Es moneda común en el ámbito futbolístico capitalino el surgimiento de rumores que dan cuenta de la próxima e inevitable venida del mesías en la figura de una joven promesa que algunos pocos iluminados aseguran haber visto derrochando mágico talento en las ya desaparecidas canchas de Chigüiros, en Techo, en el Campincito y demás escenarios del día a día del fútbol aficionado de Bogotá. Tal y como en su momento se habló de Hans Schomberguer o de Giovanni Mateus, el nombre de Diego «Hawaiano» Gutierrez –suponemos que el apodo más que con la isla del pacífico tenía que ver con el concepto culinario insignia de la gastronomía popular colombiana– adquirió visos de leyenda entre todos aquellos aficionados que en plena tertulia gustan de sacar a relucir su condición de iniciado sobre quien ya ha posado sus manos el nuevo mesias anunciandole a los contertulios el advenimiento de quien tendrá la misión de llevar al equipo a la gloria prometida.
Como suele suceder con la mayoría de estas leyendas urbanas, el ansiado momento de la revelación del mesías nunca llegó y aquellos que anunciaban su llegada negaron hasta cuatro y cinco veces haber hablado de ese «pelaito que todos dicen que juega igualito a Willington Ortíz a esa edad». No sabemos si por un exceso de piña y jamón en la dieta o por el capricho de algún resabiado técnico de las divisiones inferiores de Santa Fe, Diego, en efecto, se convirtió en una leyenda pero de un tipo muy diferente al que todos hubiesemos querido. En lugar de hacerse a un lugar entre los grandes talentos que han desfilado por la primera división cardenal, Gutierrez pasó a ocupar un espacio entre los que pudieron ser y no fueron, entre los mesias que dejaron esperando a la fanaticada.
Obsesionado con una isla en el pacífico en la que, según le comentaron, se desayunaba pizza hawaiana, se almorzaba perro hawaiano y se cerraba la jornada con hamburguesa hawaiana, Diego partió rumbo al norte. En una inesperada escala en Chicago coincidió en la sala de espera con un cazatalentos del «Fire» de esta ciudad que lo obligó a aplazar unos años su sueño hawaiano. Hoy se pasea por la unión americana desperdigando el talento que le fue negado a la parcial capitalina.
Con información aportada por ARGOM17..
Que cosas… yo nunca habia escuchado nombrar a este estandarte de las promesas.
Este no es Agmeth Escaf??… jajajaja
Se parece más a John Secada.
Seguro que en la MLS lo consideraron el reemplazo de Diego Serna (Metrostars), que fué por esas tierras una verdadera celebridad. recuerdo haberlo visto en comerciales de una empresa de llamadas internacionales en uno de los 3 canales latinos gratuitos durante mis 3 años lavando hinodoros Pu´allá.
Hey, a proposito, que es de la vida de Hans Shomberguer…
Y por favor… un homenaje al "Marinillo" Serna…
Victor:
Ambos tienen ya su espacio en el Bestiario. El de Hans está en la sección "Especiales del bestiario".
La verdad no tengo datos sobre este seudojugador, por que no soy bogotano.
ahora, un caso particular ocurrio en medellin con el llamado mejor jugador de futbol sala de colombia que sino estoy mal se llamaba geovany hernandez, igual que el jugador de colon.
El jugador de futbol sala estuvo unos meses a prueba en el dim y despues de varios entrenamientos, jugaditas y tuneles, descidieron que no podia jugar en el profesionalismo.
Si alguen tiene la foto, les agradeceríamos mucho que nos la hiceran llegar.
Diego fue jugador del añoradisimo equipo de los monos de santafe e inter de Colombia, que quedo campeon en Peru , en un torneo infantil con el patrocinio de Efrain Pachon en 1986. De ese equipo hacia parte Diego "Hawaianno", el Gato Perez, los hermanso Andres Ernesto y Javier Diaz (hijos de Ernesto Diaz), el mismo Efran Pachon Jr, luego entro Roberto Vidales y otros tantos cracks Bogotanos (Edward Murcia, Andres Mora, Juan Carlos Castillo, etc) Que buena epoca y buenos jugadores. Y lo de Diego no es promesa porque el tipo vive en EEUU y el futbol le damucho mas de lo que nos dan 20 años de trabajo aca en Colombia al resto que nos quedamos.
Es igualito a Fonseca