Siempre precoz, desde su más tierna infancia se anunció como el goleador que hoy es. Como pasa con todos los niños maravilla de nuestro fútbol, estuvo en serio riesgo de castañizarse (por John Edison), pero sobrevivió y hoy es reconocido goleador. Última pista: le salió a la mamá.
Adivine el personaje y gane tres sesiones de tecnocumbia a cargo del «Gringo» Palacios.