Dicen, con razón que es preferible compartir cepillo de dientes que cuchilla de afeitar. Y aunque en 1966 no existía el temor de un contagio de VIH, la idea de una sola de estas filudas hojas para uso de todos los de, para estos efectos, de la oficina de cualquier forma no resultaba fácil de digerir.
Pero el «Médico» Ochoa supo hacer que reinaran los sentimientos fraternales en un equipo que a la postre saldría campeón. Y de tal nivel era la unidad y compenetración del grupo, que este aceptó «el reto Gillete», y ante notario acudieron todos para llevar a cabo una rasurada masiva con uno solo de estos artefactos a cambio de unos buenos pesos.
Casi medio siglo después, respetuosamente desde esta tribuna le sugerimos al actual DT Cardenal recuperar la bella tradición. Pero los tiempos cambian y tal vez una afeitada facial no seduzca a una marca que hoy se esfuerza, con irrestricto apoyo femenino, para que la depilación integral masculina deje de ser tabú. ¿Aceptarán el nuevo reto Gillete?
El que está en medio de Piñeros y Klinger es Efraín Padilla, quien venía de jugar en el Deportivo Pereira. Tengo un ejemplar de Deporte Gráfico de 1967 donde aparece esta publicidad.
Muchas gracias.
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