Con Barranquilla, cuna del patriarca, tan cerca era muy difícil que la «colística» no llegara a Santa Marta. ¿Cómo no iba a haber un cole samario si ya había avichuchos similares en Tuluá y Pereira? Tal vez un poco tarde (la foto es de 2007, no hay registros previos), pero finalmente hubo quien se le midiera a darle a Santa Marta un cole. Más discreto, más sobrio, sin patrocinios ni exposición mediática, pero eso sí con un prominente abdomen que le impedía colgarse de las tribunas del Eduardo Santos por temor a que estas sufrieran daño estructural, el del Unión supo mantenerse fiel al ala más ortodoxa de la «colística».