Lo mismo de antes…

Nos dimos la licencia periodística para subir completo esta nota completa de Patricia Gómez, periodista que trabajaba en el programa de debate «El Juicio» de César Simmonds Pardo. Aunque hace un tiempo registramos el Quindío-Santa Fe y la gresca posterior, vale la pena revisar varias cosas: desde 1989 (año de este informe) a hoy, el fútbol colombiano sigue igual. Invasiones de cancha, árbitros amedrentados, equipos colgados de la brocha, desorden administrativo. Cierre los ojos, oiga la voz en off de Patricia y rete su propia cordura. Esta nota no parece del 89. Parece hecha hace 24 horas.

Le vende hasta un llavero

El periodismo deportivo y el emprendimiento, otrora «rebusque», van de la mano en Colombia. A veces de formas en las que preferimos no profundizar y a veces de forma harto pintoresca.

Este comercial previo al Mundial de Italia 1990 califica en el segundo paquete. En él vemos a Óscar Rentería en el intento de convencer hinchas para que compren no un paquete turístico para ir a Italia, ni el carro oficial del Mundial, ni siquiera la televisión. No. Ofrece un llavero, que debía costar no más de 10.000 pesos de la época, pero cuyo plan de negocios daba para pautar en televisión. Y aquí nos encontramos cara a cara con la otra variante de emprendimiento. Y mejor dejemos así, disfrutemos con la pieza y no nos pongamos tan trascendentales.

De la donación de DIABLO AMERICANO.

El único clásico sin hinchas

Si usted estuvo esa noche de octubre de 2005 en El Campín, solo hay tres posibilidades

1. Es hijo de un directivo.

2. Le dieron un carné de prensa prestado.

3. Usted es Harry Castillo (bueno, estuvo, pero no tanto).

Fue el clásico 241 de la historia (y hasta esta entrada ya iban 266). Millonarios había sido sancionado por disturbios de los hinchas en un juego previo ante Quindío y se prohibió el ingreso de hinchas de los dos clubes. Millonarios perdió 1-3. Santa Fe anotó gracias a Hirigoyen en primera instancia, y luego por el tino de Yánez, Suárez y Olveira. Gabriel Fernández botó un penal el pleno clásico -un hecho bastante común- y Harry Castillo, de tiro libre, hizo el descuento. No fue un partido inolvidable, salvo por el hecho de que las mariposas negras pegadas en las paredes del estadio superaron con creces el conteo humano y por la frase del «Pecoso» Castro ante la parsimonia de Sebastián Hernández para cobrar un corner («¡Hágale a ver! ¡Parece que fuera ganando 5-0!»)

Imperdibles fueron los sonidos de los cuatro tiros en el palo y el ataque de rabia e impotencia del gran Pecoso al final.

La Eduardojulianística: una doctrina en vías de extinción

Al ver este video se piensa que el Unión Magdalena iba de último por la rabia de la gente en las tribunas, pero no. El «Ciclón» iba ¡de primero en la tabla! Había clasificado a los cuadrangulares cuatro fechas antes del final del todos contra todos en el 2003. Pero perdió contra el Quindío jugando pésimo, tanto que se especuló sobre un posible amaño de ese juego que jamás se pudo comprobar. Eduardo Julián Retat estaba tan bravo como los hinchas y se aguantó los insultos del Eduardo Santos de Santa Marta. Pero uno de los principios de la doctrina Eduardojulianística es que si todo sale mal, todos deben poner la jeta, sin arrugarse. Por eso al final de ese juego agarró al defensor central argentino Sebastián Alderete, casi lo encuella y le advirtió que se disculpara porque él y sus compañeros habían dado pena en el campo.

Otros dos mandamientos que supo tener la Eduardojulianística por esos años era no tener arquero suplente (si pasaba alguna emergencia estaba Eyner Viveros para cubrir ese puesto) y usar como guardaespaldas  al preparador físico del equipo para que, ante algún mal resultado, un hincha samario lo pensara más de dos veces antes de romperle el vidrio trasero del Swift rojo que poseía el gran DT del Unión.

La prehistoria de la Copa Cafam

Los clásicos de pretemporada hacen parte del paisaje de enero tanto como los lloriqueos del senador Camargo. Sólo que antes no requerían de tanto protocolo y arandelas. Eran más relajados, como este, celebrado en el Olaya a comienzos de 1990 con ambos equipos luciendo atípicos uniformes con predominio del blanco.

Y así como los equipos aprovechan las primeras semanas para ensayar variantes y probar fórmulas, los editores de los noticieros también. Aquí, los del 24 horas se dieron el lujo de incluir a un beodo durmiente y nadie les impidió congelar la imagen del «Pájaro» Juárez cuando extendía la mano y pusieron a Javier Hernández a interpretar esto como un saludo «urbi et orbi» al mundo del fútbol.

De la donación de DIABLO AMERICANO.

El combo agrandado perestroika+Kant+cuchuflí

Mucho buscamos y no pudimos encontrar en toda la internet mundial 41 segundos de vídeo con un popurrí de temas tan diverso como los de esta pieza que corresponde una emisión de Teledeportes a comienzos de 1990. Incluye: declaración de principios -todas las libertades tienen que ser vigiladas»- de un Carlos Antonio Vélez  más desparpajado que el conocemos, alusión a Kant, cuchuflí y rabieta, que suscribimos, por la recurrencia del nombre de Julio Gerlein Comelín en el mundo boxístico. Buen provecho.

De la donación de DIABLO AMERICANO.

¿Quién no ha tenido 15 días malos?

Siempre hay que pensar eso cuando el año comienza. No todos los días serán esplendorosos y soleados. La vida está encargada de recordarnos que cuando hay mayor felicidad, podrá venir probablemente la peor racha. Testigo fue Iván Ramiro Córdoba que, muy joven, trataba de ganarse un puesto en San Lorenzo de Almagro para 1997. Su técnico era Alfio Basile y lo ubicaba en el campo como lateral por izquierda, sin que el paisa hiciera puchero alguno por la decisión.

Muy sumiso, Córdoba tuvo dos semanas que casi desembocan en su regreso al fútbol colombiano. Recibió tres expulsiones en dos semanas. En la liga local, lo echaron en un juego contra Gimnasia de Jujuy y en este contra Gimnasia y Esgrima La Plata. En medio de este sandwich disciplinario, Córdoba vio la roja también en un juego de Copa Mercosur frente a Racing.

Para completar, le pitaron un penal que no fue y en este partido contra Gimnasia La Plata su equipo ganaba 1-2 y terminó perdiendo 3-2.

«El cuento es estar in» o la cola de caballo como pasaporte al mundo

La clasificación de Colombia a Italia’90 tuvo su ingrediente de choque cultural. Eran tiempos previos a la apertura en los que el número limitado de parabólicas no alcanzaban a conectar al grueso de la población con lo que pasaba más allá de nuestras fronteras. Con esto en mente, la gente de la OTI decidió incluir en su especial «El juego del siglo» algunas notas para atenuar el seguro asombro  de los pacatos turistas criollos al aterrizar en Roma, Milán o intermedias.

Con lo que no contaban los productores era que al darle vía libre a  Consuelo Cepeda, el producto final rozara el delirio al punto que hoy podemos estar seguros de que Cepeda tiene el don de la clarividencia y que en 1990 ya sabía que tarde o temprano existiría el Bestiario del balón o algún espacio similar y que ella quería, como fuera, estar ahí.

Y lo logró, tarde quizás, pero lo logró. Casi veintidós años después nosotros, felices, le abrimos las puertas a un trabajo por el que hasta última hora estuvo pujando Gerardo Bedoya en representación de D’Norberto Inc., entidad que quería utilizar este informe para capacitar a su equipo de profesionales ávido de imponer nuevas tendencias para este 2012. El otro que quería hacerse a este material era Eduardo Niño.

El decano de los suplentes colombianos,quería una prueba de que así como su compañero René Higuita era un adelantado en cuestiones de su profesión, él lo dejaba regado en temas de moda con su colita de caballo, que cuidaba con esmero sentado en el banco para así evitar que se le achilara por culpa de la horquilla.

De la invaluable donación de DIABLO AMERICANO.

Ronald Pulido, el mártir del Olaya

De los videos que no dejan gran cosa por decir. Tal vez destacar:

  • El destello poético en la descripción que hizo el, entonces aún más, joven Adolfo del drama de Ronald.
  • El arranque de culpa que padeció  Adolfo y que terminó en el insulso espaldarazo a una carrera truncada a temprana edad.
  • Las declaraciones «camper cross» de Ronald, echándole todo el barro del mundo a sus compañeros. Rompió un camerino que venía unido y compenetrado (?) .
  • El aire de lejanía, de «inhóspitos territorios nacionales», detrás de cada alusión al lugar de origen del malogrado arquero. Aflora incluso cuando él mismo habla, a lo Eutimio Pastrana, de las tardes memorables que supo protagonizar en su querido Yopal.

El marco es el nacional prejuvenil de 1990 que se jugó en el Olaya. Y todo el crédito por esta joya va para «Diablo Americano» donante del material y  benefactor en grado de gran comendador del Bestiario del balón.

Incunable: El Pecoso Castro se gradúa de ídolo

Debieron pasar muchos años para poder encontrar una de las imágenes más perseguidas por la Unidad Investigativa del Bestiario del Balón, pero finalmente se logró hacer la tan ansiada captura. En «Don Chinche» una de las más recordads series cómicas de los años 80 apareció el gran Pecoso Castro en uno de sus capítulos. No fue la única presencia futbolera: Gabriel «La Pantera» Martínez, durísimo central que jugara en Junior y Santa Fe y Antonio Chávez, árbitro FIFA -en este caso afiliado a la «Fifirifai»- estuvieron presentes en el encuentro que enfrentaba a dos corrientes tan disímiles como las del Menottismo y el Bilardismo: en una esquina el equipo de Pachín Chemas «Don Chinche» (Héctor Ulloa) y de Eutimio Pastrana Polanía (Hernando Casanova). En la otra, el club de Eraos Pedraza (Víctor Mallarino) y William Guillermo (Luis Eduardo Arango). Un duelo que registraremos paso a paso: por ahora las formaciones de los equipos y el sorteo de campo.