Delantero samario con nombre de extraditable, fue incapaz de cargar con el peso que sobre sus espaldas depositó César Villegas al catalogarlo en sus inicios como el “Christian Vieri colombiano”. Debutó en Santa Fe en 1999, temporada en la que además de marcar dos goles –uno de ellos de excelente factura contra el Caldas en Tunja- su buen desempeño permitió que su nombre fuera incluido junto al de, por ejemplo, Jeffrey Díaz entre las grandes promesas santafereñas del momento.
Con el peso del dictamen de Villegas ya en su equipaje, Rojas fue enviado al Real Cartagena en la temporada de 2000. De su paso por este equipo rescatamos el siguiente concepto emitido por un ferviente hincha del equipo cartagenero en su página web: “no se sabe como juega en profesional este animal”.En el 2001 el destino de Jáder fue el Bucaramanga, ciudad en la que a duras penas se asomó por el banco se suplentes del Alfonso López. A esta incursión santandereana le siguió un período de su carrera más bien Un confuso registro da cuenta de un paso suyo por el Monagas de Venezuela en el primer semestre mientras que otro registro un poco más fiable lo ubica en la banca santafereña en un partido del segundo semestre.
Para el 2003, las palabras del ya difunto Villegas adquirieron nuevamente vigencia cuando su nombre apareció entre los refuerzos del equipo cardenal. Pese a haber convertido algunos goles (la mayoría fueron descuentos), al finalizar la temporada estaba suficientemente claro que eso del “Vieri colombiano” no fue sino un devaneo más de quien en su momento prefirió al “Choco” Suarez en lugar de un tal Javier Zanetti que se le ofrecía desde Argentina. Pese a su mediocre rendimiento, la situación del equipo a finales de 2003 era tan precaria que en varios partidos Rojas hizo pareja con otro cañonero de la talla de Lucas Jaramillo. Entre esos partidos se cuenta aquel célebre contra el Unión en el que la nueva directiva Santafereña –gente pujante, generosa- abrió de par en par las puertas del Campín para que la hinchada asistiera en masa, más que a ver el partido en cuestión, a participar en un novedoso referendo que sobre el futuro inmediato de la institución llevo a cabo la nueva directiva. Una de las preguntas del referendo indagaba por qué jugadores de la actual plantilla no deberían seguir para la temporada venidera; sobra decirlo, Rojas y Jaramillo le dieron sopa y seco a sus inmediatos perseguidores. Quizás presintiendo lo que ocurría en la tribuna los goles de esa tarde fueron justamente de estos dos artilleros.
Haciendo caso a la voz del pueblo, cuándo no, la directiva santafereña decidió con contar más con los servicios de Jáder para 2004. Este hecho marcó el inicio de un largo trasegar para Rojas. El Lara de la segunda división venezolana fue su primera escala. De ahí partió al Olmedo ecuatoriano a donde también lo acompañó la maldición del malogrado directivo.
Regresó a Colombia a comienzos de este año para pasar con más pena que gloria por el Unión Magdalena en el primer semestre del año. Su siguiente destino fue el Centauros de Villavicencio en un errático trasegar que en últimas es lo único que lo une con el delantero italiano.
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deberian darle la oportunidad a estos jugadores que por falta de personas que los poyen estan como estan este es un jugador de buena talla y en su momento con santa fe lo hizo bien pero como todo en la vida hay personas que no guastan de otras. y a si es la vida del futbol
falta el apodo: "robapollos"