Para los lectores que no lo conocen, este joven arquero -no sabemos bien por qué, pero los eternos suplentes, salvo la «Gallina» Calle tienden a conservar, así pasen los años, un cierto aire juvenil, como si el arranque de su proceso de maduración dependiera de su esquiva consolidación como titulares-. Retomamos: para los que no lo conocen, este joven arquero nacido en Flandes (Tolima) viene siendo como el Álvaro Anzola del occidente colombiano.
Formado en las inferiores del América, Dussan, como Anzola, se hizo a un nombre como suplente abnegado gracias a los largos años (cuatro, entre 2001 y 2006) en los que alternó juicioso entre la tribuna y el banco del Pascual mientras veía a Diego Gómez, «Rufay» Zapata y Julián Viáfara percudir sus uniformes. De nada le sirvió haber sido campeón, como titular, con el Real Cartagena en el 2000: para su desgracia los técnicos rojos siempre vieron en él al tipo ideal para tener en el banco y hacer más soportable un América-Pasto un miércoles por la noche.
Con ganas de saber lo que era llegar cansado a casa un domingo por la noche, buscó nuevos aires. Fue titular del Depor de Jamundí en el 2006, de ahí el salto a Huracán de Argentina en donde tampoco pudo instalarse como titular. Regresó a Colombia a comienzos de 2008 para ser incialista de Academia Compensar en donde algo mostró pues el Deportes Melipilla de Chile se fijó en él como refuerzo para el segundo semestre.
En Chile protagonizó un peculiar episodio: Melipilla enfrentaba a un rival directo en la lucha por evitar el descenso, Santiago Morning. El equipo en la cancha no se encontró y para el final del primer tiempo ya perdía 0-5. Ofuscado, Dussan decidió empacar sus corotos y abandonar raudo y sin mediar explicación el estadio, obligando al técnico a recurrir al arquero suplente para la segunda parte. El partido finalmente terminó 1-5 y nadie del club salió a buscarlo.
Con información de La Rompieron. Imagen cortesía de Melipilla Deportes. .










