Aparece sonriente, como si no fuera con él, en un mini auto Tym que era un Dodge Dart con techo, réplica de la camioneta que llevaba a varios turistas a vivir las mejores aventuras al lado de Ricardo Montalbán y Tatú en La Isla de la Fantasía. Pero el corito de «El avión, el avión» le caía perfecto a este jugador porque hacía goles en los aires y era avioncísimo en la cancha provocando adversarios rompiéndoles los dientes, gracias a sus puntiagudos codos.
Si usted adivina el personaje en cuestión, recibirá a vuelta de correo un video con los goles que marcó Álvaro Anzola durante toda su carrera.