Nacional Puma Intercontinental

N. de la R. El Bestiario del balón recuerda a sus lectores que la sección adelante con la moda no sólo tienen cabida las camisetas barriales. También es un espacio, fiel a nuestra línea editorial, para rarezas y curiosidades.

Otro incunable. Nacional ya había lucido esta marca comenzando los 80. Luego, involución a su versión Big Cola: D’León. Con camiseta sin marca visible -aceptamos correcciones- dieron la vuelta olímpica en el Campín, la primera de un equipo colombiano en una Copa Libertadores. Vino entonces el gran compromiso internacional, la final de la extinta Intercontinental contra el Milan. Era un compromiso de alcurnia que, desde luego, demandaba las mejores galas. No sabemos bajo qué modalidad, el caso es que se agenciaron este uniforme marca Puma del que no quedaron casi registros pues los fotógrafos se concentraron en Higuita y la foto de rigor de antes de empezar el partido se la tomaron con la chompa puesta.

Terminó el partido -derrota 1-0 con gol de Evani en el minuto 119- y del uniforme Puma ni más. Los verdes pasaron por varias marcas locales hasta que a finales de 1994 firmaron con Adidas. Después de Adidas, en 1997, volvieron a lucir Puma, pero esta vez si fue en todos los partidos y recordando siempre quitarse la chompa para tomarse la foto.

Camiseta DIM 2010 con concepto ochentero

Agradecimiento imagen «Paisa»: Álvaro Castellanos

Los juegos de palabras en nuestro país supieron tener un sitio de honor en nuestro país, pero han venido cayendo a niveles de precariedad muy bajos. A veces hay que evitarlos incluso. Pero en los ochentas… ¡Esos sí eran buenos años para convertir las palabras en dagas filosas!

En esos tiempos en los cuales decir “vaina” o “carajo” era penalizado con sopapo en la boca, extradición de la mesa para terminar refugiado comiendo en la cocina y recorte presupuestal en la mesada, era más fácil aludir a las picardías lingüísticas y al doble sentido. Si Hombres G pegó en Colombia no fue precisamente porque David Summers cantara brillantemente como Eric Burdon o Van Morrison. No. Fue porque se atrevió a retar al pacato establecimiento colombiano hablando de mamones y maricas. La misma tajada de ese ponqué fue saboreada por los Toreros Muertos, aunque con muchísimos más méritos que Summers.

Y en medio de esa Colombia parroquial y sin Milky Way por las calles, unos soldados desconocidos comenzaron a plagar con sugerentes calcomanías el mercado: su propósito era vender y escandalizar y así lo hicieron. No era Texaco, sino “Tecago”; no era Marlboro, sino “Marihuana”, No era Colgate MFP, sino “Cagate POF”; No era Puma, sino “Fuma”.

El chiste debió durar de 1985 a 1986 y por culpa de David Summers esa picaresca se perdió. Ya era válido decir “Coma Caca” sin necesidad de usar la tipografía de Coca Cola y “Piense” sin utilizar el logo de Pepsi. Ya dejó de ser chistoso ese mensaje velado. La inocencia había dicho adiós para darle paso a los insultos sin pudor, sin pena, incluso en la mesa en la que en la niñez varios infantes sufrieron la extradición.

Sin embargo los encargados de la publicidad de la cerveza que patrocina al DIM  se ve que quedaron marcados por esa ochentera tendencia y, como parte de una estrategia para tocar las fibras más sensibles del buen beodo antioqueño, anunciaron el cambio en la feria de las flores de la marca de la cerveza, tradicional en estancos paisas y en vallas de carretera.

Cinco de los más feos uniformes en la historia de los Mundiales

Nunca hubo tantos desaciertos a la hora de vestir un equipo. Los espantosos diseños de algunas camisetas dejaron sin empleo a varios diseñadores de moda que, para paliar su tristeza, se dedicaron a vestir reinas con prendas tan feas como las que los inspiraron para proveer selecciones mundialistas.

5. Holanda 1990: La naranja mecánica fue naranja con leche en ese Mundial gracias a tan decolorado uniforme.

4. México 1998: Diseño a cargo de la sucursal mexicana del tradicional almacén de típicos el Balay.

3. Arabia Saudita 1998: Diseño a cargo del equipo de diseñadores de La Equidad Insurance  Inc. con sede en Riyadh.

2. Suráfrica 1998: Todo apunta a que este uniforme fue el primer trabajo en paint del hijo del presidente de entonces. Nadie se atrevió a contradecirlo.

1. Estados Unidos 1994: Diseño (fallido) a cargo de la mujer maravilla.


Just do it, Didier

Por tener la prerrogativa de poder coger el balón con las manos, los arqueros siempre se han creído de mejor familia y qué mejor forma de decírselo al mundo que con la ropa.  Esto hizo que en los ochenta y noventa fuera común ver cancerberos con atuendo de marca -y a veces patrocinio- diferente a la del resto del equipo. Farid Mondragón (Reusch) en Independiente y la Selección Colombia, Miguel Calero (Umbro) en el Deportivo Cali son dos ejemplos de esta tendencia. A ellos se le suma el muy recordado buzo Nike ref. selección USA que luciera Eddy Villarraga en la Copa Libertadores de 1997 con Millonarios.

Heredero del gran Eddy Uriel es por estos días el arquero del Junior Didier Muñoz que, rebelde, ha decidido no recurrir a la indumentaria Runic proporcionada por su  club optando por una variada colección de buzos con el chulito de la popular marca de origen norteamericano. La diferencia con Villarraga es que Didier no tiene necesidad de pedirle al tío en Weston que le mande el buzo con la prima. No. Didier, nos informan, prefiere comprar él mismo los buzos y después de cada compra reclamar un sticker para pegar en un cartón que, una vez lleno, le permitirá codearse con Tiger Woods, Lance Armstrong y Ronaldinho, entre otros, en el exclusivo club de los deportistas de alto rendimiento patrocinados por Nike. Fuentes cercanas al arquero dudan de la autenticidad de la promoción y hablan más bien de una cruel broma de sus compañeros de plantel en asocio con un reconocido vendedor de ropa deportiva del Sanandresito de Barranquilla.

Última hora: formas íntimas

Hallazgo de William Mauricio Mora.

Mira quién lo ve a Víctor Cáceres, jugador del Libertad de Paraguay ante Once Caldas por octavos de la Libertadores. Aguerrido, luchador, con el cuchillo entre los dientes, peleando como vietcong herido frente a Sebastián Hernández. Y sin que sea una gran hazaña hacerle un quite de balón al 10 caldista, Cáceres fue uno de los  gladiadores paraguayos que lograron sacar un empate de Manizales. Parecía todo un indio Motilón, conocidos por su bravura.

Tan inmerso en la piel estaba la idea de Cáceres de hacerse matar por la pelota que, para entrar convencido a la cancha no tuvo mejor idea que ponerse un bicicletero del Cúcuta Deportivo, que se destaca entre la indumentaria oficial de Libertad  En el mismo plantel del club paraguayo  está jugando Roberto Gamarra, delantero guaraní y ex integrante del rojinegro. Acá surgen las preguntas.

¿Cáceres le sacó a escondidas el bicicletero a Gamarra?

¿Gamarra y Cáceres tienen como costumbre compartir bicicleteros?

¿Cuántos años tiene esa lycra?

Si no fue Gamarra ¿Cáceres encargó a algún amigo esta prenda desde Colombia?

¿Cuál será la respuesta a este enigma? Lo sabremos en el encuentro de vuelta…

Cali Le Coq Sportif 1986

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En la década de 1980 se registraron  incursiones fugaces de reconocidas marcas de ropa deportiva en nuestro medio. Una de las más fugaces y tal vez menos documentadas fue la de la Le Coq Sportif. Esta marca, de origen ciclístico,  primero vistió a la Selección Colombia para luego, como lo muestra esta fotografía con dos grandes ausentes, vestir al Deportivo Cali en 1986.

P.D. Por más que lo intentó, nuestra siempre efectiva Unidad Investigativa no logró establecer si existió alguna relación entre la presencia de Lucho Herrera, reconocido y exitoso pedalista, en la nómina del Cali de ese año y la decisión de los directivos verdes de optar por esa marca.

El ropavejero de la Sabana

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Atlético La Sabana, luciendo disfraz de Atlético Nacional (imagen tomada de www.torneopostobon.com.co).

El fútbol colombiano no deja de sorprendernos sobre todo si de temas de confección deportiva se trata. Después de ver equipos usando piyamas en lugar de uniforme, uniformes-linternas e incluso camisetas bipolares creíamos haberlo visto todo. Pero no. Nadie en la redacción sospechaba cuán equivocados estábamos hasta que la semana pasada un avezado integrante de nuestra unidad investigativa notó algo extaño en la crónica gráfica de la tercera fecha de la Copa Postobón. Revisando el material que llegaba (vía Telecom) de las ciudades encontró algo que no le cuadraba. ¿De aquí a cuando el Atlético La Sabana, que ya había llamado nuestra atención el año pasado  por usar uniformes Adidas genéricos, lucía ahora uniformes Marathon y era además patrocinado por Postobón?

Confundidos, asumimos que el equipo sucreño había suscrito sendos contratos con ambas empresas válidos a partir del 15 de marzo.  La hipótesis de trabajo pronto se derrumbó cuando encontramos que el sábado siguiente en su partido contra el Real Santander el Atlético La Sabana retomó la indumentaria Adidas no oficial que esporádicamente se le ve. Este uniforme lleva estampado a su patrocinador de siempre: la Alcaldía de Sincelejo. Bueno añadir que en otros partidos de la temporada al equipo del «Chino» González Scott se le ha visto un uniforme blanco rojo y verde sin marca visible.

La Sabana, con extraño uniforme Adidas genérico pocos días después (imagen tomada de www.torneopostobon.com.co).

¿Cómo explicar entonces la fugaz aparición de Marathon y Postobón en la camiseta sabanera? Tenemos tres hipótesis. La primera es que La Sabana es el único equipo en Colombia con una sólida política de compromiso y manejo ambiental. Esto les habría  permitido ser pioneros en el tema del reciclaje de uniformes, en este caso los que usara Atlético Nacional en 2008.  Reciclando uniformes desechados por sus rivales, este equipo estaría ahorrando importantes cantidades de agua que de otra forma desperdiciarían lavando los propios. Falta ver si la Dimayor se suma a la ola ambiental estableciendo la revolucionaria figura del «punto verde» a otorgarse al terminar el torneo al equipo que haya mostrado una mayor sintonía con el planeta. De ser así, La Sabana ya cogió ventaja.

La Sabana, con el atuendo Adidas genérico, enfrentando a su benefactor por la Copa Colombia 2009.

La segunda hipótesis nos remite a un tema difícil de abordar: el desvío de las ayudas recolectadas con motivo de la catástrofe en Haití. En este sentido, no es descabellado especular con que el Atlético Nacional, respondiendo al pedido de las entidades humanitarias de donar ropa usada en buen estado, haya aprovechado la ocasión para deshacerse de una buena cantidad de uniformes sobrantes del contrato con Marathon que estaban ya estorbando en sus anaqueles.  Ya en las bodegas de alguna de las entidades a cargo de enviar la ayuda al país caribeño pudo haber emergido la tradicional figura del oscuro avivato que, al verlos,  optó por apoderarse de ellos para luego vendérselos al Atlético La Sabana a un precio inferior a los del mercado encimándoles además una piyama térmica para uso exclusivo de González Scott.

La Sabana, con su uniforme habitual.

Por último, alguien hizo el favor de recordarnos que el Atlético La Sabana y Atlético Nacional suscribieron a comienzo de temporada un convenio de esos tan comunes en nuestro medio en el que un equipo de la A le brinda apoyo a uno de la B. El convenio, hasta donde sabíamos, incluía préstamo de jugadores y algún tipo de soporte logístico. De lo que no teníamos ni idea era que el convenio incluyera una cláusula obligando al equipo sabanero a ser receptor de los desechos sólidos textiles reutilizables del Nacional. Esta, por ahora y a la espera de los aportes de nuestros visitantes, parece ser la hipótesis más solida.

Decir Millonarios y Xeneizes no siempre supone contradicción

Lo que son las contradicciones de la vida. Millonarios, un equipo que tuvo siempre  identificación con River Plate vio cómo, en un partido benéfico, sus colores fueron mezclados con los de Boca Juniors en una bizarra idea de la marca deportiva Saeta.

El encuentro entre gallinas y bosteros se dio en el marco de un enfrentamiento amistoso organizado en beneficio de la lucha contra la droga. Las Naciones Unidas y la Dirección Nacional de Estupefacientes decidieron unir fuerzas y darle al público bogotano un espectáculo pocas veces visto: llevar al estadio El Campín a los bonaerenses con todas sus figuras, aprovechando que andaban por estas tierras disputando la Recopa Sudamericana contra Caldas.

Boca jugó, pero muchas de sus figuras se quedaron en el Hotel Granada en una competencia para saber quién era más hábil en el hundimiento de patos de hule en el jacuzzi -práctica muy común en los clubes organizados, quienes no gastan tiempo en huir de las concentraciones ni salir a beber fuera de la barra del bar hotelero- y algunos, aún con las manos arrugadas por el agua corrieron rápidamente y se montaron en un Transmilenio que los dejó frente al coliseo de la 57.

Millonarios ganó 2-1 con goles de Martín García -anotaciones que guardó cuidadosamente en video para poder encontrar chanfa en el fútbol del exterior- y los boquenses -que tuvieron en su nómina titular al fallecido Gustavo Eberto, Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto- descontaron a través de Morel Rodríguez.

Nunca en la historia millonarios y xeneizes estuvieron tan cerca. En las huestes de River Plate trinaban de la rabia al ver el modelo de la camiseta, mientras que en Bogotá, algunos no muy privilegiados rescataron de la hoguera este incunable de la moda, que pudo unir dos fuerzas que supuestamente se rechazan. La camiseta y la unión fue poder presenciar para algunos hinchas embajadores -de los que hacen el aguante y dicen gashinas- un momento inolvidable. Tan inolvidable e inesperado como el capítulo navideño en el que He-Man y Skeletor se hicieron amigos.

Once Caldas rojo pasión

A primera vista la imagen parecería ser de un partido Once Caldas vs. América u Once Caldas vs. Envigado. Pero no. Si se observa con cuidado notará que el blanco corresponde al Cortuluá y el rojo, sí, el rojo al Once de Manizales.

La foto corresponde a una época (finales de los 90, comienzos de la década de 2000) en la  que el Once Caldas atravesó por una grave crisis de identidad que lo llevó a deambular por toda la gama cromática en busca de una tonalidad para su segundo uniforme con la cual poderse sentir seguro y plenamente identificado. Primero fue el  verde, luego este rojo que en la foto parece hecho con envolturas de Todo Rico, después el azul para finalmente optar por el negro.

Valga decir también que este rojo que hizo ver al Once como el América un año antes de ganar la Copa Libertadores de América, es de casa textilera desconocida, pues durante varios años el Once, como lo hiciera Santa Fe en 2007, optó por la confección casera  de sus prendas (dicen las malas lenguas que en lugar de multas, los futbolistas indisciplinados debían pasar largas horas dedicados al noble oficio de la costura en máquinas y fileteadoras dispuestas en  los bajos del Palogrande).

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Prográmese mañana (y bonus track incunable)

httpv://www.youtube.com/watch?v=uM4cNER23iM

De Bogotá en las canchas, tráiler de la serie.

El Bestiario del balón, siempre preocupado porque sus lectores tengan acceso a programas de televisión de la mejor calidad, se permite sugerirles sintonizar Señal Colombia mañana a las 7:30 PM para que disfrutemos y nos instruyamos con el primer capítulo de la serie documental «De Bogotá en las canchas». Este proyecto, que contó con la asesoría histórica del Bestiario del balón gracias a alianza semiestratégica gestionada por Maria Ester y nuestro departamento de educación continuada a través de su oficina de gestión audiovisual (en liquidación), comprende nueve documentales sobre la historia del nunca bien ponderado fútbol bogotano con testimonios de futbolistas, directivos, técnicos e hinchas acompañadas de imágenes de archivo muchas de ellas inéditas.

httpv://www.youtube.com/watch?v=XPsMDVPEDQE

Introducción de la serie.

Las reminiscencias del Olaya, los ídolos foráneos y locales, el fútbol femenino, las glorias trasplantadas y nativas están en esta serie que se ocupa de muchos capítulos que se escapan del alcance del Bestiario, especializado, como ya bien lo saben, en derrotas, fracasos y en figuras de perfil mediano. Aun así, en De Bogotá en las canchas también habrá espacio para las curiosidades que los televidentes con ojo afilado podrán detectar. Les adelantamos una, sin duda un incunable: esta camiseta con caracteres chinos que Santa Fe utilizó en un clásico previo a una gira por la China en 1979. Hasta donde sabemos, este fue el único partido en el que se usó el uniforme pues la gira se malogró por la derrota de esa tarde que motivó a los directivos a cancelar el periplo. No sabemos si luego la directiva firmó convenio con el China Town de la 92 con 11 para ofrecerlas como regalo a cambio de un pedido de 12 o más lomos agripicantes.

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