Uno más que por tener denominación de origen Autonorte KM 15 inmediatamente sembró entre los hinchas de Millonarios la esperanza de contar de nuevo con un ídolo de la entraña del club. Ayudó que su aparición coincidiera con los estertores de la carrera de Bonner Mosquera. De hecho, alcanzó a figurar de primero en la lista de sus posibles herederos, aunque no le ayudara el que, a diferencia del inefable capitán, Palacio desde el comienzo demostró saber parar el balón.
En el año de su debut, 2006 mostró, además de la preciada dote ya mencionada, regularidad, velocidad y gran despliegue físico. Así, fue titular en varios partidos mientras el técnico era el «Nano» Prince. Luego, con la llegada de Juan Carlos Osorio, fue relegado. Al parecer, esto se debió a que, en sueños, la libreta del singular DT así se lo sugirió.
Y ahí, como tantas otras, se marchitó una efímera ilusión de apenas 23 partidos. Para 2008 le abrieron campo en el Pereira donde sólo jugó tres veces. Entonces sintió el llamado del fútbol uruguayo, en cuya espesura se le perdió el rastro luego de registrar silentes pasos por Cerro Largo, Deportivo Maldonado, Rampla Juniors y River Plate.