Nunca se vivió tal zozobra en los mercados. Ni la guerra del centavo propiciada por las rutas «Serafina» vs «Bonanza» de Cootransniza y mucho menos la cacareada y ochentera disputa de la guerra Pepsi Vs Coca Cola se llevó más atención que esta pelea sanguínea y sin ganadores que dieron estas dos bebidas en polvo durante 1994.
Fresco Royal pegó primero y muy duro: apostó por Carlos Valderrama como su imagen oficial. El «Pibe» gustoso, aceptó la idea, sin embargo al director del comercial -seguramente argentino- poco le gustó el tono de voz del 10. Por eso pensó en un genial cabezazo: contratar un doble de voz -que fue doble de riesgo en realidad- mientras que Valderrama abandonaba los estudios de Inravisión en San Diego. El experimento salió todo mal, todo mal.
Tang, viendo que estaba perdiendo la batalla de polvos saborizados disueltos en agua, metió una ficha fuerte: usó la expresión «inmortalizar» con el fin de persuadir al consumidor para que comprara los vasos de la Selección, esos mismos en los que no se puede servir gaseosa porque el gas se va tan rápido como Colombia de ese Mundial 1994 y que supuestamente jamás se iban a volver a ver alguna vez en la vida.
No hubo vencedores en esta guerra. Sí varios reclamos por el mal doblaje y cientos de vasos plásticos guardados en los garajes de los directivos de Tang.
El Bestiario del balón se preocupa por el bienestar de su gente y le ofrece en exclusiva en este Radiobestiario tres secretos para triunfar. Espere además:
-Todos los detalles de la incursión azul en casa de Noemí. ¿Qué hacía José Mera mojando comapanes en Baileys?
-Les explicamos por qué el IDRD prefiere el fútbol a media luz en el Campín.
-Exclusivo: la heráldica de los De Iguarán y Zúñiga.
-La lista de funciones de Comesaña en su nuevo cargo. La primera: tinto con Pacho.
-Y para el cierre: Miguel Ángel y sus anécdotas de amigo secreto.
Lejos de resolverse, el enigma crece. Una pata más que le nace al gato -negro- del misterio que rodea la Zombie-FPC-connection. Ayúdenos a esclarecerlo.
Leonel ganó, luego de este comercial, un reality en el que se jugaban 325 millones de pesos, un título con Medellín y de carambola, el puesto como seleccionador de Colombia. La próxima meta es, con la Cruz de Gólgota, llegar a Brasil 2014.
Eran tiempos de TV Cable y no de Telmex. De videos como «Cantaloop» de Us3, de «Backwater» de los Meat Puppets y de Daisy Fuentes en MTV. De decodificador Zenith en imitación madera que solamente llegaba hasta el canal 66, Tele Uno, donde pasaban Mannix y The Rookies y eran tiempos de carísimas facturas.
Eran tiempos en los que había Copa Intercontinental de Clubes y se esperaba con ansia que llegara este partido a final de año. Y ahí, amenizando la mañana dura y la cruel madrugada, Carlos Julio Guzmán aparecía con un estilo inconfundible que nos abstraía de la gritería que se veía en otras narraciones.
Y lo hacía con el fútbol español, italiano y en la Intercontinental de 1992. Eran tiempos en el que el mejor Barcelona de la historia también perdía y tiempos en los que nadie se había destemplado por los relatos de los comentaristas mexicanos. Nadie le ponía mute al televisor. Eran tiempos de Carlos Julio Guzmán.