Hugo Tuberquia, Juan Carlos Henao y Daniel Gomez

Esta brutal trilogía permite suponer que durante mucho tiempo en Colombia el puesto de arquero le correspondía al jugador más feo de la cancha : «No hermano, usted esta muy feo, vaya y tape». También es posible conjeturar que en la década de 1990 el bigote y la «greña» eran utilizados por los arqueros para adquirir un aire de malandro apenas para ahuyentar y atemorizar delanteros. Sea lo que sea, no debe ser gratuito poder encontrar especímenes tan similares en la misma posición, en el mismo país y en la misma época. Sus integrantes son (de izquierda a derecha): Hugo Tuberquia, Juan Carlos Henao y Daniel Gomez.
El primero, Turberquia, cumple con lujo de detalles los requisitos para merecerse un espacio en el bestiario; debutó en el Cúcuta, continuó su carrera en el Envigado de donde emigró al Nacional para ser suplente de Higuita y de algunos más. Emigró a Venezuela para regresar a robar Millonarios en 2002. Robó en el Chicó en 2004 y lo hace actualmente en el Deportivo Pasto.

El segundo, Henao, si no fuera por su aspecto bien podría ser la antítesis del candidato a ingresar en el bestiario. Buen arquero, fue fiel guardián del arco del Once Caldas por más de diez temporadas. Fue uno de los grandes responsables del título que consiguió este equipo en la libertadores de 2004. Su desempeño en este torneo le permitió emigrar al Santos, equipo en el que no ha contado con mucha fortuna (eehh bueno, cumple otro requisito..).

El tercero, Gomez, fue durante varias temporadas arquero del Cucúta Deportivo. En 1999 su carrera llegó a su punto más alto al ser contratado por Santa Fe para ser suplente de Leonel Rocco. Cuando tuvo la oportunidad de reemplazar al uruguayo sus ejecutorias fueron un poco menos que desastrosas..

Fabio "La Gallina" Calle

Eterno referente cuando se habla del número 22. Perenne suplente de Millonarios en la década de 1980, le debe su remoquete a que su esposa lo esperaba los sábados al terminar los entrenamientos con una gallina bajo el brazo para el respectivo sancocho sabatino. Como buen eterno suplente el día de 1988 en que por fin le llegó la tan ansiada oportunidad no estaba disponible y tuvo que ver como ante el licenciamiento de Cousillas, Omar Franco (el tercer arquero por ese entonces) se apoderó de la titular para meses más tarde consagrarse como el arquero más jóven en quedar campeón del rentado colombiano. Años más tarde y haciendo honor a su apodo emprendió vuelo hacia el DIM de su tierra natal. En este equipo calentó el banco durante varias temporadas teniendo algunas fugaces contactos con el cesped que tanto añoraba. Se retiró a comienzos de la década de 1990 para dedicarse a ser entrenador de arqueros, actividad en la que afortunadamente no existe la figura del suplente.
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Alexander Lemus

Conocido como «El diablo», facilmente tiene un espacio en el top-5 de la antiestética del fútbol colombiano. Militó durante diez años en el Once Caldas (1992-2002) y fue transferido a Millonarios en 2002. En Millonarios estuvo durante el 2002 para luego desaparecer del panorama futbolístico. Fiel a su equipo de origen y de condiciones más bien modestas sobresalen en su palmarés las temporadas que jugó al lado de Francisco Foronda en la zaga del equipo de Manizales ahuyentando y atemorizando a cuanto delantero se atrevió a enfrentarlos. Se desconoce su paradero actual.

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Mario Alberto Coll

El hijo del «Olímpico» Marcos Coll abre nuestra sección de «cuando la genética se equivoca». Este discreto volante comenzó su carrera en el Junior, para pasar después al América con un paso fugaz por Millonarios en 1991. Entre sus logros se destaca haber disputado la copa América de 1987 cuando apenas comenzaba la era de Maturana en la selección colombiana. Tenía una dificil misión por delante si quería superar a su padre: convertir un gol olimpíco en un mundial. Como era de esperarse, no lo logró. Trabaja hoy en día en la MLS.

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Iber Velasco

Joven puntero que se dio a conocer en la selección sub17 que dirigió «Basílico» González en 1993 siendo una de los valores más destacados. Después del mundial del Japón desapareción sin dejar rastro. Años más tarde se volvió a tener noticia de él cuando Ángel Castelnoble lo puso a debutar en Millonarios en un partido contra el Bucaramanga conformando una temible dupla goleadora con Marcio Cruz. Disputó algunos partidos y es especialmente recordado por la hinchada del Unión Magdalena gracias a que un gol suyo en el último minuto estando Millonarios ya eliminado los privó de disputar el cuadrangular final de aquel curioso torneo 1996-1997 que solo un año y medio después de haber comenzado coronó al América como campeón. El día después de tan épica hazaña fue licenciado del equipo bogotano por su bajo rendimiento. Emigró al fútbol peruano a vivir de sus efímeras glorias pasadas..

Istvan Vikukel

Con esta exótica pieza abrimos nuestra categoría de «raros y curiosos». Este turco de nacimiento e hijo de padres hungaros pertenecientes al cuerpo diplomático por ese entonces acreditado en Colombia estuvo a punto de debutar con Millonarios en el primer semestre de 1995. Para desgracia para la hinchada azul al ocupar innecesariamente una plaza de extranjero este singular especimen no logró su cometido frustrando así la posibilidad de ver la aparición de un nuevo Puskas derrochando su talento por plazas de la alcurnia de Ibagué, Neiva y Bucaramanga..

Manuel Galarcio

Singular elemento que sirvió de inspiración para la conocida expresión «este es mucho galarcio» utilizada para referirse a un varón procaz y de mal gusto. Defensor central, comenzó su carrera en el Bucaramanga formando una legendaria y temida pareja con Pablo Casquete. Pasó después por Once Caldas; Nacional; Junior; Atlante y Oaxaca de México;Valledupar F.C. y milita ahora en el Real Cartagena. Entre sus ejecutorias sobresale un fugaz paso por el San Lorenzo de Almagro donde llegó, así usted no lo crea, como reemplazo de Iván Ramiro Córdoba.

Se le recuerda también por haber sido detenido por porte ilegal de armas y por haber sido uno de los protagonistas del sonado tongo entre Real Cartagena y Valledupar F.C. en la final de la primera «B» de 2004. En este sonado episodio el Valledupar, equipo en el que militaba, se dejó hacer cinco goles en cuatro minutos. Gracias a su buen trabajo Galarcio fue fichado por el Real Cartagena para la temporada 2005. ¡Ah! Fue convocado para un amistoso de la selección Colombia de mayores y para el torneo de Esperanzas de Toulon en 1996 dando pie a la expresión «para esos amistosos llaman a cualquier galarcio».
Con la colaboración de enunabaldosa. .

Javier Martínez

Su primera aparición en el profesionalismo fue con el Girardot F.C. en la temporada 95-96. Poco después fue llamado de emergencia por Prince para llenar un vacío que tenía Millonarios por la franja izquierda en el segundo semestre del mismo año. En sus primeras apariciones mostró algunas condiciones que le sirvieron para perpetuarse en la zaga azul. A punta de expulsiones, el «Mariscal» reveló su verdadera faceta: la de consumado patabrava. Pasó después por el Medellín y el Junior para regresar a Millonarios en el segundo semestre de 2004 cuando el club tuvo que poner avisos clasificados para poder armar su plantilla profesional. Se le abona el haberse negado a jugar con Dragan Miranovic. Actualmente milita en el fútbol peruano..