Miguel Ximénez

Ximénez era el seudónimo de un recordado cronista que en los años 30 se esmeró en construir amenos relatos ambientados en el bajo mundo bogotano. También fueron su fuerte las historias de los suicidas que elegían al paisaje del río Bogotá despeñandose por el Salto del Tequendama como el último recuerdo de su paso por este mundo. Fue en este lugar donde, por descender en búsqueda de una pareja que puso fin a su idilio y a sus días en este paraje cundinamarqués, pescó la pulmonía que lo llevaría a él también a la tumba semanas después.

Ximénez es el apellido de un delantero uruguayo que a finales de la primera década del siglo XXI (2007) se esmeró en evitar ser protagonista de los relatos que de los partidos del Junior de Barranquilla hacían los cronistas de todos los medios. En los ocho partidos que jugó procuró siempre mantenerse alejado del protagonismo que sólo puede dar el arco contrario. Terminado su paso por Barranquilla sin hacer ruido abandonó la ciudad rumbo a Lima en donde 32 goles marcados en 42 partidos con el Sporting Cristal el año pasado hicieron de él casi una leyenda. .

Estos datos valen plata

Inspirados una vez más en nuestro sitio mentor enunabaldosa.com, el Bestiario del balón le ofrece a partir de hoy a sus lectores esta sección semanal con lo más selecto de la actualidad bestiarista:

-El dato pasó de agache. Bueno, la Copa Colombia hace rato viene pasando de agache. El hecho es que Academia FC derrotó el pasado miércoles 0-1 al Millonarios del profesor Eyner Angulo en el Campín. Hasta ahí nada del otro mundo. La cosa cambia cuando nos enteramos de que el autor del gol fue John Jairo Sandobal (o Sandoval, no hay acuerdo). Se trata de aquel lateral que comenzó su carrera protagonizando el sonado episodio en el que el entonces técnico azul «Cheché» Hernández lo relevó en los primeros segundos del juego en el que debutaba para hacerle el quite a la norma que para la época obligaba a alinear un sub20. Poco después, Sandobal, o Sandoval, saldría por la puerta de atrás de Millonarios. La venganza es un plato que se sirve frío, en el frío de un partido de miércoles con estadio vacío…

-Hablando de estadios vacíos, hace unas semanas se registró un hecho entre lamentable y bestiarista en el Eduardo Santos de Santa Marta. Durante el clásico costeño entre el Unión y el Barranquilla F.C. (por Foad Char) un enjambre de abejas africanizadas dio buena cuenta de los escasos y no menos abnegados aficionados que presenciaban el partido. En medio de la emergencia no faltó quien sugiriera traer en el primer vuelo al padre Alirio desde Bogotá para para invitar por los altoparlantes a los insectos a abandonar el estadio en primera instancia. Finalmente le correspondió al ESMAD neutralizar a esta nueva modalidad de barrabravismo. Se espera también la sanción de la comisión disciplinaria.

-Volvemos con Millonarios. Ahora que en Facebook afloran los top 5 de corte bestiarista y teniendo en cuenta que en todos los que involucran a Millonarios hay un espacio reservado para el muy bestiarista gaucho Jesús Di Filippe nos pusimos en la tarea de averiguar qué ha sido de la vida del otrora «baby sitter» de los hijos de Héctor Burguez. Como es bien sabido, una vez salió de Millonarios fue a templar Santa Marta en donde pasó más tiempo en Taganga que en el Eduardo Santos (alegó ser alérgico a las picaduras de abeja). De ahí partío (seguramente en barco bananero) al CD Heredia de Guatemala, en donde no jugó ni un solo partido. Después lo acogió, en Ecuador, el Técnico Universitario en el que hoy milita «Rivaldito» Guerra, devenido referente del fútbol del vecino país. Su siguiente escala fue el Deflín, pero no Quishpe, sino el de la por estos días muy mentada ciudad de Manta. De ahí pasó a la Liga Deportiva de Loja de donde fue remitido al Municipal Cañar. Y no estamos cañando.

-Cerramos haciendo eco al detalle que pillaron nuestros colegas de Fox Sports durante la transmisión del partido de anoche entre América y Defensor Sporting: el jugador del América Carlos Valdez, en un arranque de anarquismo, suponemos, decidió salir al campo con un uniforme con diseño diferente al del resto de sus compañeros, como si se tratara del líbero de un equipo de voleibol. Interrogado al final del partido por su original atuendo, dicen que Valencia se remitió al derecho, también muy mentado por estos días, al libre desarrollo de la personalidad.

Los invitamos a aportar datos y novedades bestiaristas a través de los comentarios o del correo info[arroba]bestiariodelbalon.com.

Camisetas mojadas

Se podría decir que el primer equipo que le coqueteó al mercadeo en Colombia fue Millonarios. A comienzos de la década de 1980 lanzó una agresiva campaña con eslogans como «Millonarios gana por usted, gane usted por Millonarios», «Millonarios un orgullo que vale la pena compartir» y «Únase Millonarios y haga parte del gol azul» para convencer a sus hinchas de hacerse socios del club (no es de nuestro resorte especular qué pretendían los entonces accionistas con esta jugada).

Además de cuñas radiales, avisos en la prensa escrita y hasta un comercial de televisión que incluía un golazo de Silvano Espíndola, los encargados de la campaña decidieron que era una buena idea comprar un puesto en el salón del deporte de la naciente Feria del Hogar. En él, además de camisetas, videos y autógrafos los hinchas podían degustar, tampoco pregunten por qué, una selecta muestra de licores Grajales como en su momento lo reseñó la revista del club.

Allí, en medio de vinos espumosos tipo champaña despachó, junto a jugadores del plantel profesional, Marina Dangond, bella modelo que, para calentar la campaña, suponemos, días antes fue invitada a sede deportiva para posar con una pantaloneta adidas y una camiseta TSB. Una lástima, eso sí, que no se tomaron la molestia de secarla antes.

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Uno de los avisos de prensa que no ahorraba en adjetivos.

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La punta de lanza de la campaña.

Ofrézcome

¿Qué va a pasar con Pacho y Bolillo desempleados?
Regresarán a sus orígenes: Nacional y DIM – 127
Se la van a pasar en línea – 17
Seleccionarán un curso de cajones en el SENA – 56
Probarán suerte en el inexplorado mercado de Oceanía – 176
No saber qué va a pasar es pasar un poco – 225
Total de votos: 601

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Regresarán a sus orígenes: Nacional y DIM – 127

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Probarán suerte en el inexplorado mercado de Oceanía – 176

No saber qué va a pasar es pasar un poco – 225

Total de votos: 601

Ve, mirá el pelaíto que salió en "Balóm"…

Foto Cortesía: Zicodélico

Dicen que anduvo en Pereira jugando contra el local, defendiendo los colores de Argentinos Juniors. Y dicen también que hizo un gol como para demoler el estadio y volverlo a construir. Dicen que jugó un amistoso contra el América de Cali y que jugó como un crack. El chinito, inspirador de Gloria Trevi e informes del noticiero Criptón sobre la cabellera de los jugadores (próximamente este incunable en video) encantó a la dirigencia del América que, tratando de hacer un equipo competitivo, quería salir de pobre en 1979.

Un dirigente, de esos que deja ver su obesidad porque se le abren los huecos de la camisa que hay entre botón y botón, mientras se mandaba a la boca al tiempo pasabocas hechos de galletas ricas, jaiba y mejillón enlatado traído de Maicao abrió sus fauces para opinar del muchachito.

Vistes al pelaíto eje… ¿Caradona es que je llama? Ej una crema, hermano. ¿Por qué no lo traemos para acá? De pronto en algo noj ayuda. ¿Será que ese man no je arruga con una patada de Chaparro en una práctica?

El gerente deportivo, de hablar lengüisopa y lambonería con el patrón, dijo:

Zi zeñor. Eze pelaíto je llama Maradona y como que Argentinoz Juniorz lo quiere vender ya. ¿Le preguntamoz al médico a ver zi le guzta? ¿zi, zi?

El patrón respondió:

Mirá, hicieron el montaje en «Balóm» con el pelao con camijeta del rojo. Voy a llamar al médico a ver qué dice…

Con dificultad y profuso sudor de nuca el patrón levantó el teléfono. Cuando marcaba el número al que iba a llamar, colgó. El lambericas le preguntó:

¿Zi le conteztó el médico? ¿zi, zi?

El patrón respondió

Ve, me acordé que el médico no está. Je fue a convencer a Alfonsito Cañóm de que regrese al fútbol.

Y el 19 de diciembre de 1979 América dio por fin su primera vuelta olímpica con Alfonso Cañón, jugando como crack. Caradona, o mejor, Maradona, fue otra de las ilusiones fallidas de fichajes en tiempos en los que sobraba plata y De Filippe no había nacido. .

Exclusivo: Jimi Hendrix en el Erasmo Meoz

Feliz por estar de incógnito [a Jimi Hendrix] se le dificultaron las cosas cuando tuvo que hablar para firmar su primer contrato con los motilones. Pensó en contar sus peripecias, su fama mundial y revelar la verdad en un balbuceante inglés. Pero se aterró cuando vio una bolsa de hormigas culonas (traídas por un bumangués amigo de la mesa directiva). Cuando el presidente del equipo se echó una bocanada de insectos dorados y los saboreaba como si fuera maná caído del cielo gritó como poseído “I want ants”.

Amante de los excesos como era, Jimi no se midió. Sin recato se entregó a las hormigas culonas, exceso que no tardó en pasarle factura: a las dos horas un mal de estómago tropical se había apoderado de su frágil aparato intestinal prendiendo las alarmas entre la directiva motilona. «¿Qué hacemoshermano, decime qué hacemos?», le preguntó, angustiado, el presidente a su tesorero al encontrar a Jimmi inconsciente en el water. «No sé hermano, el niche como que no estaba acostumbrado a tanta hormiga, quién le manda a ponerse de garoso, dejalo que evacúe y mañana le damos harta agua de orégano, y si no se mejora, coca cola con limón», respondió. «No hermanolo, yo a este lo veo grave, llamate al Erasmo Meoz, que ya vamos para allá».

En el Erasmo Meoz, atendieron al recién llegado refuerzo motilón sin que nadie notara en realidad de quién se trataba. Nadie salvo Rubiela Beltrán, enfermera jefe del piso en el que estaba ubicada la habitación en la que el ídolo norteamericano se reponía a punta de jugo de guayaba y, sobre todo, mucho pedyalite. Nadie lo sabía, pero Rubiela cultivaba en secreto su pasión por el rock y al ver al recién ingresado paciente muy en el fondo de su corazón supo que se trataba del supuestamente fallecido guitarrista.

Fue así como esa misma noche, una vez confirmó que no quedaba nadie más del personal se arrimó a la camilla de Hendrix para decirle en un rústico inglés: «ai nou ju yu ar…» Nervioso, Hendrix no tuvo más remedio que revelarle, en precario español, la verdad de por qué había ido a dar a esa fría camilla tercemundista, no sin antes implorarle que no se lo dijera a nadie». «Ok, mai darlin, but plis uan foto». Y hela aquí.
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Esteban González

Parece como si se tratara de un negocio, de un oscuro tráfico de certificados de «yo pasé por las reservas de Boca y hasta debuté o al menos estuve a punto». El hecho es que cada vez son más los jugadores que aterrizan en Colombia esgrimiendo este dudoso pergamino. En la lista encontramos jugadores como Raúl Andrés César, Jorge Ramoa, Luis Abdeneve, Angel Guillermo Hoyos, más contemporáneos a Jonathan Fabbro, Gastón Sangoy, Carlos Marinelli y a nuestro homenajeado de hoy: Esteban González.

Con su paso por las inferiores de Boca escrito en negrilla en su hoja de vida y después de una vuelta por Europa donde pasó sin ningún suceso por el Chievo Verona (en el registro aparece un rechoncho «0» en la casilla correspondiente a partidos jugados) y por el Lugano de Suiza (22 partidos, 6 goles), González llegó a Ibagué como flamante refuerzo del Deportes Tolima a comienzos del 2003. En el feudo del indio pijao nunca pudo desmostrar las condiciones que le permitieron hacer parte de la reserva de Boca y por ese motivo nadie se inmutó cuando anunció a mitad de año que había decidido subir a Bogotá a militar en un club hoy más famoso por no negarle jamás la oportunidad de vestir su camiseta a jugadores portadores de pasaportes no vinotinto que por las 13 estrellas que adornan su escudo desde hace ya 21 años.

En Millonarios (adivinaron) tuvo una historia llamémosla «complicada». Espontáneos brotes de talento no lograban ahuyentar el tedio que producía su desempeño como volante «10». Jugó de titular casi todo el semestre sin convencer jamás del todo a la parcial. Situación que por poco toma otro rumbo cuando en su penúltimo partido estuvo a un paso de despejar dudas y recibirse de ídolo azul contemporáneo (sitial no muy difícil de coronar y que todavía hoy es patrimonio de Gabriel Fernández).

Era la penúltima fecha del cuadrangular semifinal; a Millonarios le bastaba un empate en su partido de local contra el Cali para asegurar su paso a la gran final. Después de terminar el primer tiempo con un 0-2 en contra, para el segundo tiempo los de Norberto Peluffo mostraron otra cara y con un golazo del argentino, impecable remate de fuera del área, apretaron el marcador. Poco después Julián Téllez consiguió un empate que mucho se celebró pero de poco sirvió porque un cabezazo de Milton Rodríguez faltando minutos para el final dejó a Millonarios lejos de la final y a Esteban González con las ganas de instalarse en el devaluado parnaso azul.

Para el año siguiente, encontró refugio en Pasto, donde tuvo nueve partidos para marcar un gol. De ahí, unos meses de reflexión en la primera C de su país con el Villa Dalmine de Campana. Después: la ruta Azteca que comenzó por en 2005 por Estudiantes de Santender, después Indios de Juárez, de ahí salto a Tampico Madero, y de ahí corra al Correcaminos para recalar finalmente en el Querétaro, club en el que ya acumula 4 partidos jugados. En sus cuatro años en México acumula un aceptable saldo de 32 goles, goles que seguramente cambiaría gustoso por unito más esa noche lluviosa de 2003. .

Walter Darío Ribonetto

El fracaso, el dejarse añejar en un banco de suplentes o el tener una carrera de no más de cinco minutos como profesional no son los únicos caminos que conducen al Bestiario. Marcar un gol definitivo en una final después de una temporada sin mayores conquistas para después desaparecer también es una buena forma de hacerse a un lugar en este vademécum de las raras excepciones (y también en el del «Bocha» Jiménez).

Walter Darío Ribonetto parecía ser uno más entre los miles de refuerzos que del sur del continente han llegado al Junior de Barranquilla en las últimas dos décadas. Cuando faltaban pocos minutos para terminar el partido de vuelta de la final del 2004 y Nacional le ganaba a un Junior de amarillo quemado 5-1 su apellido parecía ya condenado a figurar junto a los de Fantini, Selenzo, Docabo y Rentera en la interminable lista de refuerzos foráneos que sin ton ni son han aprovechado una temporada en Barranquilla para «cuadrar caja» sin tener que sudarla demasiado.

A esta altura de nada le había servido a los del «Zurdo» el 3-0 conseguido en el Metropolitano. Los cinco que le había encajado esa tarde el Nacional le daba el título a los de Juan José Peláez. Así estaban las cosas hasta que en el último minuto, Milton Patiño, arquero de Nacional, atajó a medias un remate dejandole servido el balón para que, con la derecha, este defensa central argentino lograra el descuento empatando así la serie y llevándola a la definición desde los 12 pasos. En esta instancia el Junior tuvo más suerte y con un estadio repleto de hinchas verdes logró su quinta estrella. De esta forma Ribonetto, que antes había militado en Lanús y Querétaro de México, fue por una noche Gardel en Barranquilla para, a la mañana siguiente, ser, diga usted, Sabú.

Al año siguiente fue a dar a Paraguay como refuerzo del Olimpia. Después volvió a su natal Lanús en donde dio otra vuelta olímpica, la del apertura 2007. Hoy sueña con un que un gol suyo en el último minuto salve del descenso a Rosario Central.
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Colección primavera-repechaje


Alfredo «Pirata» Ferrer y Gilberto «Memín» Granados, elegantes pero casuales con los colores de la selección de 1985.

¿Qué opina de la nueva camiseta Lotto de la selección Colombia?
¿Cuál camiseta? ¿No era un disfraz de power rangers? (cortesía @Jormanks) – 197
La condecoración con las banderitas debió haber sido después del partido – 49
Me da miedo que los jugadores se chucen con los alfileres que sostienen las banderitas – 77
Al final del partido no hubo intercambio. Si no le gustamos a Bolivia no le gustamos a nadie. – 123
Que vuelva el paño, pero no el de lágrimas, sino el de la foto. – 28
Ahí están pintados los del Bestiario, siempre destruyendo. – 48
A mi si me gustó. – 118
Total de votos: 640

¿Qué opina de la nueva camiseta Lotto de la selección Colombia?

¿Cuál camiseta? ¿No era un disfraz de power rangers? (cortesía @Jormanks) – 197

La condecoración con las banderitas debió haber sido después del partido – 49

Me da miedo que los jugadores se chucen con los alfileres que sostienen las banderitas – 77

Al final del partido no hubo intercambio. Si no le gustamos a Bolivia no le gustamos a nadie. – 123

Que vuelva el paño, pero no el de lágrimas, sino el de la foto. – 28

Ahí están pintados los del Bestiario, siempre destruyendo. – 48

A mi si me gustó. – 118

Total de votos: 640