La adolescencia tardía de Múnera Eastman

Por su garganta pasaron un título de Libertadores de su entrañable Nacional, tres clasificaciones a Mundiales, una Copa América y miles de goles de los equipos antioqueños. Pero se contuvo. Muchas veces quiso, en la cumbre de la euforia, soltar un madrazo cuando la alegría o, también, la tristeza lo hacían imprescendible. Aun así, tuvo autocontrol, prefirió no tener que lidiar los embates de las ligas de la decencia. Pero los años no llegan solos y muchas veces traen el ímpetu rebelde traspapelado a la adolescencia. Y en él, y en el debilitamiento de los valores, se apoyó el martes pasado para soltar al aire, sin agüero, sin temor a la falsa moral de esta hipócrita sociedad un madrazo con todas las letras, el que tenía reprimido en la garganta desde el gol de Freddy Rincón.Pero esos eran otros tiempos.

12 Replies to “La adolescencia tardía de Múnera Eastman”

  1. Es que yo ya prefiero ver el partido en Mute y no tener que oir el intento de Do de Pecho de Javier Fernandez, que de narración de gol, solo tiene la palabra gol, además de no soportar la canción tan de Supercampeones de Caracol que sucede tras esa nefasta seudo-narración. El hijueputazo fue la quema del sentimiento de impotencia que a todos nos embargó cuando le empataron a la selección, fue como el muñeco de año viejo que estalla repleto de polvora, pero que en el fondo es donde reside todo el repudio a los infortunios a los que Dios o el destino nos sometieron en el almanaque previo. Necesitamos a Múnera Eastman así sea en señal regional, o en canal público que se yo. Que tal el fútbol, semejante deporte tan pasional y nosotros dizque recurriendo a la parafernalia técnica de la melodía. Añoro eso si, la sinceridad de la relación cerebro-laringe de William Vinasco, que no se a cuenta de que fue desterrado de las transmisiones.

    Ese mismo hijueputazo lo di yo en Montevideo, frente a una multitud charrúa enteramente volcada a apoyar a los bolivianos, con el corazón en la mano enseñándoles a los orientales todo el resquemor que tenía en el cuore. Allá no faltaron los que pasaron al lado mío murmurando: «alargaron el partido para que ganara Colombia». Ese balón no entró solo a la red, les entró directamente como enema, sin vaselina. «Gol hijueputa, golazooo, vamos Colombia!», lo canté allá sobre la 18 de Julio… 

  2. Hay otro narrador con adolescencia tardia fue el de Tunja en el partido de ida de la copa postobón, cuando nacional metió el gol en el ultimo minuto, jamas me cansare de su frase jajajaajaj http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=cqel7bBfuiU#t=122s

  3. Nada, impresentable. Los unicos que tenemos derecho a un madrazo asi somos los de a pie. Queremos locutores, no ‘locomotores’! Exigimos tipos o viejas que canten goles pero que tambien ensenen algo a la infortunada nueva generacion de radioescichas. O tocara clonar a Andres Salcedo? Bestiarisimo, pero jarto el madrazo de esta bestia ole.

  4. Me cuenta un corresponsal, que tiene por qué saberlo, dos cosas:

    1. Múnera no es hincha de Nacional, sino del Medellín.
    2. Que ya lo había hecho antes, en un partido Nacional-Junior.

  5. Mejor dicho, que no vaya a suceder ahora que a todos los narradores les dé por lanzar insultos al aire (a la tele o a la radioaudiencia) con el pretexto de estar muy emocionados. De acuerdo con Mono Sílabo.

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