Era 1987 y Anthony De Ávila, con afro de integrante de los Lebron Brothers, incursionaba en el fútbol argentino en silencio y con un club lejano de la imagen mediática de Boca, River, Racing, Independiente o San Lorenzo. Unión de Santa Fe fue su nuevo lugar en el mundo para la temporada 87/88 de Argentina. “El Gráfico” tituló la nota con el samario de una buena maner
a: “Da gusto verlo jugar”.
“Pipa” cosechó sus triunfos -desconocidos en esos años en los que no existía T y C- pero en Colombia pocos se acuerdan de que supo ser un tipo destacado en un club chico y menos que compartió delantera con Alberto Acosta en el humilde santafecino.
La foto es de un juego Unión de Santa Fe-Deportivo Español (equipo querido en la redacción bestiarista). El “Pitufo” regresó al América pero antes dejó un mensaje profético en su camiseta: La Lotería se la sacó 21 años después contra Santa Fe al hacerle gol a los bogotanos a los 45 años.
La Lotería de Santa Fe traía en sus billetes la cara del «Pimienta» Cuero.
grande pipa …
grandee
Un CRACK de nuestro fútbol, para siempre.
Por que el deportivo español es club de los afectos de la redaccion bestiarista???
¡Porque en una baldosa se atrevieron a postearlo?
Lo más increible, es que por mucho que nos hayamos burlando, el pipa tiene aún nivel para jugar en el futbol colombiano. Buenísimo para él y cachetada para los que ya estamos el el tercer piso y medio con una respetable barriga cervecera. Malísimo para el julbol del pais, ahi se ve por qué no vamos a los mundiales y los papelones en torneos internacionales.
inclusive hoy el cheche Hernandez dio a entender que era malo para la imagen del futbol colombiano, tener a un jugador de 46 añosm, pero mire la forma como los atendio jajaja
Sencillamente me quito el sombrero. El nivel que ha mostrado este pequeño gigante del fútbol ha callado a los que se reían con mofa cuando se anunción su regreso a las canchas. Aunque él lo está haciendo bien, me duele que el equipo no aproveche su aporte para hacer un mejor juego, ya me resigné a que este año no tenemos opción de dar la vuelta.
Lástima que no se llenó el estadio anoche. Pipa dejo de ser el evento bestiarista este año para ser el ejemplo de muchas «promesas». Ya quisiera ver a enanete (sin ofender a los demás) como Sherman Cardenas (a este sí!!) corriendo la mitad del Pitufo en un partido de medio pelo; y digo corriendo porque este tipo y otros ni siquiera la ven.
No soy del America pero ojala que bueno lo del Pipa, ojalá meta mas golecitos y tenga la despedida que todos le quedamos debiendo.
Año bestiarisimo el 2009: Ningun club colombiano pasa de la primera ronda en libertadores y sudamericana, Colombia en el 8 puesto de 10 posibles y el pitufo como la joven promesa que ira a rescatar el futbol colombiano…..
GRANDE PIPA
IDOLO POR SIEMPRE DEL ROJO!!!!!!!!
AMERICA – PASION DE UN PUEBLO
PIPA es de lejos la última gran leyenda que le queda al fútbol colombiano, cada partido que juegue quedara para siempre en la nostalgia de los hinchas , cada amague , cada finta ,por Dios los goles son eternos.
cada año nuestro futbol es mas bestiarista, ya no le podemos ganar ni a venezuela esta pagina en 5 años se va a llenar de todos estos imundos futbolistas?? que engalanan nuestras canchas cada en año en mayor cantidad por dios
En Argentina conocí a un señor en situación de calle (indigencia), conocido en el medio por ser fanático del fútbol y muy conocedor de datos, quien me dijo que conoció a Pitufo de Avila en Santa Fé_Argentina, cuando Pipa jugó en Unión. Me dice que en su natal Santa Fé, lo invitó a almorzar a su casa, imagino que cuando el señor conoció épocas mejores y lo mismo el Pipa, y me decía él que De Avila estaba aburrido por jugar en un equipo cercano al descenso. Cuando Pipa a sus 46 años volvió al fútbol y además al América, creí que estaba en situación personal difícil y pensé en aquello de no escupir hacia arriba… Estaba yo equivocado, felicidades por el Pipa (qué gran jugador, ahora, antes y siempre), quemando sus últimos cartuchos,en el América del descenso, de manera bestiarista.
jotagé gomezó