Manoverguismo azul: el último hallazgo con muchas preguntas

Uno de los logros del 2011 en el Bestiario del balón fue poner en evidencia a la secreta logia de los manoverguistas azules y recopilar material para poder develar, ojalá este año, si hay presupuesto, cuáles son sus rituales, sus normas y su fin último.

Hasta el momento teníamos sólo material fotográfico. De ahí la importancia de este hallazgo en un video que, paradójicamente, ya estaba en nuestra colección. Uno de los integrantes de la unidad élite dedicada al manoverguismo lo acaba de descubrir. Ellos, al contrario de la mayoría de ustedes, no descansan por estos días. A este grupo de sabuesos no le duele dejar atrás a sus padres, hijos y mascotas en estas festividades si a cambio logran su objetivo de descubrir qué es y qué hay detrás de esta oscura sociedad secreta.

Pero para eso, necesitan de su apoyo. Y mandan preguntar:

¿Quién sería el destinatario del gesto manoverguista de «Rivaldito» Guerra?

¿Habrá sido premeditado? ¿Sabía que entraría en el tiro de cámara de la entrevista a Villegas o simplemente era un gesto rutinario? (parece que están obligados a realizar el gesto cada 46 minutos, estén donde estén).

¿Por qué no le sirvió a «Rivaldito» ser manoverguista para triunfar en Millonarios? ¿Ser manoverguista no es garantía de éxito deportivo? ¿Qué tipo de éxito garantiza entonces? ¿Espiritual? ¿Económico? ¿Con las mujeres?

¿Qué tiene que ver Andrés Villegas en todo esto? ¿Era un manoverguista más? ¿Sigue siendo? Llamado a sus colegas actuales para que nos ayuden a responder esta pregunta.

 

El manoverguismo azul recibe adhesiones

Carlos Preciado la tiene clara. Si fuera por su talento, su éxito y continuidad en Millonarios estaría en duda. Visitante frecuente del Bestiario, Preciado, temeroso de no recibir llamado a negociar para renovar su contrato en diciembre, no dudó en coquetearle a la logia de los manoverguistas con este gesto que nuestra unidad investigativa detectó el pasado miércoles en el partido en Tunja contra Chicó. Sabe que una vez admitido en la logia, superados los ritos de iniciación, su atornillada al cargo de volante embajador vendrá por añadidura.  Tiene a la mano el caso Marcio, delantero azul por más de un lustro. Y el de Harry Castillo, que debutó en 1992, fue hasta Corea, volvió y al regresar 13 años le tenían bien guardado su puesto.  Su ingreso tendrá que tener el vistobueno de los ancianos de la tribu, entre ellos, Rafael Robayo:

Robayo, salta a la cancha y hace el saludo manoverguista de rutina.

El Tren es de Millos, la prueba reina

El rumor siempre estuvo. Ídolo cardenal, de los mejores delanteros que se han puesto la camiseta de Independiente Santa Fe, muchos sostenían que Adolfo Valencia era hincha de Millonarios. Pero pruebas, ninguna. Hasta hoy. El Bestiario del balón tuvo acceso a esta fotografía que es la prueba concluyente del amor que el popular «Tren» siempre sintió por el equipo azul. Bien es sabido que a finales de los noventa existió entre los jugadores de este equipo una logia secreta, la de los «manoverguistas» que el Bestiario en su momento puso en evidencia. El santo y seña de sus miembros era el gesto que le vemos a Valencia en la foto: la mano entre la pantaloneta en contacto con las vergüenzas.

Pues bien, por cosas de la vida y de los empresarios, el «Tren» nunca pudo ponerse la azul. Pero nada le impidió pertenecer a esta logia y antes de cada partido con Santa Fe reafirmar, mediante este pequeño ritual (hecho con cautela, sin que nadie lo viera, como se puede apreciar) que si bien su cuerpo estaba con los rojos, su corazón nunca dejaría de ser azul.

Hallazgo de Jorge Carmargo.

El misterio del manoverguismo azul

Esta vez la unidad investigativa no respondió a las expectativas. Mató el tigre y se asustó con el cuero. Las fuentes fallaron. Los expertos también. Nadie se atreve a explicarlo pero ahí está, lo pueden ver: es una extraña tradición, un lúbrico ritual, que, como lo muestran ambas imágenes, obliga al jugador de Millonarios ubicado en la mitad de la fila inferior de la formación a aparecer en la foto agarrando su miembro con la mano derecha.

En cambio de verdades, sobran hipótesis. Que se trata de una secreta logia -la de los manoverguistas- que por décadas ha existido dentro del club azul, que el santo y seña que utilizan sus miembros para identificarse es este y  que es, de paso, la culpable de la larga sequía. Otros hablan de una táctica, que el tiempo ha desmotrado fallida, para -de forma inconsciente- intimidar desde el comienzo a los rivales con gestos de este tipo. Por último, no faltan los que creen que no hay que hilar tan delgado y que el gesto lo explica una enfermedad venérea causada por la hermandad de leche que suele caracterizar a cualquier plantel profesional.

Ante la incertidumbre, invitamos a nuestros lectores a ser miembros honorarios del club de amiguitos de la Unidad Investigativa y ayudarnos a resolver este caso.