Durante décadas el diseño deportivo en Colombia fue más bien pacato. O había temor a innovar o simplemente a ningún diseñador se le habían conectado las neuronas que le permitirían salirse del repertorio cromático tradicional de los equipos. De ahí lo meritorio de esta camiseta alterna de Millonarios, perteneciente a su ajuar 2001. Fue la primera vez que se le vio a dicho equipo un color al menos ligeramente distinto a su azul o a su blanco tradicional. Se trata de un gris inspirado en los puños y mangas de camisas blancas.
Aunque algunos sostienen que fue la misma que se utilizó en la final de la Merconorte, pero aquella era 100 por ciento blanca. Esta, la percudida, sólo se utilizó en un partido en Bucaramanga contra el Atlético y provocó la ira santa de Iván Mejía por irrespetar la tradición. Ira también produjo en mamás despistadas de hinchas que dedicaron una tarde, todos sus brazos y cuatro barras de jabón Rey al estéril proyecto de sacarle el mugre.