El día después de que un gol de Wílmer Cabrera nos puso en Francia’98, «Bolillo» Gómez no tuvo problema en complacer a los periodistas de Deporte Gráfico, ponerse una camiseta-bandera gala y mordisquear una baguette mientras intentaba sonreír para la foto. Como homenaje a esta publicación, benefactora como ninguno de este espacio, el Bestiario del balón se compromete a abordar al inquieto «Bolillo» en caso de clasificar a Brasil y convencerlo de posar en exclusiva para nosotros en una verdeamarela tanga brasileña.