El que es arquero nunca deja de serlo. Más cuando las habilidades aprendidas luego de tantos años bajo el arco luego del retiro resultan de gran utilidad en la vida cotidiana. Que lo diga el DT azul, quien luego de hacerse famoso despejando balones de su área, hoy se vio obligado a despejar un molesto intruso mucoso que tuvo alojado en una de sus fosas nasales. Sin la menor idea de que millones de colombianos sufrieron tanto como él luego del primer y el segundo intento fallido, Torres respiró aliviado una vez logró evacuar al inocente trapecista. De paso despeja rumores malintencionados de sus enemigos según los cuales gustaba de ingerirlos o, peor aún, pegárselos detrás de la oreja al «Chusco» como gesto de camaradería.
Gracias a @msancheza3 y a @leonardoramber