El gol fantasma de Manuel Castro (reloaded)

Después de intensas excavaciones arqueológicas y una labor de búsqueda que se extendió hasta los archivos de Gegar TV y Samir Antonio Sefair TV, en los archivos de nuestro aliado estratégico Press Riot TV encontramos el video de uno de los hechos más trágico-cómico-bizarros de la historia de nuestro fútbol: el gol fantasma validado por el juez Manuel Castro en 1989.

Como siempre, no les aseguramos que no se volverá a repetir. .

Cali es Cali y en el estadio se entiende por qué

Más representativo de «la Sultana» que el América o el Cali son las bellas mujeres que durante décadas los noticieros nos han mostrado como aperitivo de los goles dominicales en el Pascual. En este video de finales de los 80, la siempre activa Annie Velasco del Noticiero Nacional le rinde un muy bien redactado homenaje a la belleza de la mujer vallecaucana.

Vídeo cortesía de Press Riot TV..

Radiobestiario lunático

Al Radiobestiario nada lo detiene. En esta edición:

-Todo lo que debe saber sobre el Bestiario del balón, el libro.

-Nos metimos al iPod de Víctor Luna.

-La Comisión Arbitral le fía a Pimentel.

-Continúa el misterio de la Copa Colombia. Ayúdenos a resolverlo.

-Invitado especial: Poncho Rentería.

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Leonel Líberman

La historia dice que este volante de creación no era familiar de Martín, el pelirrojo presentador de Fox Sports, pero la realidad indica que ambos deben venir del mismo árbol genealógico porque nadie los soporta. Martín, mucho más afortunado, solamente es silbado por las multitudes detrás del TV. Leonel en cambio, perdió el 40 por ciento de su capacidad auditiva debido a los sonoros chiflidos que recibió cada domingo cuando Santa Fe perdía partidos de manera copiosa en 1998.

Sin embargo Leonel se las arregló para que su imagen fuera prístina y brillante en su propio terruño. La afamada revista El Gráfico demuestra de alguna manera cómo se comió la gambeta del mediocampista poirque según el pie de foto en la imagen, Liberman «jugó apenas diez partidos en el ascenso. Ahora en Colombia es figura y goleador».

Y todo se debió a una habilidosa estrategia para que se maquillara su rendimiento. Su familia pedía informes de prensa que eran enviados desde las oficinas de Adpostal en el barrio Morato, hasta Buenos Aires. Leonel, que no quería que sus seres queridos se enteraran que no daba pie con bola con el cardenal, le pidió a un hermano menor que le debía 25 mil pesos que cuando llegaran las revistas a casa, recortara las críticas y en ese espacio, pegara textos sobre la carrera de Martín Líberman.

Así, cuando los domingos al calor de un asado hecho con brazos de hombre dueño de casa, la familia Líberman se reunía en la mesa del comedor para leer en voz alta las noticias que llegaban en sendos Nuevo Estadio, Diarios Deportivos y ediciones de El Tiempo, llenas de parches de otras publicaciones.

Entonces, aunque Leonel hubiera jugado atrozmente en El Campín, un cuñado leía, con potente voz de tanguero que «La prestigiosa carrera de Líberman, que abarca la radio y la televisión, lo ha colocado al frente de los más importantes y prestigiosos eventos deportivos durante las últimas dos décadas, incluyendo la Copa Mundial de FIFA (3), la Copa Toyota Libertadores (8), las Olimpiadas (1), y los Juegos Panamericanos (1)».

Todos aplaudían, brindaban con copa de vino y se enorgullecían por ese palmarés brillante del muchacho.

Y esa deuda de 25 mil pesos ayudó para que el embuste se alargara en casa cuando jugó en Argentinos Juniors, Racing Club, Maccabi Petah Tikva, Hapoel Jerusalem, Oriente Petrolero, Santa Fe, Almagro, Liga Deportiva Universitaria de Quito, Náutico, Emelec, Cuenca, Defensor Sporting, Guaraní, Chacarita Juniors, Deportivo Santamarina, América de Río, All Boys y Deportes Arica.

Un día el hermano menor creció, empezó a trabajar y le pagó los 25 mil pesos a Leonel. En ese momento, Líberman se retiró del fútbol. No tenía a nadie más que le ayudara. Ni siquiera su hermano perdido Martín, considerado en varias páginas como el «periodista deportivo más odiado de Argentina».

Nunca más cierto. Es un mal de familia. Un Líberman parece que no sale bien de ningún lado..

Radiobestiario relajado

Regresa radiobestiario, esta vez para escucharlo a la orilla de la chimenea. Espere en esta emisión:

-La Equidad no es tan solidaria como parece.

-La Copa Colombia puede no estarse jugando. Alerta.

-El extraño gusto del Nacional por los técnicos de casa.

-Y no podía faltar: el informe bestiarista del partido entre criollos y chapetones.

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A propósito de hoy…

A propósito del crucial encuentro de hoy y a manera de homenaje recontratardío al «Negro» Fontanarrosa, deidad de este espacio, esta caricatura gentilmente aportada por Nedved..

Pronto en su librería más cercana…

Lo mejor del Bestiario más 60% de contenido inédito. Encuentre también:

-Las mejores «Postales de nuestro fútbol».
-Visa USA y otras lechoneadas mundiales.
-Los metrosexuales del fútbol colombiano.
-Los más bomberos de nuestros técnicos.

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América Fila-1999

Uno más en la larga lista de breves y no menos extraños convenios entre equipos colombianos y firmas extranjeras de ropa deportiva. El que hoy nos ocupa tuvo lugar a finales de 1999, cuando el América abandonó la marca argentina Topper para estrenar diseños la casa italiana Fila. Tal y como había sucedido años atrás con Adidas, el negocio ítalo-caleño fue efímero: sólo algunos meses los diablos visitieron esta camiseta. Para comienzos de 2000 ya la habían abandonado para utilizar a la muy caleña marca Lusti mientras llegaba la indumentaria Kappa, a la que si supieron mantenerse fieles por más tiempo.

Dicen los que saben que la razón por la que intempestivamente fue roto el contrato con Fila fue la misma que en otros momentos ha enviado por el retrete contratos similares: incumplimiento del proveedor en esta ocasión representado por algún avezado emperesario centroamericano. Cualquier información adicional que sirva para aclarar este nuevo misterio textil, con gusto la recibiremos..

El podcast del Bestiario

Elogiado y vilipendiado, vuelve Radiobestiario.

-Devaneos a la carta: Rumania y sus autos.

-Saquen paraguas, juega el Cali en Bogotá.

-Los equipos colombianos y el mercado de valores.

-El esperado regreso de Miguel Angel.

-Invitado especial: Padre Alirio.

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De turismo por Colombia: Once Caldas en Riosucio


Guido Torres del Once y Mauricio Ospina del Unión disputan un balón en el Vergel. Ambienta la valla de «Bacco».

El Bestiario del balón, fiel a su compromiso con la región y con el uso de la red como herramienta cívico-cultural, inaugura la sección «De turismo por Colombia» con el propósito de recordar a todas aquellas plazas que de forma fugaz han sido anfitrionas de la primera división del fútbol profesional colombiano.

El encargado de inaugurar la sección es el municipio caldense de Riosucio, población que además de ser sede cada dos años del carnaval del diablo -patrimonio inmaterial de la nación- también es recordado en el panorama nacional por haber sido el hogar del ya reseñado equipo de primera B Dinastía. Reconocido enclave cafetero con gran variedad de pisos térmicos -desde las orillas del Cauca hasta las alturas cercanas a la «Línea»-, su estadio «El Vergel» acogió en el primer semestre de 1994 al Once Caldas mientras se terminaba de construir el estadio Palogrande, sustituto del viejo Fernando Londoño (sí, el señor padre del ex ministro).


El candidato a bestiarista Carlos Arias pudo conocer un municipio más de nuestra geografía.

En efecto, a la espera de que terminaran las obras del nuevo escenario, el equipo del «Piscis» Restrepo se vio obligado a recorrer el eje cafetero y el norte del Valle -probó ser local en el Alfonso López de Cartago- en busca de un hogar sustituto. Finalmente fue Riosucio y su estadio con capacidad para 6,000 espectadores el escogido por los de Manizales. Del paso del fútbol profesional por la tierra de David «Cachaza» Hernández queda un invicto de 598 con el arco invicto como local de Juan Carlos Henao, una piedra que le cayó al hoy técnico de la selección en ese entonces DT del Unión, Jorge Luis Pinto («¿Cuál fue el lío con la tribuna? Me cayó una piedra y tuve que reclamar», respondió Pinto al periodista de Nuevo Estadio) y algunos reclamos aislados de los jugadores del Once por el tamaño de la cancha que, según parece, tiene las medidas mínimas aceptadas por la FIFA.

Después del Mundial de Estados Unidos, el Once abandonó su hogar de paso para regresar a Manizales a estrenar, contra el Cruzeiro, un Palogrande al que le faltaba la cubierta que hoy luce. En Riosucio el fútbol se ha asomado esporádicamente por cortesía de la aun más ingrata Primera C como sede alterna del equipo Acción Cívica Chec.
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