El manoverguismo azul recibe adhesiones

Carlos Preciado la tiene clara. Si fuera por su talento, su éxito y continuidad en Millonarios estaría en duda. Visitante frecuente del Bestiario, Preciado, temeroso de no recibir llamado a negociar para renovar su contrato en diciembre, no dudó en coquetearle a la logia de los manoverguistas con este gesto que nuestra unidad investigativa detectó el pasado miércoles en el partido en Tunja contra Chicó. Sabe que una vez admitido en la logia, superados los ritos de iniciación, su atornillada al cargo de volante embajador vendrá por añadidura.  Tiene a la mano el caso Marcio, delantero azul por más de un lustro. Y el de Harry Castillo, que debutó en 1992, fue hasta Corea, volvió y al regresar 13 años le tenían bien guardado su puesto.  Su ingreso tendrá que tener el vistobueno de los ancianos de la tribu, entre ellos, Rafael Robayo:

Robayo, salta a la cancha y hace el saludo manoverguista de rutina.

«Me duele porque más de una persona se burlaba de mí». La efímera historia de Centauros

Fue ascender y se perdió el rumbo. Humildes como ellos solos, los dirigentes del Centauros de Villavicencio se enceguecieron el día que ganaron el cupo en primera división. Su arribo a la división de honor y un buen torneo inicial hicieron creer a los directivos que el equipo podía ser campeón. En el Meta incluso, se decía que «Centauros no paraba hasta que llegara a Tokio», sede de la extinta Copa Intercontinental de Clubes. Barcelona tomó nota de este duro adversario, Real Madrid empezó a llamar a sus contactos en Colombia -los mismos que le vendieron a Edwin Congo- para que les llevaran informes sobre ese coloso futbolístico y por Milan decidieron llamar a la selección de Bolivia en 1994 para consultarles sobre si era fácil ganar en Villavicencio, como lo hicieron los bolivianos en 1994 durante un amistoso con Colombia.

El terror de los rivales llevó a pensar que el deporte del coleo, muy practicado por esos lares, era la manera con la que el equipo celeste se hacía infranqueable. Luis Cubilla fue a entrenar al club a comienzos de 2003 (como siempre ocurre, a Alvaro de Jesús Gómez lo echaron logrado el ascenso) pero salió corriendo al ver que su cuerpo no cabía en Capacho´s y le dejó el puesto a Diego Umaña que triste, nunca se adaptó a la ciudad. Alexis García terminó agarrando a Centauros cuando estaba ya en las últimas y no pudo salvarlo del descenso.

De Centauros ya no se recuerda ni su nombre. No queremos saber cómo fue la reacción de la señorita lacrimógena y que capaba trabajo cada vez que jugaban Jersson González, Herly Alcázar, Oswaldo MacKenzie, Guillermo Hernando, Francisco «Miyuca» Mosquera el día que le dijeron que Centauros se iba a jugar a Popayán.

Golondrinas que no hicieron verano, los títulos de Millonarios durante la sequía

Hinchas azules celebran título de 1988. Varios de los de que aparecen en la foto hoy hacen parte del club Tena según pudo establecer nuestra unidad investigativa.

Este año Millonarios cumple 23  sin darse el gusto de añadir una estrella a su escudo. Ya hay por las calles jayanazos casados, con hijos, barbudos, colgados en la cuota inicial del Spark y reportados en Datacrédito que no saben lo que se siente ver a su equipo campeón del torneo local.  Pero la abstinencia no ha sido total. En este lapso los azules han dado una que otra vuelta olímpica, paños de agua tibia que hoy recordamos en este especial.

Copa Tecate 1994

Bizarro certamen que tuvo lugar a comienzos de 1995 cuando algunos avezados empresarios consiguieron el apoyo de la cerveza mexicana Tecate -que por ese entonces llevaba a cabo un intento, a la postre fallido, de penetrar el mercado colombiano- para la realización de un cuadrangular internacional en Bogotá.

Desde el comienzo algo olió raro. Pese a lo llamativo de los equipos que desde diciembre habían anunciado su presencia: el Vélez Sarsfield recién coronado campeón del mundo, la selección mexicana del “Chapulín” Campos, la selección polaca y el local Millonarios al cuadrangular se le dio el mismo cubrimiento que se le suele dar por esa época al nunca bien valorado octogonal del Tabora. Fue así como en diciembre, los pocos que leyeron en algún recuadro que a Bogotá vendría el Vélez campeón intercontinental de Bianchi, Chilavert, Flores, Assad, “El negro” Gomez y Roberto Trotta además de la selección mexicana de Campos creyeron que se trataba de algún error fruto de la confusión del encargado de los despachos de AP por aquello de la similitud entre la altura de Bogotá y el DF y que la sede del cuadrangular tendría como sede la ciudad de México. De esto siguieron convencidos los pocos que tenían noticia del evento cuando en los primeros días de enero no apareció ninguna información al respecto.

Sin embargo, a finales de enero un pequeño aviso apareció en las páginas interiores del Diario Deportivo anunciando el cuadrangular internacional Copa Tecate con la participación de Vélez, la selección Polonia, Millonarios y un bizarro “combinado mexicano”. A cuentagotas se supo que en efecto el cuadrangular tendría lugar en Bogotá, que Vélez traería a buena parte de sus figuras y que Millonarios lo asumiría como parte de la preparación para la Libertadores de 1995. Lo que no quedaba claro todavía era el tema del “combinado mexicano”.

A una semana de comenzar el torneo, el evento tuvo algún despliegue en la prensa capitalina. Sobre el cuarto participante, el enigmático combinado, se supo que sería un arrejuntado de jugadores de la liga azteca con el “Chapulín” en el arco. Este último fue incluso objeto de un artículo de una página que con motivo de su próxima visita a Bogotá le dedicara el Diario Deportivo. Un nuevo aviso, también en el DD; días antes del evento anunciaba que el cuadrangular lo abrirían el viernes los partidos Vélez-Combinado mexicano y Millos-Polonia.

Llegado el día de la inauguración, los escasos enfermos que esa fría noche se agolparon en las gradas del Campín vieron salir por el túnel al que supuestamente era el tan mentado combinado mexicano luciendo un uniforme blanco y azul muy oscuro. Rápidamente se percataron de que el arco no lo ocuparía el legendario “Chapulín” sino que este sería ocupado por un portero barbudo luciendo un buzo de algodón a rayas que resultaba bastante familiar. Se trataba, no podía ser otro, del popular arquero argentino-boliviano Carlos Leonel Trucco. Esto sirvió también para desbaratar de una buena vez la farsa que se había tejido en torno al “combinado mexicano”. El equipo que saltaba a la cancha era el Pachuca, que por esa época militaba en la segunda división mexicana. Por su parte, Vélez tuvo a bien seguir esa costumbre que tienen los equipos foráneos de lesionar a sus principales figuras días antes de venir a Bogotá. En efecto, el Vélez que saltó esa noche al Campín pese a tener en su alineación a Trotta, a Zandoná, a Basualdo, a Assad y al “negro” Gómez no tenía a sus dos estrellas del momento: el gran Jose Luis Chilavert y el “Turu” Flores.

La primera jornada dejó a Vélez y a Millonarios como ganadores de sus respectivos partidos (los azules le ganaron, casi a la medianoche, 3-0 a Polonia). De acuerdo con la programación, estos serían los protagonistas del encuentro de cierre del cuadrangular el domingo siguiente. Fieles también a la tradición que obliga a todo equipo del sur del continente que disputa un amistoso en Colombia a protagonizar actos bochornosos tres jugadores de Vélez se hicieron expulsar en los primeros diez minutos del partido. Con ocho hombres en el terreno, con Sandro Guzmán en el arco y el “Turco” Assad en la banca sin que finalmente ingresara, un opaco Vélez fue presa fácil de un Millonarios que con un 3-0 se coronó como flamante campeón del Copa Tecate 1995. Torneo que nació y murió donde habita el olvido.

Andrés Cerquera y la Copa Merconorte 2001

Hay jugadores como Bonner Mosquera que le han dado la vida a un equipo recibiendo a cambio la alegría de levantar una copa Tecate en el mejor de los casos. Hay jugadores como Andrés Cerquera que le han dedicado sus ratos libres a una institución y a cambio han recibido la oportunidad de levantar el trofeo de un torneo internacional de clubes avalado por la FIFA.

De nuestro homenajeado se comenzó a saber a comienzos de 1999 cuando hizo parte, junto con Andrés Chitiva, de la nómina de Montaña y Fandiño que se coronó campeón del tradicional Hexagonal del Olaya, «Amistad del sur». Meses más tarde reaparecería en el panorama haciendo parte de la nómina alterna con la que Millonarios disputó la Copa Merconorte de ese año bajo la batuta de Luis García. Un gol, el del descuento contra Barcelona de Guayaquil en Bogotá, fue su balance. Debemos aclarar a esta altura que por algún extraño motivo las apariciones de Andrés se limitaron este año a los partidos nocturnos que entre semana se disputaban con motivo de esta competición.

Para el año entrante la tendencia continuó. Mientras las apariciones de Cerquera en los partidos del torneo local se limitaban siempre a aforar el banco de suplentes y a intrascendentes apariciones en tiempos suplementarios, en la Merconorte era común verlo en la nómina titular y disputanto partidos completos. Pareciera como si García –con García, todo es posible– lo tuviera reservado únicamente para la Merconorte garantizandole así a este «internacional» el sagrado descanso del domingo (no se descarta entonces que Andrés oficiara de forma paralela como pastor). Pastor o delantero, el hecho es que estuvo en el gramado del Capwell de Guayaquil en el partido de vuelta que los azules disputaron contra Emelec. Y si que estuvo. Tanto, que en la fotografía del título, la misma que circuló por todo el mundo en la revista de la Conmebol, la que se exhibió en la sede administrativa del club, la copa, la única copa internacional de Millonarios y la única en los últimos 18 años, aparece en sus manos. ¿Y Bonner? Bien gracias. Sendos ataques de ira del de Condoto con arremetida incluida contra el cuadro forzaron la decisión de archivarlo.

Su fulgurante carrera se apagó a comienzos de 2002.

Gracias, enunabaldosa

La sobreactuada Copa Cafam de Carmelo Valencia (2009)

La más reciente, la más fresca en la retina del hincha. Tras derrotar a un encopetado Argentinos Juniors, el equipo de Quintabani enfrentó al América en la final del más tradicional de los torneos de verano (de talento) del FPC. Tras empatar a cero en el tiempo reglamentario vino la definición desde los 12 pasos. Arango y Tavima, de los rojos, desperdiciaron sus cobros por lo que la definición quedó en los pies de Carmelo Valencia. El chocoano mandó el balón arriba, fuerte, para inmediatamente despojarse de la camiseta y dejar el alma en una celebración desatada y sobre todo lejana de lo que dicta la urbanidad de (Ariel) Carreño para celebraciones de cuadrangulares de poca monta.

Bonus track: clásico en homenaje a Pelé con doble efecto refisal (2-1, enero de 2010)

 

Wikibestiario. Elecciones 2011: ¡Alcalde Pecoso, por un gobierno calidoso!

Cuando más caliente se encuentra la disputa por la alcaldía entre Peñalosa, Petro y Parodi, aparece una nueva letra P en este Póquer de opcionados para treparse al poder. Hoy las encuestas publicadas por Datexaco (la única firma que teterea con gasolina los carros donde transporta los formularios y que llama a teléfonos fijos, como es la costumbre de las viejas encuestadoras) indican que la intención de voto por Fernando «Pecoso» Castro se aproxima a un 52%. Los motivos que llevaron a la explosión de este fenómeno político: el primer lugar del Quindío en la tabla de posiciones (hecho anunciado desde hace unos meses por el Bestiario del Balón) y su mano fuerte ante una ciudad que se cae a pedazos por cuenta de las administraciones pasadas y presentes. En su discurso pugnará por las condenas a los malhechores, a la reconstrucción del agro y a la explotación y trabajo de metales preciosos.

El eslogan de campaña, según nos informaron nuestras fuentes, es: «Alcalde Pecoso, por un gobierno calidoso» y acá en exclusiva registramos un video donde plantea su plan de gobierno distrital.

¿Sueños presidenciales?  lo determinarán los sufragios en la próxima jornada de octubre. Pero todo puede ocurrir en el mapa político. Seguiremos informando…

De la vieja costumbre de rotar la nómina

Arriba: Carlos Fernando Navarro Montoya, Víctor Luna, Hernán Darío Herrera, Jorge Porras, Acisclo Córdoba. Abajo: Pedro Sarmiento,Willington Ortíz, Carlos Ricaurte, Víctor Lugo, Luis Eduardo Reyes y Álvaro "Polaco" Escobar.

No es Richard Páez el primer técnico que juega al técnico y sorprende con una alineación hecha por su niño interior (aunque sí es el primero que se pone en estas en un partido crucial). Antecedentes hay muchos, como este de Gabriel Ochoa Uribe, técnico de Colombia en las eliminatorias al Mundial de México que para el último partido de la fase de grupos contra Venezuela decidió saltar a la cancha con una formación con varios detalles curiosos. Veamos:

  • Una prueba más del desliz de tres partidos de Navarro Montoya con Colombia del que todavía hoy se arrepiente.
  • Colombia ya estaba clasificada al repechaje contra Paraguay, el partido no quitaba ni ponía por lo que Ochoa decidió rotar la nómina, no poner a todos los titulares. Así, tuvieron su palomita Carlos Ricaurte, titular, «Kiko» Barrios y Eugenes Cuadrado (entraron en el segundo tiempo).
  • Fue el estreno en territorio nacional del uniforme Adidas por el que a última hora se optó y que obligó a desechar el diseño en el que tanto se esmeró María Elvira Pardo.
  • El ejercicio no le reportó pérdidas a Ochoa. Ganó Colombia 2-0, goles del «Triciclo» Córdoba y Hernán Darío Herrera.
Foto tomada del grupo de Facebook «Fotos Anttiguas de Bogotá«, aporte de John Alex Poveda y detectada por billy tontoni.

La adolescencia tardía de Múnera Eastman

Por su garganta pasaron un título de Libertadores de su entrañable Nacional, tres clasificaciones a Mundiales, una Copa América y miles de goles de los equipos antioqueños. Pero se contuvo. Muchas veces quiso, en la cumbre de la euforia, soltar un madrazo cuando la alegría o, también, la tristeza lo hacían imprescendible. Aun así, tuvo autocontrol, prefirió no tener que lidiar los embates de las ligas de la decencia. Pero los años no llegan solos y muchas veces traen el ímpetu rebelde traspapelado a la adolescencia. Y en él, y en el debilitamiento de los valores, se apoyó el martes pasado para soltar al aire, sin agüero, sin temor a la falsa moral de esta hipócrita sociedad un madrazo con todas las letras, el que tenía reprimido en la garganta desde el gol de Freddy Rincón.Pero esos eran otros tiempos.

Sáqueme de la duda

¿Qué vio -u olfateó- Pachequito para que pusiera esa cara?