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Tras la revelación del verdadero choripán del Campín, el Tino Asprilla desplazó a Danilo Santos como sex symbol de l@s colombian@s. El de Tuluá adquirió un bioritmo de rocsktar y a los batallones de reporteros deportivos que seguían sus pasos se sumaron los enviados por la prensa del corazón. Motivados por un beso furtivo que el popular Tino le propinó a la ex reina Lizeth Mahecha tras un partido de la eliminatoria a Francia’98 en Barranquilla, los siempre aplicados periodistas de Deporte Gráfico se pusieron en la tarea de consultar al elenco de las poluciones nocturnas de los adolescentes colombianos de la época con Amparo Grisales a la cabeza su opinión sobre el hecho. El resultado del trabajo de reportería en su momento pasó desapercibido, pero hoy promete sacudir a nuestra farándula incluso más que las picantes revelaciones de la «Negra» Candela en su espacio de la revista 15minutos.