Cuatro «deques» y un taco

(recomendable oír a alto volumen y con audífonos)

Fueron necesarios nueve segundos de declaraciones y el gran Freddy Rincón decidió meter un record difícil de igualar en ese tiempo. Luego de que el Amé

rica le ganara 3-0 al Deportivo Cali en 1990 Rincón no se intimidó ante los micrófonos y lanzó todo un dechado de dequeísmo ilustrado. Los periodistas no se enteraron y de hecho, en algunos casos, decidieron imitar el uso del «De que» del crack, al que se le perdona cualquier cosa luego del gol de taco que le hizo a Carlos «solousosacosdeequiposderugby» Trucco.

El enigmático sexy-laboratorio de La Equidad

La Equidad no deja de sorprender. Harto se ha dicho ya en este espacio sobre los asuntos del resorte de las sociedades secretas que, presuntamente, rodean al equipo asegurador. Por otro lado, su técnico, Maestro Alessis

, ha querido en más de una ocasión ofrecer lecturas erótico-deportivas del desempeño en la cancha de sus dirigidos. Por lo pronto, estos enigmáticos movimientos que tienen desconcertada a nuestra unidad investigativa -una corriente en ella asegura que se tratan en realidad de un enigmático santo y seña- sólo aportan una cucharada más de confusión. Necesitamos luz.

Unión La Cartagenera 1991

En materia de afectos futboleros la región caribe registra cierta promiscuidad. No es difícil, por ejemplo, encontrar hinchas del Unión, del Sucre, del Valledupar e incluso del Real Cartagena con espacio en su corazón para el Júnior, el Unión o el incluso el Real Cartagena. De este amor libre con rotación incluida también se han contagiado los equipos. La historia del Unión la Cartagenera es una buena muestra.

Ocurrió que para el segundo semestre de 1991 el Unión Magdalena tenía sus cuentas bancarias en su estado natural, es decir, plagadas de sobregiros, hechas una bahía de tinta roja. Agobiados por las deudas y cansados del exceso de apatía de su fanaticada, sus directivos vieron con buenos ojos la posibilidad de instalarse en Cartagena donde los esperaba el patrocinio de la Lotería La Cartagenera y con él, el apoyo de las fuerzas vivas de una ciudad que sólo había tenido fútbol profesional en 1971 cuando el Bucaramanga se disfrazó de Real Cartagena.

Así, el equipo dirigido por el argentino Daniel Silguero -de dilatada trayectoria en las inferiores del América- llegó a un estadio Pedro de Heredia semiabandonado cuya cancha albergaba una población de morritos que triplicaba la ya significativa del Eduardo Santos. En su nómina figuraban dos leyendas criollas del arco: Jorge Rayo y Roque «cada que me tocaban en el Campín me tiraba al piso por 34 minutos» Pérez; un terror de los (propios) arqueros como Álvaro Aponte; dos jóvenes promesas: Carlos Asprilla y Flaminio Rivas; un artillero con la pólvora ya con bastante moho: Héctor Ramón Sosa y otros nombres que algo nos dicen como Guillermo «Efectividad» Serrano, Ronald Valderrama, el gran Teddy Orozco y el diez argentino Marcelo Ibañez.

El balance del paseo a la vecina ciudad fue más bien discreto. El Unión terminó el finalización en la misma novena posición que había logrado en el apertura y no le alcanzó para un cupo en los cuadrangulares. Para el año siguiente regresó vía carretera de la cordialidad a Santa Marta mientras que a Cartagena llegó -de nuevo por la carretera de la cordialidad- el Sporting de Barranquilla que pasó a ser el segundo Real Cartagena, el mismo que sobrevive hasta nuestros días.

 

Daniel Tílger, homenaje a un precursor

TilgerNorberto

Hace relativamente poco el plantel profesional de Millonarios decidió que visitar el salón de belleza del afamado estilista Norberto era una buena alternativa como actividad lúdico-estética-cultural. Las imágenes de los dirigido por Vanemerak estudiando alternativas para hacerse la permanente mientras otros se decidían por los rayitos al tiempo que disfrutaban de un pedicure escandalizaron a los más puristas, a esos hinchas enchapados a la antigua para quienes la estética en el fútbol sólo tiene cabida a la hora de despuntarse el bigote.

El caso fue que la incursión en predios tradicionalmente hostiles fue asumida como un hecho sin precedentes. Los más librepensadores reconocieron el valor de este puñado de muchachos que habían dejado atrás prejuicios para darle bandera verde a otras dimensiones de su ser. Pero no sabían quienes esto aplaudían que en 1991, diecisiete años antes, Daniel Tílger, como lo demuestra esta foto, ya cargaba en su billetera camuflada de velcro una tarjetica de cliente frecuente de este mismo salón de belleza, con un agujero hecho con perforadora por cada visita a renovar la vitalidad de sus rayitos tipo peluquín.

 

Pelé y sus gustos raros

Nuestros mentores de Enunabaldosa diero

n a luz la que para nosotros es la mejor sección que pueda tener cualquier blog de cualquier internet de cualquier planeta: Pelé debutó con un pibe. Ofrece una juiciosa exploración por una faceta del ídolo que pocos medios se han atrevido a esculcar. No obstante el rigor, hasta ahora habían pasado por alto otra dimensión de su vida sentimental que esta fotografía -recién llegada a manos de nuestra unidad investigativa- revela y que promete más de un dolor de cabeza para el departamento de comunicaciones de Pelé Corp.

Tres estadios 1A

En el video lo importante no es que el «Rambo» Sosa se haga un gol que deja a Caldas entre los ocho, ni que James Rodríguez papá marque un gol de tiro libre que le hizo comerse varias

cucharadas de arena al arquero del Sporting, Lisandro Bello. Tampoco es importante eso de que Alfonso Cañon hijo clave un golazo de tiro libre y que el arquero del Cúcuta William Mosquera dé volteretas como extra de vaquero acribillado en una película de John Wayne.

Lo verdaderamente valioso es ver tres colosos: el Romelio Martínez de Barranquilla en el juego Sporting-Tolima, el extinto Fernando Londoño y Londoño de Manizales, cuando estaba siendo demolido para darle paso al Palogrande y el Luis Duque Peña, ubicado en Girardot y hogar del Cúcuta Deportivo en 1990.

Nadie sabe si el Atlético de Madrid, en sus angustias económicas, tal vez hubiera jugado contra Sporting y Cúcuta hoy, en esos estadios.

 

Selección Colombia D’León 1988

La camiseta de la selección estuvo muy alcance de la industria nacional en los ochenta antes del contrato firmado con Umbro en 1993. Casi todas las casas de ropa deportiva criollas tuvieron su palomita. Y entre ellas una antioqueña que tuvo su auge a finales de los ochenta vistiendo a los equipos paisas y como sastre oficial de René Higuita: D’León, marca que seguramente en su misión incluía algo así como «seremos el león que devore al puma». Finalmente esto no ocurrió, no tenemos noticias de su supervivencia. Le quedó, eso sí, el honor de haber estado en más de una convocatoria.

 

Última Hora: imágenes exclusivas de la negociación Jeque-Club Deportivo Los Millonarios

Dentro de un corpiño, una de nuestras habituales colaboradoras en la Unidad Investigativa del Bestiario del Balón pudo acceder a los momentos más tensionantes del diálogo sostenido entre el Jeque y los mi

embros de la Junta Directiva que quieren vender el club azul. Por ahora las partes se encuentran en un round de estudio para saber si la transacción llega a buen puerto. Una de las condiciones impuestas por el Emir González de turno es que no contará en la próxima temporada con Ignacio «King Hippo» Ithurralde y Ezequiel «Don Flamenco» Brítez.

Seguiremos informando…

 

Estaremos informado

Los tejedores de Cartago

El aviso fue avistado en una Revista del América de 1988, época en la que abundaban los enredos, las madejas de dimes y diretes que terminaban hechas una melodía. Por suerte había quien las desenredara. O por lo menos así se vendían.

Bono: identifique al último de izquierda a derecha y gánese una valera de Manricuras.