El Once Contact (I)

Puede que en los anales del fútbol colombiano el Once Caldas de este primer semestre de 2011 no tenga un espacio. Sus letales contragolpes, su maestría para invertir las reglas y la lógica y convertir, todavía no sabemos cómo,  su propio estadio en un infierno para… ellos mismos  no serán suficientes. En unos pocos meses ya nadie recordará el desborde de su médico por la banda derecha del Mineirao, vital en el triunfo heróico sobre el Cruzeiro.

En cambio, el Once sí ha logrado, una vez más escribir un capítulo, y con letras de molde, en la historia del diseño y la confección deportiva. Tras su errática relación con Adidas, para esta Copa el equipo de Manizales nos mostró una propuesta audaz, de vanguardia: la implementación, hasta la fecha sin precedentes según lo confirmó nuestra siempre acuciosa unidad investigativa, del popular papel contact en su uniforme.

El caso es que el descubrimiento de este recurso, abrió los grifos de la creatividad y del emprendimiento de sus directivos. Atrás quedaron los aburridos días del monopatrocinio, abajo la unisponsorización, gracias al Contact el Once se pudo dar el lujo no sólo de darle una manito a Publicar S.A y darle un nuevo aire  a las páginas blancas -hasta ahora reservadas sólo para teléfonos residenciales- sino que introdujo una nueva línea: la de las páginas negras, que estrenó en su partido contra Santos.

Contact
Rollo de contact en una mesa de la sede del Once

Pero de esto hablaremos después. Esta vez el diseño que hemos decidido homenajear fue el que abrió la pasarela.  Se trata de una arriesgada apuesta cromática resultado de la fusión entre la casa peruana Walon y la empresa de telecomunicaciones colombiana UNE que lucieron los muchachos de Osorio en su partido contra Universidad de San Martín. Sobre un fondo blanco se anuncia, con asterisco incluido y términos y condiciones del servicio, una súper promoción: banda ancha por sólo $29.900 mensuales. Y fue un éxito. Tanto que, aseguran, ante el suceso de la promoción hay quienes aseguran que en el segundo tiempo a algunos jugadores se les vio la cifra $19.900.  Todo gracias a la magia del contact.

10 Replies to “El Once Contact (I)”

  1. La camiseta del tolima, la del Huila, la del Real Cartagena y la del Caldas, son los más notables adefesios de la historia. Estos equipos de acá se mantienen más quebrados que un bulto de canela, no les queda otra que llenar de patrocinios hasta las medias.

  2. Me recuerda a los rodillones de mi barrio que se ponían «chuspas» plásticas de basura debajo de la camiseta para sudar más y mermar la barriga, pero a lo Barcelona antes de Unicef, sin sponsor.

  3. Yo creo que fue un mensaje audaz que el profe Osorio le mandó a sus laterales a través de la camiseta para que hicieran apertura a los costados o en términos tecnologicos banda ancha en el partido contra Cruzeiro.

  4. Si tanto importan los patrocinios y tanta es la mentalidad miserablemente poquitera, pues entonces dejen la camiseta y la pantaloneta y se pongan un overol de corredor de fórmula 1. Las finanzas del Huila estarán saneadas y felicitaciones por ello, pero esta onda de multipatrocinio es un insulto a la retina del espectador y bellacamente antiestética.

  5. Si tanto importan los patrocinios y tanta es la mentalidad
    miserablemente poquitera, pues entonces dejen la camiseta y la
    pantaloneta y se pongan un overol de corredor de fórmula 1. Las finanzas
    del Huila estarán saneadas y felicitaciones por ello, pero esta onda de
    multipatrocinio es un insulto a la retina del espectador y bellacamente
    antiestética.

  6.  Sin ánimo de ofender a nadie (no tendría porque ser así) pero es la camisa más fea que he visto, podría ser de cualquier equipo, pero tanto patrocinio es grotesco y la que usaron contra Santos, asquerosa.

  7. Definitivamente se nota la pobreza de nuestro fútbol, que tenemos que recurrir a patrocinios que nos hacen parecer más clubes de torneo barrial que equipos profesionales de una liga que en otrora hasta fue prestigiosa.

    Una corrección: el partido contra Cruzeiro no se jugó en el Mineirao porque está en reparaciones por la Copa Mundial del 2014. El juego se disputó en el estadio Joaquim Henrique Nogueira de Sete Lagoas, a 75 kilómetros de Belo Horizonte.

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