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Maradona vino a Cali y entrenó en el Cali
Es bien sabido que medirse camisetas de equipos del mundo es, más que la pelota, la verdadera pasión de Diego Armando Maradona. En documentar esta desbordada afición del 10 ya han dedicado parte de sus vidas nuestros mentores de Enunabaldosa. Es bien conocido que el Deportivo Cali, entre los futbolistas del continente, es un destino turístico tan cotizado como Aruba, Cancún o el Irotama. El caso es que ambas cosas se juntaron en 1979, año en el que Argentinos Juniors vino a jugar un cuadrangular a la capital del Valle contra América, Cali y Cúcuta.
Atraídos seguramente por la buena reputación de la ciudad y -cómo negarlo- por la impresionante liquidez de la que gozaban sobre todo los rojos en esa época, los bichos colorados aterrizaron para enfrentar primero al América -derrota 3-2 con golazo de Maradona- y luego al Cúcuta: victoria 5-1 con cuatro del de Villa Fiorito. Pero esto es secundario. Importa que Diego se las arregló para darle rienda suelta a su pasión, que para entonces no pasaba ni por las caleñas, ni por lo que se hace en Condoricosas ni tampoco por lo que comercializaban los polémicos empresarios que recién se habían instalado en la junta del América. No. Tuvo tiempo, no sabemos cómo, para cambiarse a las carreras detrás de un palo de mango y ponerse el uniforme completo del América y, ecuánime como siempre ha sido, de ahí salir a las carreras y, ansioso, a medirse el del Cali y sentir por unos minutos el relax y el confort que este le había hecho sentir a tantos colegas suyos, arqueros sobre todo. Sólo entonces sintió que ya podía regresar, pleno, a Buenos Aires.
Gran aporte de @SrCendales
Radiobestiario y las fiestas socialistas
El Radiobestiario de esta semana con una exclusiva mundial: el comunicado de Miguel Ángel sobre el affaire Strauss-Kahn. Espere también:
-La hermana de Millos David se llamará Maria Comanda.
-Exclusivo: el gramado del Eduardo Santos también sufrió los estragos del Agroingreso Seguro.
-¿Si no hay Jack Warner para qué Mundial?
-Una pata más que le nace al caso Equidad-Sociedades místicas.
-Y lo esperado, reminiscencias de fiestas socialistas con Strauss-Kahn y Miguel Ángel.
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Colombia disfraz Chile, Mundial juvenil 1987
Colombia llegó a Chile con el título suramericano en sus maletas pero sin los uniformes oficiales. La idea era que, al llegar, Adidas se encargaría del tema. Pero no. Se vino el primer partido contra Bahrein y nada que aparecía la indumentaria. Suponemos que hubo desespero ante la perspectiva de tener que recurrir al traje de Adán, hasta que a alguien se le ocurrió poner a prueba el nivel de hospitalidad del equipo local y pedirle prestados sus uniformes. Para la época, recordemos, la segunda camiseta de Colombia era roja, muy similar a la chilena.
No sabemos sí a las buenas o a las malas, el caso es que los chilenos aceptaron despojarse de su ropa de trabajo y prestársela a los colombianos. El utilero, de afán, le cosió unos escudos que tuvo que dibujar en técnica flumaster y listo, a cantar los himnos.
Pero el lío siguió. Llegó el siguiente partido contra Alemania Oriental y los de Adidas nada que aparecían. Esta vez los chilenos, aún bajo el efecto de los olores corpóreos criollos (salpimentados con el de los bareiníes), se negaron terminantemente a repetir el acto de desprendimiento. Quedaba la alternativa de usar un viejo juego de uniformes que el utilero había traído, suponemos, para proveer de piyamas a quien se lo solicitara. Pero estaba el lío de que los uniformes eran marca Comba o Torino o Wala, pero no Adidas y ya había un acuerdo que obligaba al equipo de Finot Castaño y Hugo Gallego a lucir la marca alemana. Recursivo, el utilero, que dominaba ya la técnica flumaster, propuso calcar el logo de cualquier revista y hacer él unas falsas marquillas. Sin alternativa mejor, se le dio vía libre. El resultado sirvió para salir de apuros, pero no para evitar la multa que luego haría llegar la FIFA por lucir publicidad en la camiseta. Era fácil esquivar la sanción: el utilero bien podría haber argumentado que se trataba de arte puro, técnica flumaster.

Imágenes tomadas de «Fotos Fútbol Colombiano«.
Fútbol con bigote: Freddy Rincón
Una monita difícil esta. A la hora de hacer la antología de los grandes bigotes de nuestro fútbol vienen a la mente poderosos y frondosos mostachos como los de un «Polaco» Escobar, un Álex Comas o un Gabriel Quimbaya jugador de bigote tan poderoso que lograba dejar en segundo plano lo que hacía con los pies, pero nunca nadie pensaría en el «Coloso de Buenaventura».
Y lo peor es que fue un bigote tardío. Que se lo haya dejado en Italia´90 cuando tener bigote era más que la norma, era un compromiso moral y ético con los integrantes de un plantel al que más que su juego lírico lo caracterizaba la diversidad de vellos labiales era algo comprensible. Rincón, recordemos, fue de los pocos integrantes de ese equipo que no le caminó al tema. Pero no. Este bigote data de 1996, cuando sólo un par de tercos y anacrónicos insistían en no afeitárselo. Quizás fue fruto de una apuesta, tal vez fue que en un atardecer frente al pacífico reflexionó y muy para sus adentros pensó «ya le hice un gol a Alemania en un Mundial, ya le hice gol a Argentina en el Monumental, hasta jugué en el Real Madrid, pero me estoy volviendo viejo, ya pronto me retiro y todavía no sé lo que se siente echarme un pique con bigote, como todos mis parceros».
Habría que ver qué pasó después. Expertos consultados sostienen que es harto probable que Rincón careciera del todo de vellosidad facial. ¿Se habrá puesto injertos? ¿Habrá recurrido a una casa de disfraces? ¿Le habrá pedido que compartiera mostacho a un compañero? ¿Habrá recurrido al milenario truco de frotarse esa zona con papel higiénico? Juzguen ustedes.
Wikibestiario: Pitufo agradecido
Fue en las eliminatorias a Francia 1998. Después de una primera ronda impecable, Colombia se desinfló. Tenía que ganarle a Ecuador para mantenerse dentro de los clasificados y lo hizo con angustias -no, Giovanni Hernández no estaba en el equipo- sobre el final del partido y con un gol de Anthony «Pitufo De Ávila (sí niños, el mismo, no el abuelo, del que jugó hace poco con América).
Caliente y feliz, el buen «Pitufo» se cruzó a la salida de la cancha con el siempre oportuno micrófono del siempre joven Adolfo. No estaba borracho de licor Anthony, pero sí de gloria y por esto tenía puesto el suero de la verdad. Del corazón le salió el agradecimiento a dos personajes, Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, que para esa época eran mafiosos del Cartel de Cali. Una lástima que el «Pitufo» estaba en el momento equivocado. Hoy, personajes así, serían sólo «polémicos empresarios» y nadie armaría bochinche.
Ser sede afloja la prosa
Y los lugares comunes. Esta pieza nos demuestra una vez más que nada como acoger una competición internacional para que los poetas varados y los folcloristas de la línea balletdecolombia tengan trabajo, así después les embolaten las cuentas de cobro. Que este video sirva de preparación para el aluvión de lugares comunes que traerá el Mundial sub20.
(Ex) Futbolistas con cara de señora vieja: Jorge Cruz
Radiobestiario y el hombre del maletín
Vuelve el podcast con más sabor a AM del Internet mundial.
Esta semana con:
-El hombre del maletín presta servicio comunitario en la DNE.
-Todo lo que siempre quiso saber del hombre del maletín y nunca se atrevió a preguntar.
-Una mirada a la verdadera identidad de nuestro fútbol con cambios de frente chimbos y jugadores-clavadistas como estandartes.
-Un nuevo lamento por la pérdida del país andino, del cuero y las artesanías del Balay.
-¿Niños disfrazados de César Rincón?
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Construya, no destruya
httpv://www.youtube.com/watch?v=hRrrfbwPvWQ
Respetuosamente sugerimos que este video sea reproducido antes de cada partido del Mundial sub20.







