Premios Bestiario del Balón 2012: los ganadores

Premio Émerson Acuña al futbolista-piscinero del 2012.

Ganador: Teófilo Gutiérrez (738 Votos).

Premio «Artridene gel» al juez más obtuso de 2012. 

Ganador: Imer «Caster Semeneya» Machado (1.175 Votos).

Premio «Álex Cujavante» al jugador más agrandado de 2012. 

Ganador: Y sí, Teo Gutiérrez (1.550 Votos).

Premio “Friends” al elemento más nocivo en un equipo en 2012. 

Ganador:  Y qué le hacemos, nuestro compromiso es con la verdad (?)…Teo Gutiérrez (1.184 Votos)

Premio «Vidrio en la media» al directivo, jugador o DT más fastidioso de 2012. 

Ganador: Cheché «aparta de mi esa changüa» Hernández (712 Votos).

 

Premio “Héroes de cajanal” al “polémico empresario” de 2012. 

Ganador. Junta directiva de Nacional y su promesa de Liga, Copa y Libertadores (858 Votos).

Premio “Sensación Acevedo” a la promesa que no cuajó en 2012.

Ganador: Teófilo versión «For export», no cuajó afuera. (898 Votos).

Premio “Príncipe de Marulanda” al chascarrillo futbolístico de 2012. 

Ganador: «Pékerman continuó un proceso», «Bolillo» Gómez (594 Votos).

Premio “Pacho Maturana” a la frase célebre de 2012. 

Ganador: «Si Millonarios hubiera ganado los comentarios serian diferentes», Noemí tras el 8-0 en Madrid (706 Votos).

Premio “Se jodió el fax, no llegó el transfer” a la transferencia fallida de 2012. 

Ganador: Hugo Rodallega a la Juventus, luego al Arsenal, luego otra vez a la «Juve» (556 Votos).

Premio “Cachaco” Rodríguez al futbolista No-fitness de 2012. 

Ganador: Edwin Cardona (844 Votos).

Premio Hernán Silva al escándalo de 2012.

Ganador: Teófilo Gutiérrez jugando policías y ladrones en el camerino de Racing de Avellaneda (842 Votos).

Medalla “Nelson Rivas” al futbolista colombiano que más y mejor ordeñó las finanzas de un club foráneo en 2012. 

Ganador:  Dorlan «vendo queso parmesano en Guarne» Pabón (886 Votos).

Premio “Señorito Silueta” al futbolista metrosexual (y gastrosexual y tecnosexual) de 2012. 

Ganador y rey de la categoría: Gerardo «Un rayito por amarilla» Bedoya (921 Votos).

Premio «Abdomen de oro» al peor directivo de 2012 en Colombia. 

Ganador: Junta Directiva América de Cali en cabeza de su excelencia Orestes Sangiovanni (1.093 Votos).

Premio «Interbolsa» al futbolista que mucho prometió y nada cumplió en 2012. 

Ganador: Quisiéramos que los Mayas tuvieran razón, se acabara hoy el mundo y no tener que incluir aquí a…Teófilo Gutiérrez (751 Votos).

Premio «Wala» al uniforme con más aire barrial de 2012. 

Ganador: el Invitado especial de esta edición: Balón antiguayabo Fusion (657 Votos).

Premio «Rey de copas» al futbolista que más que con más esmero contribuyó a las finanzas de las licoreras departamentales en 2012

Ganador: Dayro Moreno (915 Votos).

Premio «Pequeño pony» al futbolista más patabrava de 2012.

Ganador: Gerardo «Apenas me consignan el sueldo, la mitad me lo debita la Dimayor» Bedoya (1.604 Votos).

Premio «Asonal Judicial» al equipo que se dedicó a vagar en 2012.

Ganador: Atlético Nacional (1.018 Votos).

Premio «Simón Gaviria» al técnico más inepto para leer los partidos. 

Ganador: Eduardo «El día que sonría se despierta el Machín» Lara (965 Votos).

Monde «se lo ganan hasta los trocipollos» selection al post del año

Ganador: Recordando a Miguel Calero (433 Votos).

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Recordando a Miguel Calero

En 1993 una inolvidable producción fotográfica reunió a los tres arqueros más destacados de la Escuela Carlos Portela: Miguel Calero, que atajaba en el Deportivo Cali, Farid Mondragón -que estaba de visita en Colombia después de haber hecho una excepcional campaña con Cerro Porteño de Paraguay- y Óscar Córdoba, por esos tiempos defendiendo los intereses del Once Phillips. Cali perdió 0-2 en casa. Es de las pocas postales que juntó a los tres colosos del arco en nuestro país

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La relación Techo-Mundo Aventura no es la primera

La moda de llamar a la casa de un amigo o a la familia y hacer señas para que lo vean montado en una atracción mecánica de Mundo Aventura mientras se transmite en directo un partido de La Equidad parece una nueva tendencia pero nada más lejano a eso. Aunque muchos tratan de llevar a cabo esa sana costumbre de «mojar cámara» de esta forma, ya hubo pioneros en el asunto. En la inauguración del estadio en el Barrio Timiza de Bogotá, en 1983, se disputó un memorable clásico entre Santa Fe y Millonarios que terminó empatado a un gol.

Y no fueron a jugar nóminas juveniles, como cuando Pelé anduvo en El Campín: por el lado azul estaban Van Tuyne, Vivalda, Germán Morales, Wilmar Cabrera, Carlos Ángel López… Del lado rojo figuraron Mina Camacho, José Alejandro Galván, Grimoldi, Oddine y Gottardi.

Por ese entonces la rueda de Chicago estaba atestada, como las tribunas. Pero algunos intrépidos se animaron a tratar de ser inmortalizados y lo consiguieron. Así como se puede ver perfectamente por TV y en HD la mano estirada de algún parroquiano que anda esquivando el vómito montado en la araña de Mundo Aventura -ese ejercicio suele ser más interesante que observar los partidos de La Equidad-, en la foto también se alcanza a ver a un niño con saco de rombos haciendo los cuernitos de Ronnie James Dio en la canasta azul del lado derecho de la rueda de Chicago.

 

El agüero más demente del mundo, lejos

Y no era fácil sobresalir en esta categoría donde tenemos jugadores que hacen hogueras para ahuyentar espíritus malignos, otros que por nada del mundo pisarían primero la cancha con el pie izquierdo y aquellos que usan los calzoncillos al revés (con las costuras hacia afuera, como el gran René)con el fin de espantar malas energías. Pero la del «Chomo» Cadavid cuando estaba en el Quindío de 1990 -en el que, como vemos, hizo su práctica antes de graduarse como arquero Óscar Córdoba- de cantar el himno con el guayo derecho a un metro de distancia no tiene parangón.

De la donación de DIABLO AMERICANO

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Radiobestiario: Higuita y el pánico financiero

Una edición del podcast líder en centros de capacitación para los vendedores de humo del mañana.

Espere en esta edición:

-Remembranzas de la fallida serie sobre la vida de René: «Sangre sudor y lágrimas» (ver foto).

-Niños criados con el método Iván Mejía.

-Los emprendimientos de los futbolistas.

-Inmersión -ligera de ropas, como debe ser- en la doctrina Chechística.

-Miguel Ángel sienta su posición frente al patinaje artístico en los Juegos Nacionales.

-La faceta perritu de Tony Soprano.

-Casos de verdadero pánico financiero.

-Patrimonio inmaterial bogotana: ¿qué tienen en común el recibo magenta de la ETB y la pasarela amateur de «Las gatas»?

Advertencia: NO apto para scouts.

Descargar (Clic secundario y luego «Guardar enlace como…»)

Usuarios de iTunes y portadores de iPods hacer clic acá. ..

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Celebrity deathmatch: Pollo vs. Pocillo

Antes de que irrumpieran los canales privados se veían más niños interiores aflorar en los consejos editoriales de los noticieros. Por ejemplo: un buen día de 1990 en la antesala de un clásico a Juan Carlos González se le ocurrió que era una buena idea llevar a una figura de cada equipo, el «Pollo» y el «Pocillo, ambos Díaz,  y ponerlos a saltar al campo, saludar e incluso celebrar un hipotético gol vestidos «de paisanos» (y en el caso del Pollo con chaqueta de cuerina que seguramente haría parte de su atuendo en una presentación que ofrecería esa misma noche bajo su identidad paralela).

Al final, el resultado se vio algo forzado pues los personajes no logran convencer no obstante los destellos de Díaz Pollo quien evidentemente tenía mucha más experiencia histriónica que su rival por las razones ya expuestas. Quizás habría hecho falta algo más: que lucieran ajustado y sugestivo vestido de baño, que al saltar a la cancha se encontraran con los pesados payasos del festival del hueco o que el guión incluyera una fractura de tibia y peroné. Aun así, son preferibles estos intentos dramáticos fallidos a las ferias de humo e insoportable labia que caracterizan las notas previas a los partidos de hoy.

De la donación de DIABLO AMERICANO.

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Postales de fútbol y emprendimiento

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Todo el mundo sabe que Millonarios en los 80 estuvo en manos de quien hoy calificaría como un «polémico emprendedor». Lo que hasta ahora poco se había ventilado es que tal espíritu contagió al resto del plantel. Y no. No malpiensen. Aquí no hay contabilidades paralelas, cuentas en las Islas Caymán ni dedos de guantes de cirugía involucrados.  Dicho ánimo se concretó, por fortuna, en pequeños negocios que varios de los integrantes del plantel echaron a andar en tiempos en los que todavía no se hablaba de PYMES.

Desde jugueterías hasta panaderías, muchos de los jugadores azules de entonces dividían su tiempo entre los entrenamientos y la sumadora, entre los viajes y las concentraciones y las filas para pagar impuesto de avisos y tableros.  Eran, nunca mejor dicho, verdaderos «futbolistas y empresarios», inspiración, sin duda, de las actuales «modelos y empresarias».

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Especiales del Bestiario: la Copa Marlboro

La Copa no copa (como ven, es un trofeo) Marlboro (y Miami también, luego entenderán) que se llevó Millonarios en su edición Miami de 1987.

Alrededor de este evento hay una verdad de a puño. Y es que de no ser por la comunidad colombiana residente en Estados Unidos el fútbol colombiano difícilmente habría clasificado a tres mundiales seguidos en los 90. Ellos, con sus dólares invertidos estoicamente en cientos de miles de insulsos partidos amistosos la mayoría contra Honduras fueron quienes hicieron viable lo que de otra forma no habría dejado de ser un sueño, un bello sueño.

Ahora sí a lo que vamos. Decir Copa Marlboro es decir arcos con rueditas, colombianos en guayabera y ombliguera repartiendo codazos en la tribuna del Orange Bowl con tal de asomarse en la transmisión que verían sus familiares en la patria, partidos en diamantes de béisbol con vastas zonas de la cancha en arena o en su defecto, en canchas de fútbol americano con sus respectiva demarcación intacta -pesadilla de cualquier juez- y vallas de Chibcha Night Club en Queens junto a las de Gloria Envía. Decir Copa Marlboro es recordar las épocas en que se mezclaban peras con manzanas, esto es: jugaban, para dicha de cualquier infante que a los 4 años su cerebro todavía no le permite distinguir entre clubes y combinados nacionales,  las Chivas Rayadas contra Colombia, Millonarios o Santa Fe versus la selección de Estados Unidos.

Programa de la edición 1987, constaba de 143 páginas con la explicación completa de la metafísica del evento.

Para los que recién llegan, para los nacidos después de 1990 -o a consecuencia de los festejos futboleros de 1989 y 1990-  les contamos que la Copa Marlboro fue un torneo de ribetes místicos pues comprendía  dos competencias en una sola copa. Misterio que, como el de la trinidad católica, es bastante insondable. De hecho, la redacción tardó todo un retiro espiritual en más o menos descifrar que la Copa Marlboro fue el nombre que le dieron a la Copa Miami en 1987, cuando esta llegó a su segunda edición. Así, Copa Marlboro y Copa Miami fueron dos en uno solo hasta 1990 cuando la Marlboro desaparece y la Miami continúa hasta 2001, año en que tuvo y no tuvo lugar su última edición, pues fue cancelada.

La Copa Marlboro fue un crisol de culturas y la madre del fútbol playa. Costa Rica enfrentó a Polonia y Colombia en la edición Chicago de 1990 sobre arena caliente, rasgo inolvidable de esta competición.

Pero hay más: la Copa Marlboro se extendió a otras ciudades, lugares en los que fue, hasta donde sabemos, sólo Marlboro, sin fundirse con otras competencias. Así, cada año se jugaba la de la capital de la Florida y una, dos o hasta tres más en Nueva York, San Antonio y Los Ángeles, entre otras locaciones.  Ahora vemos dónde hicieron su máster en diseño de competencias nuestros siempre creativos «popes» del FPC.

La Copa Marlboro estuvo exenta de «tierreros» por decisiones arbitrales. No obstante, en las canchas-diamante,abundaron. Aspecto del Colombia-Polonia de la edición Chicago-1990. Aporte de Entretiempo-FM.

Y dio para todo. En sus anales figuran toda suerte de delicias para el hincha obseso. Estas van desde el premio a Carlos Karabín -defensa de fugaz e irrelevante paso por el Millonarios campeón de 1987- como mejor jugador del torneo de aquel año, la venganza del 4-4 contra la Unión Soviética -en 1990 cuando Colombia derrotó por penales a los soviéticos tras empatar a cero en el tiempo reglamentario- hasta la participación de un tal «Equipo olímpico irlandés» que otros medios registraron como el Dundalk, sin que hasta hoy se haya podido llegar a un acuerdo.

Carlos Karabín, defensa argentino de Millonarios que alcanzó el cénit de su carrera en el colombanísimo Orange Bowl.

El catálogo incluye también la  no menos peculiar figura de los partidos de exhibición post campeonato como los de 1989 en Toronto (en el que una ignota escuadra local, «Toronto Italia» perdió con el Benfica») y San José, California. Sobra decir que desde ya hacemos votos porque los encargados de diseñar la Liga Postobón 2013 no se cuenten entre los visitantes del Bestiario y la lectura de este post les prenda su lamparita Coleman.

Al hacer el balance, se puede decir que la competición le dejó muchas cosas a Colombia. Y de todo tipo. En lo deportivo, Millonarios se llevó la de 1987, Nacional no se quedó atrás y levantó la de 1988 edición Miami mientras que Santa Fe cerró el ciclo ganador obteniendo de nuevo la de  Miami de 1989.  América no se quiso quedar  atrás y participó dos veces, sin éxito, en 1989 en lo que algunos llamaron «the little malediction of the garabat».

Los tres clubes colombianos campeones derrotaron, curiosamente a la selección norteamericana del legendario Tony Meola cuando en el equipo de este país se hablaba español y en los viajes muchos convulsionaban acechados por malos recuerdos al pasar el avión sobre la frontera con México.  Por cierto, más de un compatriota al cruzarse con el caristmático golero en algún mall intentó sin éxito sacarlo de casillas por esos días  con un sonoro «Tony, the Dimayor tu papá».

Se dice que luego de las tres derrotas ante equipos colombianos, el carismático Tony Meola fue aconsejado sobre los poderes sobrenaturales de la popular «greña paisa».

Por su parte, la selección, que incluía jugadores de Millonarios, Nacional y Santa Fe creando un galimatías futbolero pues varios de estos futbolistas ganaron varias veces un mismo torneo un mismo año pero con diferentes colores y sin cambiar de equipo,  salió campeona de una de las tantas que se jugaron en 1990 tras derrotar en la final a las Chivas Rayadas y subcampeona de otra en 1990 tras perder contra el Atlas.

El «Nano» Prince levanta el trofeo de 1987 desportillado con Photoshop. Al presentarlo, cada integrante del equipo reclamó un pantalón de dril marca Marlboro Leisure Wear.

En lo social, las cartulinas de los inmigrantes -distanciados muchos  por razones personales de la «migra»- con mensajes en clave para sus seres queridos en el Norte del Valle y el Eje Cafetero fueron fundamentales para la felicidad y tranquilidad de cientos de miles de familias colombianas.  En lo económico, dicen los que saben que  quedaron abismos del ancho del cañón del Chicamocha entre los dólares que percibían los clubes por la participación y lo que ellos acá a la Dian le decían que les habían dado. Pero en estos asuntos es mejor no profundizar porque el fútbol debe ser motivo de alegría, una excusa para que este país tan agobiado asome su cara más amable y siempre sonriente (?).

Y para Millonarios, el eterno arrepentimiento por haber aceptado subirse a esa excursión de 1987 pues si bien ganó, el «Nano» Prince levantó la Copa y cosechó comentarios positivos como el del ex «Naranja mecánica» Johan Neeskens asegurando que hacía años no veía un «forward» de las características de Óscar Juárez, fue en este viaje que sobre los azules cayó la tonelada de sal larga vida que hasta hoy los tiene en agobiante sequía campeonil.

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El papá de todos los videos de Eduardo Pimentel

Incluso más que el fútbol, los videos son la gran pasión de Eduardo Pimentel. Y en todas sus expresiones. Desde la tangible hasta la figurada. En cuanto a la primera, en sus años mozos se convirtió en el zar del Beta bogotano gracias a Batiamax I, su negocio de alquiler. Tiempo después, aprovechó su manía de grabar, en video, todos los partidos del Chicó para debutar como presentador de un programa en Canal Uno dedicado exclusivamente a analizar los errores de los de negro que perjudicaban a su equipo. Esto nos lleva a  la segunda, que tiene que ver sus bien conocidas maquinaciones, a veces fabulaciones, sobre conspiraciones, sociedades secretas y todo tipo de fuerzas que conspiran en su contra.

Consciente de esto, a Eduardo le asaltó una preocupación -es decir, se metió un video más- por allá a finales de 1988. Duró noches en vela preguntándose: ¿será que por andar en tantos videos me quedaré sin amigos? Precavido, quiso mandarle un mensaje contundente a sus carnales y esa es la razón que explica este aviso publicado en la Revista Millos.

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