Wikibestiario: El legado del quinto Beatle

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Hace unos años nuestro espacio aliado El blogotazo sorprendió con la revelación de que el quinto Beatle vive en Bogotá con una cédula en el bolsillo a nombre de David Cañón. Allegado al fútbol, este personaje tuvo a bien iniciar, al son de «I want hold your hand»,  al goleador y ahora burócrata (hasta la fecha desconoce el significado de «A hard day´s night») bogotano Héctor Javier Céspedes en el culto a los muchachos de Liverpool. Eso sí, discreto como siempre ha sido y además autocrítico, en lugar de Lennon o McCartney, Céspedes desde el primer momento tuvo claro que su referente tenía que ser Ringo Starr.

El quinto Beatle.

Suave, Pibe

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Radiobesitario y el posmundial

Imagen tomada de esferapublica.org, foto: Catalina Plazas.

Una edición más de este espacio cómico-deportivo-cultural. Espere esta semana:

-Todos los detalles y más sobre el debut de Carlos Navarrete en el pantalla chica. Sorprendentes hallazgos, «Bolillo» involucrado.

-La casa gran hermano debería estar al servicio de la escogencia del DT Nacional. Campaña.

-Regresa desde Neiva ZeMaría, y, adivinen: lo robaron.

-Eugenio estrena platea numerada en su propia sala.

-Todo sobre la disputa por el «Voto perritu» en las próximas elecciones.

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El fútbol antes de la cultura FIFA

Tenía más folclor. Permitía escenas como esta, de un saque de honor-homenaje  a cargo de un empresario -Augusto LópezValencia- gerente de una empresa -Bavaria- que con su marca -Club Colombia-  patrocinaba a un equipo -Santa Fe- que para la época -1992- estrenaba nuevos dueños entre ellos uno que hoy sería llamado un polémico empresario: César Villegas.

Bono: Identifique al periodista que sostiene el micrófono de Antena2 y gánese un palo de queso original de la final del Torneo de las Américas sub23.

Siempre habrá 20 primeras veces

Egipto, país volcánico y sanguíneo, está a la espera de el Keops del fútbol, Francisco Maturana para que asuma por esos lares. Allá hay camello, dirían los que hacen flojos juegos de palabras. Pero casi siempre la postal es exacta: gran histeria colectiva ante la llegada del filósofo de Yondó a cada estación a la que arriba. Los muchachos pidiendo autógrafos, los jugadores díscolos haciendo un acto de contrición para no fallarle nunca al hombre y la fe de los directivos se instala en el previo.  La imagen se dio siempre, más en los últimos años en estaciones como Madrid, La Plata, Santa Fe, Bogotá, Riad, Quito, San José, Puerto España y Lima.

El Cairo espera su llegada y el Jorge Antonio Vega de ocasión, estará listo para informarnos si las plausibles bienvenidas, así como las salidas traumáticas -y que lo diga Mubarak- siguen siendo una constante.

Maturana, el día de su desembarco azul.

 

Navarrete, rent a DT

httpv://www.youtube.com/watch?v=s0U4IDpnLOY&feature=youtu.be

Siempre lo tuvimos claro: a Carlos Navarrete la profesión de DT nunca lo llenó del todo. Varias veces nos referimos al desgano que con frecuencia mostraba sentado en los bancos de los muchos equipos que -brevemente- ha comandado. Por eso nos alegra de corazón que haya encontrado una profesión que no sólo complementa a la perfección la de entrenador, sino que además está en perfecta consonancia con su perfil profesional: la de actor de comerciales serie J. Y es que no son anuncios de productos de Natural Freshly o de Boston Medical Group, ni más faltaba. Se trata de una agencia de alquiler de carros por días, horas o meses, tal y como ocurre con sus servicios de dirección técnica. Más armónico, imposible.

Navarrete, desempeñando su profesión alterna.

El Tren es de Millos, la prueba reina

El rumor siempre estuvo. Ídolo cardenal, de los mejores delanteros que se han puesto la camiseta de Independiente Santa Fe, muchos sostenían que Adolfo Valencia era hincha de Millonarios. Pero pruebas, ninguna. Hasta hoy. El Bestiario del balón tuvo acceso a esta fotografía que es la prueba concluyente del amor que el popular «Tren» siempre sintió por el equipo azul. Bien es sabido que a finales de los noventa existió entre los jugadores de este equipo una logia secreta, la de los «manoverguistas» que el Bestiario en su momento puso en evidencia. El santo y seña de sus miembros era el gesto que le vemos a Valencia en la foto: la mano entre la pantaloneta en contacto con las vergüenzas.

Pues bien, por cosas de la vida y de los empresarios, el «Tren» nunca pudo ponerse la azul. Pero nada le impidió pertenecer a esta logia y antes de cada partido con Santa Fe reafirmar, mediante este pequeño ritual (hecho con cautela, sin que nadie lo viera, como se puede apreciar) que si bien su cuerpo estaba con los rojos, su corazón nunca dejaría de ser azul.

Hallazgo de Jorge Carmargo.