Clark Kent vino a Cali y tapó en el Cali

Cosa bastante frecuente en el fútbol argentino, los buzos con diseños alusivos a la personalidad del cancerbero no se ven todos los días en los estadios del país. Uno de los casos más recientes fue el del arquero boliviano José Carlo Fernández quien, literalmente, se tomó muy a pecho lo de su remoquete de «Gato» mostrando en su fugaz y algo desafortunado paso por Santa Fe y Cali este peculiar estampado en sus buzos inspirado en el popular superhéroe norteamericano, previa licencia, claro está, de DC comics. .

Premios Bestiario del balón 2007-Resultados

Premio «Vidrio en la media» al jugador, técnico o directivo más fastidioso en la cancha.

Por segundo año consecutivo, ganador con 833 votos: Víctor Hugo Aristizábal

Premio «Friends» al elemento más nocivo en un plantel.

Ganador con 625 votos: «Sindicato antioqueño» del Independiente Santa Fe

Premio «Gulliver» al jugador más agrandado de 2007.

Ganador con 504 votos: Aldo Leao Ramírez

Premio «Ronald Ayazo» al futbolista más piscinero de 2007.

Ganador con 608 votos: Camilo Zúñiga

Premio «Héroes de Cajanal» al estafador de 2007.

Ganador con 537 votos: Empresarios del cuerpo técnico y jugadores uruguayos de Millonarios

Premio «Sensación Acevedo» a la promesa que no cuajó en 2007.

Ganadores con 403 votos: Los mellos Briceño

Premio «Príncipe de Marulanda» al chascarrillo futbolístico de 2007.

Ganador con 432 votos: «Si Jamaica organizó el mundial de cricket, porque colombia no puede organizar un mundial de fútbol», Pacho Santos.

Premio «Pacho Maturana» a la frase célebre de 2007.

Ganadora con 1018 votos: «Peor que en el clásico pasado no nos va a ir.» Por supuesto, «Pacho» Maturana recién estrenado en el banquillo de Gimnasia y Esgrima y en alusión al clásico anterior contra Estudiantes que su equipo había perdido 7-0

Premio Jorge Castillo al directivo del año

Ganador, por segundo año consecutivo, con 348 votos: Junta directiva del Deportivo Cali

Premio «Señorito silueta» al futbolista metrosexual de 2007.

Ganador con 602 votos: Jaime Sextrillón

Premio «Rey de copas» al rey de la pernicie en el 2007.

Ganador con 762 votos: El crédito de Chicoral, Dayro Moreno

Premio «Wala» al uniforme con más aire barrial de 2007.

Ganador con 506 votos: Verde mango biche Atlético Nacional

Premio «Paco Casal» a la transferencia fallida del 2007

Ganadora, con 441 votos: Cristian Zapata a Juventus, Roma, Inter, Milan, etc.

Premio «Artridene Gel» al árbitro más obtuso del 2007

Ganador, con 436 votos: Jorge Hernán Hoyos

Premio Jesús «Kiko» Barrios a la celebración más precaria del 2007

Ganadora, con 638 votos: Léider y sus gónadas

Premio Premio «Alonso Cachaco Rodríguez» al futbolista «no fitness»

Ganador, con 750 votos: Marcelo Tejera

Premio «La Fina» a las manos de mantequilla

Ganador, con 740 votos: Diego Gómez

Premio «Hernán Silva Arce» al escándalo del 2007

Ganadores, con 692 votos: El «Pibe» y Oscar Julián Ruiz

Medalla Francisco Foronda al futbolista colombiano que de mejor manera haya ordeñado las finanzas de un club foráneo

Se le otorga a: Nelson Enrique «El comunitario» Rivas
Además, el comité de premios del Bestiario del balón estudiará la solicitud presentada para cambiar del nombre de esta distinción para próximas ediciones a «Medalla Nelson Rivas».

Comentarista y también visitante cajita Cbox del 2007

Con 230 y 108 votos respectivamente y por segundo año consecutivo visitante del año: Vicious.

Para leer en vacaciones: crónica del primer encuentro Bestiarista


Los asistentes (de izquierda a derecha): Vicious, Sensación Rey Arturo, Don Mauro, siempreconusted, ustedesnoexisten, Curramba

Entrada ya la noche del veintidós de diciembre de 2006 reunierónse en la taberna que lleva el nombre del recordado capo de Camelot (hoy atendida por sus descendientes) varios de los más conspicuos contertulios del Bestiario del balón. De la avanzada hicieron parte “Don Mauro», «Vicious» y «Sensación Rey Arturo», quienes ya se encontraban apoltronados en el lugar cuando hizo su ingreso quien esto escribe en compañía de su señora esposa, cinco minutos después de las 21:00. Después de un breve registro del lugar sus dependientes y clientes, este, su servidor, tuvo claro que ninguno de los tres o cuatro mancebos que poblaban la barra harían parte del encuentro y procedió a intercambiar santo y seña con los tres integrantes de la avanzada que habían decidido ubicarse en una de las mesas de la primera planta para dar así inicio al primer encuentro bestiarista. Tal y como lo ordenaba el orden del día, el encuentro comenzó con un saludo del propietario del lugar –Hernando «Mono» Tovar, vieja gloria del Independiente Santa Fe– quien nos agradeció haber escogido el negocio de su familia como sede de nuestro primer encuentro para inmediatamente despedirse aduciendo una lesión en la pierna derecha y dejandonos en manos de su joven heredera quien a su vez estaba secundada por quien a todas luces parecía ser su cónyuge.

Minutos más tarde hizo su ingreso –manejando un bajo perfil que rápidamente abandonaría consagrandose incluso como la revelación de la noche–, «Manuelito», visitante no tan frecuente que sin problemas encajó en la conversación proponiendo inmediatamente llevar a cabo un repaso por la nómina del América subcampeón de la libertadores 1996. Después de «Manuelito» se unieron a una mesa que ya experimentaba una importante explosión demográfica de envases vacíos dos extras (uno de ellos con parlamento) contratados especialmente para la ocasión. Cuando la discusión pasaba por la verdadera edad de algunas de las más jóvenes promesas de nuestro fútbol (muchas de ellas vistas mientras acudían bajo otra identidad a visitar reconocidos médicos geriátras) hizo su aparición «Ustedesnoexisten» en compañía de otro visitante frecuente del Bestiario: «Curramba». No había terminado la ceremonia de intercambio de santo y señas cuando ya había entrado en escena el “General Verdad” ataviado con la camiseta de la LDUQ quien, a juzgar por su avanzado estado de alicoramiento, parecía provenir de una novena bailable con los integrantes del plantel profesional del Junior de Barranquilla. Así, mientras los demás miembros de la comunidad ayudaban a la joven pareja que nos atendía a darle una forma más redonda, más acorde con el lugar, a la mesa, el General Verdad se las veía a gatas para mantenerse en pie al tiempo que fracasaba también en su burdo proyecto de flirteo con la tataranieta del Rey Arturo. Azuzado por “ustedesnoexisten”, el alicorado General estuvo también a punto de establecer contacto telefónico con un amigo de esta casa: Andrés Maroco.

Una vez terminó su espectáculo, un tambaeante “General Verdad” se retiró de la taberna junto con el enigmático extra sin parlamento para dar ahora si comienzo a una tertulia de altísimo nivel que hizo las delicias de propios y extraños. Fue entonces cuando se revivieron capítulos de oro de la radio deportiva bogotana recordando los días en que el indio Cuatindoy llevaba a los oyentes de Colmundo Radio las incidencias de los partidos que tenían lugar en El Campín, contemporáneo de Cuatindoy se recordó también a Jorge Cermeño, narrador de la célebre voz de Bogotá. Encarrilada ya la conversación.estruendosas fueron las carcajadas cuando se tocó el tema del apodo con el que Iván Mejía bautizó a Juan Pajuelo: “El ídolo de la juventud”. Las carcajadas aumentaron sus decibeles cuando alguien recordó que “Cilantro” fue el que le correspondió a Jorge Correa Pastrana. El tema de los apodos de Mejía dio incluso para recordar el primer sobrenombre con el que este comentarista fue dejando clara su animadversión hacia Carlos Antonio Vélez: “La caternica”. Hubo también carcajadas y uno que otro brindis cuando uno de los participantes recordó la aparición de Javier Tolosa (tradicional monaguillo de Mejía) en “Quiere Cacao”. Estos sólo fueron abrebocas, pues el clímax de la reunión llegó cuando se recordó al periodista y candidato a Edil de Radio Melodía Edilson Ballesteros y la forma como uno de sus colegas le dio por esos días un empujoncito a su campaña: “Melodía ya tiene su edil; Edilson Ballesteros”. Este último momento sólo fue superado por la histeria colectiva que generó entre los presentes la alusión del extra con parlamento a la forma como Dios Antonio Vélez se refirió al volante del Tolima Juan Carlos Escobar durante la transmisión del partido de ida de la final de nuestro querido rentado: es un jugador aguerrido, fornido, macizo, pétreo.


El General Verdad, abandonando la Taberna del Rey Arturo

Como era de esperarse, hubo tiempo también para un repaso por lo más vistoso de los libros de contrataciones de algunos de los equipos de nuestro rentado. En este punto se desarrollaron uno por uno casos como el de Christian García, Luis Molinas, Giacomo Di Giorgio, Lobinho y Sebastián Cartagena, sobra decir, entre muchos otros. El talento nacional tuvo también su espacio en esta terapia grupal. Fue así como se trabajaron los traumas que en muchos de los participantes dejó el accionar de Farley Hoyos, William Vásquez Chacón, “La brocha” Vidal, John Jailer Moreno y José Manuel “El willi” Rodríguez entre otros.

Cuando ya se habían evacuado los temas incluidos en el orden del día y “Vicious” en compañía de “Sensación Rey Arturo” habían abandonado sigilosamente la reunión (llevando Vicious el gallardete que lo acreditará durante todo el 2007 como vistante del año bajo el brazo), el extra con parlamento que aún permanecía en la mesa se destapó y dio muestras de ser un gran conocedor de la cultura “pop” peruana de los años noventa cuando la conversación terminó por generar en este manido pero no menos apasionante tema. De su mano y de la de “Manuelito” se dio inicio entonces a un recorrido por el mágico mundo de Nubeluz, Bataclown, Miky Rospigliosi, Los Choches, Pataclown y Pisco Sour. A esta altura del encuentro el reloj marcaba ya las dos y treinta de la madrugada y en el lugar sólo quedaban los sobrevientes del que para esa hora ya se perfilaba como un exitoso primer encuentro Bestiarista. Poco después de cerrar el tema Pataclown y cuando los participantes se disponían a debatir si Emilio Laferranderie era el verdadero nombre de “El Beco”, la jóven pareja –visiblemente agotada y harta ya de oir entre alaridos nombres tan extraños a sus oidos como los de Edilson Ballesteros, “Chayanne” Mendoza y Edwin Tuirán Ruiz– interrumpió advirtiendo que se aproximaba la hora del cierre y que por ningún motivo estarían dispuestos a soportar un minuto más el flujo de datos inútiles proveniente de la mesa en la que se desarrolló el encuentro, por lo que no quedó más remedio que enfilar baterías hacía el “rapi-perro” que los organizadores habían contratado para que recibiera a los sobrevivientes a la salida, sobre el amplio andén de la carrera quince.


Los sobrevivientes, a altas horas de la madrugada (de izquierda a derecha: Don Mauro, ustedesnoexisten, siempreconusted, Curramba)

Una vez canceladas todas las acreencias y habiendose aprobado a pupitrazo limpio la realización de un nuevo encuentro en un término no mayor a tres meses, invocando la protección del indio Cuatindoy se dio por levantada la sesión. .

Holguer Quiñónez

Un Bestiario del fútbol colombiano sin la fina estampa del mítico y no menos aguerrido central ecuatoriano podría llegar a ser tan insulso como un petaco de Buckler. Poco importó que se tratara de un país acostumbrado a los Nery Francos, a los Orlando Rojas y a los «Chinos» González Scott; cuandó Holguer llegó a reforzar al Pereira en 1992 alimentó las pesadillas de fanáticos, cronistas y atacantes rivales. Estos últimos, especialmente, palidecían y soltaban esfínteres llegada la hora de superar su marca. En Colombia permaneció hasta 1995; en la memoria de quienes hemos cultivado esa fijación por las caras lindas de nuestro rentado, permanecerá por siempre. .

Bestiarísima: Elda Arely de Hoyos

Con tan sólo 17 años y estudiante de contaduría pública, aspira a ser una gran profesional y desempeñarse bien como modelo profesional. En sus ratos libres va al gimnasio y escucha música. .

Rubén Dos Santos

Como complemento a nuestra estelar sección «Venga a Cali, tape en el Cali» , y ante el abundante material que la directiva azucarera se ha empeñado en proporcionarnos, la redacción del Bestiario del balón está considerando la posibilidad de inaugurar la sección «Venga a Cali, juegue en el Cali». Por lo pronto, y mientras fluyen los conductos regulares, nos corresponde dedicarle un espacio a Rubén Dos Santos, lateral izquierdo uruguayo que disfrutó de una agradable temporada en la sultana del Valle entre julio y diciembe de 1997 vistiendo, siempre y cuando la guía se lo permitiera, la camiseta del Deportivo Cali.

Antes de venir a Cali, Rubén militó en Peñarol, Central Español y Defensor Sporting, club en el que alcanzó algo de notoriedad cuando le marcó dos goles en dos partidos a Peñarol por la Libertadores de 1996. No dudamos que fueron esos quince minutos de fama los que facilitaron su temporada caleña que terminaría a finales de 1996 cuando corto de fondos y decidió dar por terminados sus días de azueto y enrolarse en Bellavista cuando apenas despuntaba 1998. De seis meses en Olimpia de Paraguay, de otros seis en Bellavista, de seis más en Paysandú para luego volver a Bellavista y de ahí, como los elefantes, a terminar la carrera en Peñarol, club donde comenzó nos habla la bitácora de un jugador que tenía todo el perfil de haber sido propiedad no de Peñarol ni de Bellavista sino de Avis o Hertz. Son pocos los registros que se conservan de su paso por Cali no hablen de recorridos por la hacienda La María y de talleres didácticos en el Museo Rayo. Uno de ellos, un texto de Carlos Fernando Forero «Cafefo» publicado en la Revista del Cali, se destaca por su acidez e ironía, características que nunca han sido las de esta casa. Pese a esto, y por considerarlo un documento con algún valor histórico lo reproducimos a continuación: «Nunca pudo tener regularidad. Fue constante salida por su zona, la izquierda. No es ningún dechado de perfección. De 37 centros que ensayó sólo acertó 18. Dos balones estrelló en los palos. Por su sector, equios como el Unión hicieron fiesta en el Pascual Guerrero. Además, los recuperadores zurdos son fatales y eso desnudó más al uruguayo». .

Farley Hoyos

Apodado «El gato» y de la cantera del Deportivo Rionegro, este delantero paisa goza de índices más altos de recordación que el mismo Pandolfi en la hinchada cardenal y particularmente entre los más jóvenes. Tuvo la suerte de conformar junto a Silvero Ramón Penayo una dupla atacante que así como supo dejar traumas entre los hinchas rojos, todavía hoy es añorada por defensas y arqueros rivales.

Proveniente del Envigado y habiendo militado ya en el DIM y en el extinto Deportivo Antioquia (casaca que luce en la foto), llegó a Santa Fe a mediados de 1996 en calidad de joven promesa del fútbol antioqueño. A juzgar por lo mostrado en las primeras de cambio cuando sobresalió por su endiablada gambeta y su notable habilidad manejando el balón, a Farley le esperaba un gran futuro en Santa Fe. Sin embargo, con el correr de los partidos en compañía del célebre «Rayo» supo orquestar sendos recitales de torpeza y desperdicio que terminaron por afectar seriamente la salud mental de la parcial cardenal. Hay que decir a este respecto que los recuerdos de los despilfarros protagonizados por esta legendaria dupla han quedado enquistados en algún lugar entre el conciente y el inconsciente de buena parte de los hinchas rojos generando convulsiones y alucinaciones en momentos, por lo general, poco oportunos. Un gol contra su antiguo club, cosa rara en nuestro medio, fue el saldo final del muy recordado paso de Farley por Santa Fe.

Vilipendiado en la capital, partió a mediados de 1997 rumbo al centro del Valle en donde supo mantenerse en el Cortuluá hasta 1998. Reaparecería en primera en 2000 disputando 11 partidos con el Bucaramanga. Sobra decirlo, su producción goleadora brilló por su ausencia. Sin puertas que se le abrieran en Colombia aplicó la de cualquier futbolista criollo en apuros: probar suerte en Perú o en el Salvador. Después de mucho pensarlo se decidió por la tierra del Inca y aceptó la oferta del muy recordado Coopsol Trujillo (no amigo lector, no era patrocinado por un ungüento para después del sol, es el equipo de un reconocido grupo empresarial peruano que presta a sus abonados servicios de consultoría, publicidad y aseo según reza en su página oficial). En Trujillo el «Gato» alcanzó el tope de su carrera con los nueve goles que marcó en los treinta y tres partidos que disputó durante el 2001. Objetivamente, seguía siendo una cifra bastante modesta tratandose de un atacante. Su buen desempeño con los de Trujillo le valió un contrato con el renombrado Estudiantes de Medicina en donde volvió por sus fueros convirtiendo tres goles en veintidos partidos durante el primer semestre de 2002. Aun con estas cifras a cuestas, el Cienciano lo tuvo en cuenta como refuerzo para el segundo semestre. Un solitario gol no fue suficiente para garantizar su permanencia pero si para garantizarle un contrato para el 2003 con el Alianza atlético de Sullana equipo en el que nuevamente pasó en blanco en materia goleadora.

Terminada su incursión peruana, Farley regresó a su Antioquia natal donde fue acogido por el Itagüi. Del Itagüi pasaría al año siguiente (2005) al Bajo Cauca, club en donde fue opacado por goleadores con menos años encima como Carlos Castro y John Jairo Tréllez. Desmotivado, colgó los guayos a finales de 2005. Hoy es titular inamovible de la selección Antioquia categoría Senior Master.

Con la valiosa colaboración de Muerte al julgo.
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Nuevo patrocinador

¿Siempre soñó con ver los partidos del rojo en diferido?¿Siempre imaginó un juego de bridge o canasta mientras en la pantalla Tulio Hernán Guerrero y el «Elegante» Mosquera Torres hacen gala de su fútbol exquisito? ¿Qué tal un partido de ping-pong con el «Watusi» Lozano? Con un moderno salón de cartas a la altura de los mejores de América, billares y mesas de ping-pong de última generación, la casa santafereña está lista para recibir a todos los rojos bestiaristas. Imprima este post y podrá compartir un chico de billar con Didio Mosquera..

Especiales del Bestiario: River Plate de Buga

Si algún día la vida lo pone en la situación de argumentar por qué nuestro nunca bien valorado rentado criollo es también un remanso de excentricidades sin parangón, orgulloso puede recordar el caso del Fiorentina que de la noche a la mañana se convirtió en River Plate. En efecto, el citado disparate tuvo lugar a mediados de 1995 cuando el proyecto Fiorentina-Caquetá hizo agua obligando a su gestor y mayor promotor, el madrugador empresario Genaro Cerquera, a recoger sus corotos y a buscar un nuevo puerto en donde anclar. Con la ficha en la mano, el empresario tuvo que recorer toda suerte de ciudades internedias con perfil de posibles sedes del «gran ascenso» hasta llegar a Buga, ciudad en la que se topó con el también próspero Henry Cubillos quien para entonces fungía como presidente del River Plate de Buga, club deportivo con un pedigree de más de 28 años dando de que hablar en el fútbol aficionado del Valle del Cauca.

Hecha la negociación, el Fiorentina –club que fuera cuna de jugadores como Leiner Orejuela, Andrés «Roque» López, Orlando «Fantastma» Ballesteros, Osman López y Alex Daza– cedió su ficha al ahora profesional River Plate de Buga y con 36 jugadores dirigidos por el profesor Alberto Suárez comenzó la aventura «millonaria» en la «ciudad señora de Colombia». Con el Hernando Ázcarate Martínez como domicilio; bajo la dirección del profesor Alberto Suárez; con el apoyo de las barras «La banda roja», «La juvenil roja», «La bastonera» y la siempre fiel «Barra de Darío»; y con Raúl Rivera, el brasilero Arnaldo Da Silva y José «Chepe» Torres como baluartes el 17 de septiembre de 1995 un empate a un gol contra Alianza Llanos en Villavicencio marcó el debut del River Plate de Buga en la primera B. A esto debemos añadirle que, según un completo informe de Deporte Gráfico publicado por esos días, el presupuesto mensual del club rondaba los 20 millones de pesos, semanalmente se recaudaba en las taquillas del Azcárate Martínez un promedio de cuatro millones, socios e hinchas del equipo colaboran con la vivienda y la alimentación de jugadores provenientes de otras regiones (interesante ítem: ¿se alcanza imaginar usted llegar a casa y encontrar apoltronado en su sala de estar al central responsable de marcar al delantero rival que supo amargarle la tarde?) y para no tener problemas con la caja menor una rifa de un Chevrolet Swift le garantizarían por lo menos 100 millones de pesos al club.


Su técnico, Alberto Suárez posa en compañía del preparador fisíco Ismael Benítez

Un notable tercer puesto en la reclasificación le permitió a los de la banda cruzada del centro del Valle clasificarse sin afugias a los cuadrangulares semifinales en el año de su debut. Le correspondió disputar el cuadrangular «A» junto con Cúcuta (a la postre campeón), Rionegro y Unicosta. Llegada esta instancia el equipo se desinfló y a duras penas alcanzó el tercer lugar con cuatro puntos, los mismos de Unicosta, colero del grupo. Para el torneo siguiente la suerte sería bien distinta: una pésima campaña les abriría las puertas de la primera C en la época en que todavía había funcionaba el ascenso y el descenso entre estas dos categorías. Exótico y efímero, el proyecto River Buga puede sacarlo de apuros llegada la hora de demostrar lo pintoresco que puede llegar a ser nuestro balompié profesional.

(En la foto, arriba, de izquierda a derecha: Raúl Rivera, Juan Carlos Agudelo, Miguel «El elegante» Mosquera Torres, José Luis Osorio, Mauricio Galindo y Diego Pizarro. Abajo: José Omar Azcárate (utilero y de alguna manera descendiente del dueño del estadio), José Torres, Walter Valencia, Javier Rodríguez, Rubén Dundo (argentino) y Alonso Rodríguez. .

No te lo guardes: Hernán Silva Arce

Vuelve nuestra estelar sección con un invitado de lujo. Figura muy respetada entre la fanáticada azul, en aquel célebre Paraguay-Colombia por las elimintorias a Italia’90 en Defensores del Chaco se supo ganar también el cariño y respeto del pueblo colombiano. .