Llegó la hora: Premios Bestiario del Balón 2014

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Premio Príncipe de Marulanda al chascarrillo del 2014 entregado de forma adelantada por obvias razonas y abrumadora unanimidad entre nuestro cuerpo de sabios asesores a la celebración de la octava estrella de Junior de Barranquilla.

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La pelea del suplente por estar entre los titulares

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La banca puede ser mala compañía. Hay mucho tiempo libre para darle rienda suelta al pensamiento. Eso fue lo que le pasó al siempre admirable «Peto» Rodríguez. Habitual suplente de Sebastián Viera, el «Peto» -no existe un mejor apodo para explicar la situación de Rodríguez en el fútbol- empezó a imaginar cuál debía ser la manera más adecuada para volver a salir con el número 1 en la espalda y poder darse el lujo de mandar besos en las cámaras de tv mientras que se desarrollan los actos protocolarios.

El «Peto» tenía el gesto cansado y resignado. Su único consuelo era saber que José Luis Chunga -tercer arquero del Junior- es un suplente bis, que es más crítico. Por eso sus compañeros decidieron subirle el ánimo. Cada día en las prácticas los mensajes eran: «¡pelea que vas a ser titular!», «¡lucha por aparecer de titular!» y demás vítores animosos.

Fue muy literal el pobre «Peto». Peleó y claro, fue titular. Pero de prensa.

Y mientras el «Peto» andaba respondiendo por sus salvajadas ante las autoridades, el ganador fue José Luis Chunga: ante la ausencia del «Peto» y la suspensión de Viera, terminó siendo titular-titular ante La Equidad.

Oscar Iván Zuluaga y su faceta bestiarista

1) se echa gomina para jugar fútbol.
2) juega con pantalón de sudadera puesto y no es arquero.
3) usa la camiseta vieja de Colombia.
4) usa la camiseta dentro del pantalón de sudadera.
5) le echa Griffin a los tenis antes de jugar.
6) aunque es de derecha, le pega de zurda.
7) no se puede desmarcar de un tipo que juega con bluyín puesto.
8) tiene policía en el fondo de la cancha pero no sale en tanqueta.
9) juega en el parque un picado y organiza rueda de prensa para contar incidencias del partido.
10) es político y juega fútbol -sabemos que eso es imposible-.
11) en el fondo sabe que perder -los comicios- es ganar un poco.

La historia de las monas del álbum referencia “redbrook”

Fotos de @juanmamoralesc

El boom es un hecho. En las calles hay toneladas de basura peores que las de diciembre con los carros recolectores después de que miles de fanáticos empezaran a comprar las láminas del álbum oficial del Mundial de Fútbol. La gente ya empieza a identificar los lugares de intercambio de figuritas y entienden que si quieren llenar el álbum antes que cualquiera deben estar acuartelados en sectores como la 90 con 15, el 2×3 de la 119 con 15 o irse a la ya tradicional esquina de la 19 con 7 para hipotecar la casa a cambio de las monas que aún no han sido pegadas.

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Pero hay avivatos que juegan con la conciencia/inconsciencia de aquellos que, como este grupo de trabajo, optó por no tener casa propia a temprana edad solamente por obtener los cromos de la selección de Irán en 1998. De hecho expertos indicaron que la crisis económica de 1999 en el país se debió al gasto excesivo y a la poca capacidad de ahorro tras comprar esas figuritas.

Y en 1994 algún dueño de una imprenta -de acuerdo al costado de las láminas hay un espacio implicado- también quiso hacer la avionada del siglo. Aprovechó la docilidad de los compradores y el mercado se inundó de monas “chiviadas” que lo único que buscaban eran llenar los vacíos del alma que dejan las casillas sin ocupar de los futbolistas convocados en el álbum.

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Así pues, toda una generación se vio perjudicada por los precarios “caramelos” que desengalanaron las hojas del panini de ocasión. Monas truchas y de mala calidad. Una crisis similar se vivió en 1989 cuando el mismo dueño de imprenta hizo similar treta con los adhesivos de Garbage Pail Kids.

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Este extraño capítulo de la historia de los impresos hasta ahora pudo ser revelado con pruebas. Y el Bestiario del Balón solamente habla con pruebas (antidoping). Fue el capítulo Redbrook/Reebok del álbum de fútbol.

Primicia mundial: el día que comenzó la «Maldición Pelé»

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Siempre será reconfortante conocer el origen de las cosas. Medios de comunicación como New York Times, Le Monde, TMZ, Esquire y Actualidad Panamericana estuvieron durante años detrás de una imagen que constatara el comienzo de las maldiciones de Pelé sobre los equipos de fútbol que alguna vez quiso cobijar. La Unidad Investigativa del Bestiario del Balón, una de las más avezadas del medio, estuvo indagando sin cesar para adelantársele a todos en este propósito.

Y finalmente tras incesantes esfuerzos apareció la imagen que constata la debilidad de Pelé por hacer pronósticos. En la imagen de la revista francesa «Mondial» de junio de 1985, el Rey deja ver todo su ajuar para la predestinación. El kit Nostradamus contiene una toalla de las que no dejan mota, bola de cristal y abrigo modelo «Rubén Darío Insúa». Con estos tres elementos Pelé se reviste en sus ceremonias con las que determina cuál será el equipo campeón cada vez que se avecina un mundial de fútbol.

Sabemos que este portal destaca enteramente lo que pasa en campos criollos pero el valor de este documento hace que seamos capaces de darnos una licencia periodística.

¡La «chiva» (Cortés) fue nuestra!

La única vez en la vida que Pimentel tuvo la razón

El dueño-conductor-mensajero-presidente-técnico-médico-chef-abogado del Boyacá Chicó Eduardo Pimentel siempre ha hecho pucheros al final de cualquier jornada anodina de fútbol porque supone habitualmente que su equipo no pierde a menos que un árbitro lo robe o lo perjudique. Desde siempre fue así, aunque en la final del torneo apertura del año 2008 sus reclamos cargados de respeto, donaire y buenos modales, realmente tuvieron justificación.

El equipo que está condenado a vivir crisis de identidad profundas por la extraña dualidad de su nombre (Boyacá y Chicó quedan a 150 kilómetros de distancia) sacaba un importante empate en el Pascual Guerrero de Cali ante el América en el primer partido de la final de ese campeonato. El resultado era buenísimo, pero Chicó quiso un poco más. Por eso acudió al baúl del recuerdo y quiso hacerle recordar a Fram Pacheco, recio volante de marca, que él alguna vez había usado la número 10 de Ricardo Bochini cuando estuvo en Independiente de Avellaneda. Justo, en los segundos finales, Pacheco definió una jugada a tres toques con gran maestría, abriendo el pie (para darle al balón y no a los adversarios como es habitual en el buen Fram) y cruzando la pelota al segundo palo de Adrian Berbia.

Era el triunfo soñado, la hazaña del club humilde sobre el poderoso. Pero el árbitro Wilmar Roldán, en una decisión que aún hoy causa extrañeza, pitó el final del juego cuando el volante del equipo boyacense iba a patear a puerta. A pesar de los reclamos airados, el gesto soberbio de Roldán dejó en claro que él era un cultor de la famosa frase de Diego Umaña: «más reversa tiene un jet». Después Roldán se quedó esperando a que lo recogiera la tanqueta para sacarlo del estadio pero le comunicaron por lo bajo que tendría que tomar taxi a la salida del Pascual: ningún hincha iba a agredirlo. Chicó no los tenía en las tribunas. Incluso algunos hinchas americanos, contentos con el inesperado favor, se ofrecieron a llevarlo al aeropuerto e incluso se especuló que por la acción, Wilmar recibiría las llaves de la ciudad.

Chicó fue finalmente campeón por penaltis en el encuentro de vuelta. Por fortuna, porque de lo contrario, Pimentel seguiría reclamado por esa noche en la que el juez central decidió ser el tipo más cumplido del mundo a la hora de marcar el cronómetro con el tiempo exacto que había determinado para la adición.

El reto Mister Blackwell de Uniautónoma en la A: ganarle en fashion style al Sporting

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Como si ganar el torneo de la B fuera fácil, a Uniautónoma le ha tocado pelear hasta lo indecible por lograr algo de identidad propia y arraigo. Cual judío errante, luchó hasta último instante por quedarse en Barranquilla y jugar en el Metropolitano a pesar de que Fuad Char no quería dar su brazo a torcer, majito querido. Antes también debió luchar contra la sombra de Silvia Gette, a quien los jugadores le dedicaron el campeonato de segunda división, siendo los únicos defensores de oficio de la antigua vedette.

Luego, se ilusionaron hasta la médula con la posibilidad de que Giovanni Hernández vistiera su camiseta y hasta de pronto, que le marcara un gol a su antiguo equipo, el Junior. Y cuando El Cole se iba a subir al bus universitario ante tamaña noticia Pedro Sarmiento prefirió no cederlo y dejarlo en el DIM -aunque nadie sabe si el DT lo reconvertirá el marcador de punta por su poco gusto para atacar-.

El panorama pinta complicado teniendo en cuenta que van a tener que luchar contra el promedio. Con esos tres pianos encima se sumó otro: el de ser los ganadores del desafío fashionista barranquillero, reinado que desde 1991 ocupa con sobrados méritos el Sporting, después de que un avezado informante de nuestra unidad investigativa nos cediera esta imagen que nos hace recordar, por el look, una buena mezcla de estilos entre Guardianes de la Bahía y Clase de Beverly Hills.

El más fresco de todos es nuestro inolvidable Miguelito Calero, con pinta playera, acorde al clima, más allá de las medias. El resto del combo está mucho más alineado hacia la tendencia froster.

Ariel Mario Are, apenado de mostrar su ombligo en público, prefirió un jean nevado a la altura de las axilas, con pliegues, mezclado con una calurosa camiseta de azuquita en colores carne referencia Prismacolor y aguamarina. Yosvidas Fuentes, en cambio, no escogió un tiro tan alto de pantalón, aunque siguió la línea decolorada en su denim. Su camiseta, metida dentro del pantalón como mandaban los códigos de comienzos del 90, deja ver un bello esqueleto de lebranche con fondo Bordó.

Roberto Vizcaíno de tupido afro naciente, entendió que el helado clima currambero le daba libertad de abotonarse el último botón de la camisa. Si en algún momento el calor hacía de las suyas, los top siders sin medias serían el refrigerante ideal para la temperatura corporal. Nótese que el cinturón fuertemente amarrado en el último orificio resalta los pliegues del jean froster.

Sin dudas el más arriesgado y atrevido en términos de moda fue Daniel Tilger. También seguidor de los pliegues impuso cuero en la cintura con el cinturón referencia «Emmanuel» y coqueto remangado para asemejar corte pescador en el tubo de la bota. La gorra y la cadena le dan un aire Harlista a su composición, muy pareja en cuanto a paleta de colores.

Uniautónoma está preparado para asumir el desafío: debe inmortalizarse con su fútbol y con la pinta que, de particular, los haga lucir impecables en cualquier gala.

Adivine el personaje (nivel amateur)

portada

No fue brillante pero jugó afuera, antes de que el «Niche» Guerrero se convirtiera en un mito viviente en Bari. Perdió en este juego muchos duelos individuales, en especial con José Luis Calderón, como se ve en esta portada de la Revista El Gráfico. Ese día Boca Juniors cayó 2-0 frente a Independiente y el zaguero además de ser expulsado, recibió críticas durante toda esa temporada por su bajo nivel, pero no fue el único culpable del fracaso de ese «Dream Team». Consentido de Bilardo, jugó dos partidos de Mundial y ambos los perdió.

Si conoce la identidad de este angustiado defensa, recibirá a vuelta de correo un cassette de vhs con clases de tango y milonga dictadas por Teófilo Gutiérrez.

Joven portada

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Costumbre muy colombiana era la de revisar las portadas de la Revista el Gráfico de Argentina en los años 80 -cuando había plata- para revisar qué jugador de Boca, River, San Lorenzo, Racing o Independiente podía llegar a jugar al país. Al terminarse el dinero de eficientes y pujantes comerciantes independientes empezó a bajar el perfil de los fichajes: no era mala idea traer algún futbolista de Ferrocarril Oeste, Gimnasia de Jujuy, Deportivo Español o Banfield.

El dinero siguió escaseando, así que ya lo de conseguir futbolistas argentinos que actuaran en primera división terminaba siendo imposible. Ya tocaba ver qué jugadores eran descartados de clubes dignos, pobres y honrados como Flandria, Sacachispas y Fénix. O si no era cuestión de preguntarle a Gabriel Fernández sobre compañeros que hubieran compartido con él en los 40 clubes que jugó para tener un universo más completo para escoger.

Tampoco resultaba viable llevar jóvenes promesas que no tuvieran oportunidad de actuar en la primera de los clubes grandes como ocurriera en su momento con Ramos, Are o Tilger -de Boca Juniors pero tapados por Maradona, El «Chino» Tapia y Batistuta-.

En esta portada de El Gráfico de 1998 aparece una de esas grandes joyas en bruto de la cantera de Boca Juniors que por esos tiempos, aunque tapada por futbolistas como Riquelme, era de las más destacadas de las inferiores. Proveniente de Santiago del Estero, de hablado lento y cansino, «mojaba prensa» en una de las publicaciones más respetadas de América. Prosiguió su comino pero finalmente vino a dar a Colombia y jugó con Junior, Cartagena, Medellín y Santa Fe.

Sí: el rapado es Ómar Pérez.