo y las voladas del rubio paraguayo evitaron el contraste manizaleño.

Pero fue flor de un día lo del “paragua” porque tenía esa extraña condición que hace que un arquero sea del común y no un fuera de serie: durante un partido atajaba tres buenas pero se hacía dos goles bobos. Y así fue durante todo 1992, cuando el Caldas (o el Phillips) quedó fuera de la disputa por los octogonales finales. Además le respiraban en la nuca el talentoso Juan Carlos Henao (aún sin operaciones y ostentando un buen mostacho) y Óscar Córdoba, que aunque esos días era suplentazo de Millonarios, finalmente ganó el puesto en el siguiente año.

Por eso se fue hacia Santa marta, a la bahía más linda de América, a broncearse sus rojas carnes mientras defendía desastrosamente el arco de Unión Magdalena. Su rendimiento precario hizo que ocupara la ya nombrada contraportada más famosa del Diario Deportivo. Al lado de Pedro Manuel Olalla, Yesid Mosquera y Néstor Pizza, fue uno de los cuatro licenciados del plantel bananero por bajo rendimiento.

Un paso corto y poco recordable por el Deportivo Pereira (atajaba con gorrita) fue el fin de la historia de un hombre que tuvo su tarde de gloria, pero después se disfrazó de villano ante sus propias limitaciones.
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3 Replies to “Claudio Ibarra”

  1. Banano adquirió su apodo por los múltiples lunares que ostenta en su curtido pellejo. Lo curioso es que este pisco estuvo activo hasta hace muy poco con Centauros, se rehusa a retirarse igual que Trellez.

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