Pedir hoy que en una convocatoria de la selección aparezcan Omar Rodríguez o Jaime Andrés Bustamante suena a chiste flojo, muy flojo. Hoy en día es casi una utopía pensar que una convocatoria de cualquier selección incluya jugadores de Millonarios. Sin embargo, en la década de 1990 el panorama era diferente.Sin contar ya con las grandes estrellas de la década de 1980 y con una crisis incubandose que más adelante terminaría por reventar, por el plantel azul pasaron en esa década varios jugadores destacados que merecían probarse la amarilla. Muchos de ellos eran, además, salidos de las divisiones inferiores.
No obstante el talento mostrado por los jugadores azules, cada que salía una convocatoria estos brillaban por su ausencia. No fueron pocos los episodios en los que el hincha azul, ilusionado por el reciente buen desempeño de Osman López, Bonner Mosquera o Freddy León esperaba ansioso que saliera la lista con la nómina para disputar el sempiterno amistoso contra Honduras y, decepcionado, se encontraba nombres como Gustavo Restrepo, Alex Fernandez o Jhon Jaime Gomez. Parecía que definitivamente Hernan Darío se sentía más cómodo con sus viejos amigos de tertulia allá en Sabaneta, Envigado y La Estrella y que no estaba de ninguna manera interesado en siquiera probar a los nuevos valores provenientes de la capital. En el hincha azul, mientras tanto, crecía cada vez más una semilla de distanciamiento e incluso, de resentimiento con una selección que cada vez era menos «nacional».
Y es que para un hincha de cualquier equipo el que una joven promesa de su club reciba una oportunidad en la selección genera una emoción similar a la que debe sentir un padre cuando ve a su hijo graduarse de la universidad, o conseguir su primer empleo. Esto explica en parte el porque del desencanto. Con el tiempo, y más a manera de «contentillo», de uno en uno algunos jugadores tuvieron su oportunidad (de ser convocados, pues fueron pocos los que pudieron jugar más de cinco minutos). Fue así como Cortés, «El Gato» Pérez y Bonner Mosquera tuvieron todos una breve palomita.
Esa era la situación cuando en 1995 Millonarios tuvo un comienzo fulgurante en la Copa Libertadores. Empató el primer partido en Medellín, contra Nacional. Los siguientes dos partidos fueron dos sendas victorias contra Universidad Católica y Universidad de Chile 5-1 y 1-0 respectivamente. En el siguiente partido derrotó a Nacional 2-0 en Bogotá asegurando por anticipado su paso a la segunda ronda. Quizo la suerte que por esos mismos días la selección de mayores tuviera programado un amistoso contra Independiente de Avellaneda en Cali. El hincha azul, conociendo ya las gustos de Bolillo no se hizo ilusiones. Por eso no creyó cuando salió la lista y en ella figuraban seis jugadores, si, seis jugadores de Millonarios: el arquero Eddy Villarraga, el lateral Edison Dominguez, el central Osman López, el volante Bonner Mosquera y el delantero Freddy León. La prensa inmediatamente se percató de lo extraordinario del suceso. Deporte Gráfico mandó parar las rotativas y de afán, cambió la portada por una en la que aparecían los seis jugadores con la amarilla de la selección.
La euforia era total. Y esta aumentó con las declaraciones de Bolillo en un rueda de prensa por esos mismos días: «si la Copa América fuera hoy (se refería a la copa de Uruguay`95) la base sería Millonarios». A eso le añadió una frase que parecía ser fruto de un momento de extraño delirio del técnico paisa: «si antes se hablaba de la rosca paisa, si, ahora podemos hablar de la rosca azul». Incluso hoy en día si se dice que esa frase es del Bolillo se corre el riesgo de ser tomado por desequilibrado.
Llegó el partido y este terminó con un intrascendente 1-1. El funcionamiento del equipo no fue para nada sobresaliente y ninguno de los jugadores azules tuvo un desempeño fuera de lo común. Con el tiempo, las cosas regresaron a su cauce natural: el periplo azul por Chile (con una nómina mixta) fue un desastre apenas similar al desempeño del equipo «satélite» en el torneo local. Por los lados de la selección, en la siguiente convocatoria volvieron los Santas, los Misiles Restrepos, los Arley Dinas y demás jugadores paisas y vallecaucanos. Con el tiempo también, volverían otra vez de a cuentagotas los azules a la selección: Bonner Mosquera y Freddy León hicieron parte de la nómina de la Copa América de Uruguay. Obviamente, entre los dos no jugaron más de diez minutos.
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No se si les parezca, pero creo que uno de los jugadores de la historia reciente de nuestro balompié que debería aparecer acá es Luis Alberto García (lease el hijo del chiqui garcia), que incluso estuvo en la selección nacional, pero de aporte…. nanay cucas.
Gracias Donwallo por la sugerencia. Todos los nombres que se han sugerido serán tenidos en cuenta.
Hombre…no le digo que Boner Mosquera es ya tan importante para millonarios como el Bus… solo mencionan a Boner … y al Bus. Pero tenga en cuenta a Fernandez aaa no ese es Argentino o de donde es que es? en todo caso no es Colombiano para que si lo tengan en cuenta.
ESTE FUÉ UN CONTENTILLO DEL BOLILLO HACIA BOGOTÁ
Que putas hace DAZA en esa foto…jaaaaaaaaaaaaaaaaaaa…
Pues para que no se hable de contentillo que llamen a los cracks de ahora: Fantasma Ballesteros, Martín García… o que nacionalicen a la sensación: Fernández.
El que aparece en la mitad de la parte inferior no es el periquero de Jhon Mario Ramirez? Creo que se le olvido nombrarlo
fuck
love u so much
para adelante chicos unidos pueden los acompañare toda la vida no nos defrauden mas adelante
para adelante chicos unidos pueden los acompañare toda la vida no nos defrauden mas adelante
que resentimiento tan verraco del autor de la nota…se le nota la amargura assul…Solo le recuerdo que el tronco de Dinas fue un aporte no de Bolillo sino del inefable cheque garcia, el mismo que tuvo el descaro de ponerle la amarilla al troncazo de su hijo…POrque carajo no habla de ese nepotismo y siempre habla de la "rosca paisa¨??? Sesgadito??? Nooo queee