De nuevo los arqueros y sus veleidades. Casi veinte años después -la foto es de 1994- un ferviente activista de la causa contra la autodeterminación de los guardavallas nos ha filtrado esta borrosa fotografía. Corresponde a un partido del América contra el Junior en el Metropolitano en el que Óscar Córdoba no quiso lucir el buzo de dotación -Umbro, marca que vestía al América por ese entonces- y muy orondo se puso uno del Bayern Munich, marca Adidas y con el patrocinio de Opel.
Las razones por las que decidió lucir esta prenda no venían con la filtración. Se podría especular con que tal vez quería demostrarle a los directivos bávaros que lo de Adolfo Valencia había sido una excepción y que sí había colombianos dispuestos a adaptarse al club y el primer paso era comenzar a lucir su ropa de trabajo. Quizás fue un regalo de alguna novia, familiar o amigo desconocedor de que un arquero por muy iconoclasta que sea debe lucir el uniforme que le proporcione el club y que Córdoba por pena tuvo que usarlo al menos una vez. Por último, no descartamos tampoco que desde muy joven Oscar haya cultivado una secreta pasión por el Bayern y, en general, por la cultura bávara. Para confirmarlo estamos en la búsqueda de las minutas del celador de la célebre Taberna Bávara de Unicentro entre 1991 y 1992 cuando el entonces juvenil arquero defendía hacía sus primeros pinitos –algunos dolorosos– bajo el arco azul.