El drama detrás de la mona

AlexisMundialFallido

En la foto, tomada en el Isidro Romero Carbó de Guayaquil durante la Copa América de 1993, se le ve tranquilo, sonriente a Alexis. A un año del mundial estaba confiado de que, de darse la clasificación, asisitiría por fin a un mundial, todo un logro para  cualquier futbolista y más si se es nacido en un país sin la costumbre de clasificar a este evento.

Como es sabido, Colombia clasificó.  Sin embargo,  Alexis no volvió a la selección. Aún así todavía había quienes le apostaban a su convocatoria. Entre ellos estaba la gente de Panini que llegado el momento de diseñar la página de Colombia le guardaron un campito. Es más, como lo demuestra la imagen,  la «mona», «lámina» o «caramelo» de Alexis alcanzó a circular, alcanzó a llegar a los bolsillos de niños coleccionistas en Hong-Kong, Birmania y Pakistán, pero no a los de quienes hicimos el álbum en Colombia. Y no sólo no llegó Alexis a ser «mona» en Colombia, tampoco llegó a ser inscrito en la nómina final de nuestra selección.

Lo primero se debe a que, como es bien sabido, el álbum se diagrama y se lleva al mercado cuando las selecciones todavía no han definido sus nóminas, como bien lo sabe Hugo Galeano. Pero el caso de Alexis es peculiar, en la medida en que su cara fue incluida en la versión internacional del álbum Panini, más no en la local, impresa en ese entonces por Carvajal. En esta versión también se escogió a Alexis, pero en calidad de sacrificado para poder abrirle campo a Andrés Escobar, que no participó en la eliminatoria por estar recuperándose de una lesión.  Curiosamente, nadie en Carvajal se tomó el trabajo de ir a fotografiar a Andrés; consideraron más práctico colorear de amarillo y aplicar el conocido efeco «flip canvas horizontaly» la «mona» del álbum de Italia´90.

EscobarDosMundiales

Volviendo con «el Maestro», este seguramente tomó como un pésimo augurio su exclusión de la edición local del álbum, pues a las pocas semanas se enteró que tampoco haría parte de la nómina viajera. Desconsolado, a Alexis no le quedó más remedio que, suponemos, mandar comprar cajadas de monas a San Antonio del Táchira y a Tulcán para tener la mayor cantidad posible de «monitas» con su cara por si acaso los de la papelería dañaban o embolataban la pequeña lámina que, nos cuentan,  mandó a ampliar «a lo que diera» para después enmarcar.

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Versión Carvajal-Colombia de parte superior derecha de la página de Colombia.

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Versión Panini, resto del mundo.

Yo me Pinto

PintoMotilon

Una vez conoció la sanción de diez fechas sin entrar al estadio, hizo de todo para hacerle el quiebre. Terco como él sólo, trató de apelar, demandar, entutelar, pero nada. Después nos pidió prestado el Kokorikóptero,  y aunque mucho lo intentó y mucho lo repotenció no logró que levantara su peso. Y no se dio por vencido:  lo vieron trepado en el tejado del General Santander y mandaron a bajarlo y, de paso, a prohibir que se arrimara a las torres de iluminación. Luego, intentó, sin éxito, como supondrán, meterse en un disfraz de porrista.  No sólo su figura desentonaba en el conjunto sino que estuvo a punto de sufrir lesión irreversible al intentar hacer el flic-flac.  Cuando estaba a punto de darse por vencido,  el consejo de un chamán lo salvó: debía convencer al indio motilón de cederle el disfraz.

La cosa no fue fácil:  el indio argumentó que llevaba décadas siguiendo a su Cúcuta Deportivo y que por nada del mundo se iba a quedar en la casa. Pinto le dijo que se sacrificara, que era por una causa noble, que lo hiciera por su amado Cúcuta, pero el indio, terco como Pinto, no accedía a soltarle el plumaje.  El problema radicaba en que no podía haber dos indios y que ni Pinto ni el motilón original estaban dispuestos (ni en condiciones por aquello de la figura) a estrenar la figura de la india motilona.  Finalmente  Pinto se acordó de un par de cámaras hipóxicas que tenía el garaje y convenció al indio de las infinitas posibilidades de relajamiento y recreación de ellas. El indio las probó una mañana de partido e inmediatamente aceptó. Pinto entonces se enfundó el disfraz y sin problema franqueó los controles de ingreso al General Santander y desde la gramilla dirigió a su equipo. No contaba  con que días después una foto del indio sería examinada con lupa, como es la costumbre, por la unidad investigativa del Bestiario.

La fábula del tiburón y la muñeca

httpv://www.youtube.com/watch?v=Ho4QgDTgj7Q

Ocurrió el pasado domingo en el estadio Metropolitano. Willy, el nuevo tiburón del Junior, invento de algún imberbe genio del mercadeo que en mala hora decidió archivar al tradicional escualo con un stop de Ford Fairlane en lugar de ojo, presa de la euforia se olvidó del código penal y no tuvo problema en arrimársele libidonosamente a la cándida muñeca patinadora de Pastas La Muñeca. Semejante suceso fue bocatto di cardinale para un conocido noticiero necesitado de material para llenar la franja maldita del mediodía. El resultado fue este, todo un referente del audiovisual futbolero-bestiarista.

Quietico Johan…

CachosFano

Como cuando en el colegio llegaba  el día de la foto para el carnet estudiantil, la llegada a las concentraciones de nuestros equipos del fotógrafo de Panini es antes que nada una invitación a la recocha. Para la muestra, esta postal de un inquieto Johan Fano en la que seguramente será la única oportunidad que tenga en la vida de ponerle cachos a Ricardo Ciciliano.

Y  el relajo, por lo visto, fue generalizado. O sino miren al por lo general muy parco Ariel Carreño dando lo mejor de sí para llevarse el concurso de muecas, celebrado también ese día:

CarregnoAlbum

Imagen de Fano,  gentil cortesía de Sergio Acevedo Valencia: www.sergioacevedovalencia.com.

Anton Szandor LaVey

Encomendaros a Jehová vuestro señor, pues de las obras y vicios del Maligno estaremos hablando. Mientras leéis estas líneas invocad la protección de los santos arcángeles: que Miguel proteja vuestra diestra, Rafael vuestra siniestra; Uriel vuestro frente y Gabriel vuestra retaguardia. Sí hermano lector, la gran bestia se hizo carne y mora entre nosotros… orad para que no more en vuestros corazones.

Tinieblas, llanto, crujir de dientes y un olor a azufre permanente rodean la atmosfera del estadio Centenario de Armenia, las bellas tierras del Valle del Cauca y las oficinas de la Federación Colombiana de Fútbol desde que él, representante en la tierra del mismísimo Señor de las Tinieblas hiciera su coloquio por tierras colombianas, y no necesariamente en los alegres carnavales del diablo que se celebran en el municipio de Riosucio, Caldas.

Algunos afirman que nació en 1930, fundó la Iglesia de Satán en 1966 y bajó a los infiernos en 1997, pero se le sigue viendo cual siniestra aparición espectral por el ámbito futbolístico nacional, camuflado bajo la fachada de un prospero comerciante de vehículos, administrador de empresas, fundador y propietario de escuelas de fútbol y sobre todo, promotor de jóvenes valores (?) como Edixon Perea, Hugo Rodallega, Iván Vélez, Jorge Perlaza (tristemente candidato a ser “Promesa, solo promesa”), entre otros. Por si fuera poco, el Papa Negro se enseñorea como presidente de la Liga Vallecaucana de Fútbol, asistente de la Presidencia de la Federación Colombiana de Fútbol, miembro de la Comisión Técnica Nacional y miembro del Comité de Difútbol.

Como accionista mayoritario del Deportes Quindío es acusado por parte de la afición Milagrosa de todo tipo de hechizos diabólicos con los términos del contrato de comodato que suscribe con la administración municipal de Armenia, verdadera dueña de la ficha del equipo. Se especula en los bajos fondos que ha hecho un pacto, no con el Diablo sino con su vecino de patio (del cual se rumora, es propietario del 40% de las acciones) para que el equipo cafetero ceda en el resultado cuando ambas escuadras se enfrentan. Esta acusación causó en 2006 un infarto leve a su esbirro, Diego Edison Umaña tras una esperada derrota del Quindío que le dio paso a la clasificación a cuadrangulares finales al equipo azucarero. De este encuentro se rumora también que Marcio Cruz vendió su alma a cambio de un Mazda 3, aunque Umaña salió a decir que Cruz entró a los camerinos llorando arrepentido por haber jugado a la altura de, digamos un Pichú o un Maxi Flotta.

En el Bestiario del Balón oramos para que vosotros, fieles seguidores de este espacio os mantengáis puros de espíritu y rechacéis caer en la tentación… Amén..

Javier Dussan

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Para los lectores que no lo conocen, este joven arquero -no sabemos bien por qué, pero los eternos suplentes, salvo la «Gallina» Calle tienden a conservar, así pasen los años, un cierto aire juvenil, como si el arranque de su proceso de maduración dependiera de su esquiva consolidación como titulares-. Retomamos: para los que no lo conocen, este joven arquero nacido en Flandes (Tolima) viene siendo como el Álvaro Anzola del occidente colombiano.

Formado en las inferiores del América, Dussan, como Anzola, se hizo a un nombre como suplente abnegado gracias a los largos años (cuatro, entre 2001 y 2006) en los que alternó juicioso entre la tribuna y el banco del Pascual mientras veía a Diego Gómez, «Rufay» Zapata y Julián Viáfara percudir sus uniformes. De nada le sirvió haber sido campeón, como titular, con el Real Cartagena en el 2000: para su desgracia los técnicos rojos siempre vieron en él al tipo ideal para tener en el banco y hacer más soportable un América-Pasto un miércoles por la noche.

Con ganas de saber lo que era llegar cansado a casa un domingo por la noche, buscó nuevos aires. Fue titular del Depor de Jamundí en el 2006, de ahí el salto a Huracán de Argentina en donde tampoco pudo instalarse como titular. Regresó a Colombia a comienzos de 2008 para ser incialista de Academia Compensar en donde algo mostró pues el Deportes Melipilla de Chile se fijó en él como refuerzo para el segundo semestre.

En Chile protagonizó un peculiar episodio: Melipilla enfrentaba a un rival directo en la lucha por evitar el descenso, Santiago Morning. El equipo en la cancha no se encontró y para el final del primer tiempo ya perdía 0-5. Ofuscado, Dussan decidió empacar sus corotos y abandonar raudo y sin mediar explicación el estadio, obligando al técnico a recurrir al arquero suplente para la segunda parte. El partido finalmente terminó 1-5 y nadie del club salió a buscarlo.

Con información de La Rompieron. Imagen cortesía de Melipilla Deportes. .

¡Ultima hora! Millonarios sí aporta jugadores a selecciones internacionales


Fuente:Diario Olé.

Sebastián Prediger ya tendrá historias para contarle a sus nietos. Diego Armando Maradona lo convocó para un amistoso que jugará la Selección Argentina frente a Panamá. Pero si hay algo que emociona el corazón y hace que las entrañas sientan mariposas es ver que seguramente el volante de Colón de Santa Fe dirá con alegría que esta convocatoria se la debe al equipo azul.

Los recuerdos de cuando pedía fiada una barra de Chocorramo con mermelada en la tienda de la finca de Millonarios, los amenos trotes en las prácticas con la tercera división, los timbres dañados de los cientos de buses UDCA-Cementerios que debió oprimir estérilmente para llegar temprano al entrenamiento, la primera flota que tomó en el paradero de la 170 y que hizo que un directivo tuviera que recogerlo en Paipa por su despiste, las filas que hacía en Adpostal para enviar cartas a su casa y que hasta ahora están llegando diciendo que pronto iba a debutar -el correo de las brujas dice que ningún compañero le prestó un computador porque andaban mamando gallo chateando con sexypaisita_18 en el Tropichat-, las risas por el arroz ahumado que le dieron en la pensión del equipo, las fotos que él mismo pegó en su locker con la imagen de Lobinho y Cotera para que la historia de ellos no se repitiera con él, las lágrimas que derramó en el pesebre de Bulevar Niza al ver que directivos y entrenadores lo ignoraban… Todos estos escalones forjaron el carácter de Prediger. No fue en vano su sufrimiento.

En estas tierras formó templanza, la misma que hoy lo va a vestir con la celeste y blanca y por qué no, le va a facilitar una experiencia al fútbol europeo..

Marcelino Rentería

En estas últimas décadas de oscuridad casi total en el firmamento azul, se ha vuelto común el paso de estrellas fugaces que llenan de efímera ilusión a una parcial necesitada como ninguna de una figura que renueve su caduco repertorio de ídolos.

Es en este afán de renovación que hinchas y cronistas se han empeñado en reducir los requisitos para recibirse de ídolo azul a mínimos irrisorios, tan dudosos y flexibles como los que se le piden a la sede (colombiana, por lo general) de un mundial de patinaje. Una de estas estrellas fugaces, o torero, fue precisamente Marcelino Rentería.

Corría el año 2001 y sin ningún ruido apareció en la plantilla de Millonarios este delantero antioqueño con ya alguna historia en Quindío, Junior, Pereira, Pasto y en selecciones de Juegos Bolivarianos y Centroamericanos y del Caribe. En esos últimos meses del 2001 prendió las alarmas con cuatro goles y un gran nivel que abonaba ilusiones y alimentaba el ingenio de la crónica local que pronto lo bautizó «Marcelino pan y gol». No contaba Marcelino pan y gol con que en el panorama azul se asomaba otro de tantos nubarrones y sin querer queriendo terminó al año siguiente en el ojo del huracán Peter (por Kosanovic) que ese año azotó con vehemencia las huestes embajadoras.

Aún con el viento en contra, se las arregló para opacar a sus compañeros Toro, Jaramillo y a un akilatado Valenciano y en medio del caos consiguió goles suficientes que al terminar el semestre, al redimirlos, le alcanzaron para un pasaje a El Salvador en donde el Alianza le abrió las puertas para escampar, pasear y también jugar.

Con energías renovadas, retornaría a Colombia en el 2003 para jugar con el extinto Cóndor en el primer semestre y otra vez con Millonarios en el segundo. Para el año siguiente bajó de nuevo a la B para reforzar al Deportivo Antioquia para, de nuevo, cerrar el año con los azules.

Para el 2005 paso fugaz por el Florida Soccer y de nuevo incursión en el exterior con el Técnico Universitario de Ecuador en donde alcanzó a marcar 8 goles en 17 partidos. Acostumbrado ya a recorrer el mundo, para el año siguiente terminaría templando en el Córdoba F.C para después regresar a Centroamérica atendiendo un llamado de Pérez, pero no del «Gato», sino del Pérez Celedón de la liga «tica». De ahí en adelante su paradero es un total misterio..

Adivine el personaje

En este caso son los tres personajes de la foto. Es bastante sencillo. No se deje guiar por el tobillo torcido de uno de los protagonistas de la imagen. Centre sus pensamientos en los recuerdos de cuando Millonarios ganaba algo. Si hay algún despistado, les decimos que no es un juego contra Newell´s Old Boys a pesar del parecido del defensa desairado con Mauricio Pochetinno.

El ganador recibirá una sesión de masajes con artridene gel realizados por Adrián Vélez..

La mañana después de Jimi Hendrix en el Erasmo Meoz

A la mañana siguiente de haber sido internado por la afección intestinal que le produjo la desmedida ingestión de hormigas culonas, Jimmy Hendrix bajó a desayunar a la cafetería del Erasmo Meoz. Minutos antes de bajar, Rubiela Beltrán, enfermera jefe pero sobre todo pletórica groupie, le advirtió: «negrito divino, tenga cuidado, nada de tamalito ni calentao, solo caldito con tostaditas y mantequillita…». Hendrix, convaleciente y ante todo obediente se curó en salud y le hizo caso a su secreta admiradora. .