El país celebra 20 años de la constitución de 1991 y al Bestiario del balón, fiel a su compromiso cívico-patriótico, le corresponde desenterrar el aporte que a la carta magna hiciera nuestro representante: Francisco «Pacho» Maturana, integrante de la AD-M19 en la Constituyente. Y aquí, una noticia mala y una buena. La mala, que, como era de esperarse, el buen Pacho poco se asomó por el centro de convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada. Su ausentismo alcanzó niveles parlamentarios, a tal punto que cuando fue a cobrar se encontró que tenía que ir con un acudiente para que su cheque no le fuera retenido. Furioso, amenazó con renunciar y cobrar indemnización. Resignado, supo que la única indemnización que recibiría sería sendos autógrafos de Álvaro Gómez, Horacio Serpa y Antonio Navarro. En todo caso lo hizo no sin antes prometerse que sería la primera y última renuncia sin indemnización de su vida. Y damos fé de que lo ha cumplido.