«Libertadores no se ganan todos los días, pa-pá». Ese debió haber sido el grito de batalla de Gildardo Biderman Gómez la noche del 31 de mayo de 1989. Y es que después de ganar el campeonato de clubes, más de un jugador verdolaga se inscribió inmediatamente en otro de carácter etílico. Así, esa noche muchos dieron lo mejor de sí para hilvanar una rasca de campeonato que al día siguiente amaneció convertida en un auténtico guayabo trifásico y pomarroso, de esos que se llevarían todos los aplausos en una bienal de resacas. Como lo muestran estas imágenes, Gómez seguramente alcanzó por lo menos la semifinal, sino el título, de este torneo post-libertadores. Para librarse del guayabo, dicen, la única alternativa era el mundialmente famoso caldo de culebra. Por supuesto, todas las miradas recayeron sobre Leonela, único reptil del plantel.
6 Replies to “El guayabo libertador de Gildardo Gómez”
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A fe que sí, a Gildardo hay que decirle ‘¡guayabos días!’.
esa sensacion de gildardo enguayabado si ke da envidia, a eso hay que meterle traguito fino y se le kita de una, asi decia mi abuelo. A partir de ese 31 de mayo del 89 fue aparecieron hinchas del nacional en lugares como mitu, maicao, sabanalarga, leticia, puerto tejada, tuquerres, etc, etc, etc.
uyuyuy el Gildardo la traía viva desde Bogotá
ahi fue cuando empezo la leyenda del «rey de copas»
Para mi que Gildardo no está enguayabado sino que está rezando en silencio.
uno asi y tener que aguantarse todos los pitos, trompetas, «vuvuzelas», sol (así este nublado el cielo, cualquier rayo es como un alfiler bajo las uñas)… ese man esta es diciendo mentalmente «matenme! matenme ya!! me quiero morir!!!