Nunca se vivió tal zozobra en los mercados. Ni la guerra del centavo propiciada por las rutas «Serafina» vs «Bonanza» de Cootransniza y mucho menos la cacareada y ochentera disputa de la guerra Pepsi Vs Coca Cola se llevó más atención que esta pelea sanguínea y sin ganadores que dieron estas dos bebidas en polvo durante 1994.
Fresco Royal pegó primero y muy duro: apostó por Carlos Valderrama como su imagen oficial. El «Pibe» gustoso, aceptó la idea, sin embargo al director del comercial -seguramente argentino- poco le gustó el tono de voz del 10. Por eso pensó en un genial cabezazo: contratar un doble de voz -que fue doble de riesgo en realidad- mientras que Valderrama abandonaba los estudios de Inravisión en San Diego. El experimento salió todo mal, todo mal.
Tang, viendo que estaba perdiendo la batalla de polvos saborizados disueltos en agua, metió una ficha fuerte: usó la expresión «inmortalizar» con el fin de persuadir al consumidor para que comprara los vasos de la Selección, esos mismos en los que no se puede servir gaseosa porque el gas se va tan rápido como Colombia de ese Mundial 1994 y que supuestamente jamás se iban a volver a ver alguna vez en la vida.
No hubo vencedores en esta guerra. Sí varios reclamos por el mal doblaje y cientos de vasos plásticos guardados en los garajes de los directivos de Tang.