Wikibestiario, exclusivo: Lista de periodistas y los equipos de sus afectos

Del nivel de quién mató a Mamatoco o qué pasó con ese sistema de sonido de alta definición que por exiguos tres partidos tuvo el Campín a comienzos de 2000, el color del corazón futbolero de los periodistas siempre fue un misterio casi siempre insond

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Eran otros tiempos, aclaremos. Desde que comenzó el fútbol profesional hasta hace muy pocos años los cronistas, en especial los radicados en Bogotá y con alcance nacional, se preciaban de su objetividad, de su fría y objetiva aproximación al objeto de estudio nunca, en teoría, viciada por apasionamientos cegadores.

Aun así, pocos les creían. Quienes somos hinchas nos resistíamos a creer que semejante grado de interés en un tema no tuviera un motorcito emocional. De ahí que abundaran las pollas y especulaciones sobre qué equipo, muy a escondidas, muy en lo más íntimo de su fuero interior trasnochaba a los «popes» de la prensa.

La Unidad Investigativa del Bestiario del balón, siempre tras la pista de los grandes temas futboleros nacionales, desde el día de su creación dedicó dos unidades élite y media (freelance) para esclarecer este misterio. Y valió la pena perserverar. Siete años después llegamos a este documento que, no dudamos, será consumido con voracidad por los fanáticos.

P.D: Tenemos a tres mensajeros acampando en nuestro apartado aéreo a la espera de la anunciada segunda filtración.

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Wikibestiario: a ver cómo le explican esta a Leoz

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Con el vistobueno de nuestros popes del fútbol y en la flor de la euforia de aquel aciago 1994 circuló el álbum de Max Caimán. Seguramente estaban en el tercer tiempo de uno de tantos partidos contra arrejuntados africanos cuando algún funcionario de mediano perfil les pidió el favor de darle su aprobación final a los contenidos del producto editorial. Una de dos: o no lo leyeron lo que les llevaron por andar pendientes de que llegara el correo de la noche de la época o hacían parte de alguna oscura conspiración para poner fin al reinado de Nicolás Leoz en la Conmebol.

Sólo así se puede explicar que un producto avalado por la Federación y su patrocinador ponga a Nikolai Lios en la categoría de «payaso frustrado», «ex empresario de circo»  recordado por sus «tontos chistes lunáticos». Pero más demente aun, todo esto en una historia en la que el destino de los buenos está en manos de la sabiduría de Pacho Maturana y de la claridad de Antanas Mockus.

Genial aporte de @alvaro_caste