
Parados, de izquierda a derecha: Roberto Rogel, Rafael “Tortuga” Otero, Fernando “Pecoso” Castro, Carlos Alejandro Leone, Luis Montúfar, Alberto “Frijolito” Gómez. Abajo en el mismo orden: Angel María Torres, Angel Antonio Landucci, Alberto “Tigre” Benítez, Néstor Leonel Scotta, Jorge Humberto Cruz.
Contribución de MarioMiami
-¡Papá!,¡papá! ¿A qué horas pasan el partido contra Boca?
– 8:45, mijo, por el canal 1.
Era la antesala del esperado partido del Cali ante el Boca de Gatti en 1977, por allá a finales de la década de 1970 cuando solo había dos canales de TV y un año antes de que el Cali disputara la final también contra Boca.
-¿Y quién es el arquero nuevo?
-Un tal Leone que jugó en Racing y Estudiantes… Le dicen el ciego.
-¿El ciego?
-Sí, dicen que no ve de noche, que es miope…
Comentario fatal de mi papa, furibundo hincha del verde antes del encuentro. Me quedó dando vueltas en la cabeza pero sin inquietarme, pues pensaba: «si tenemos a la mejor delantera del mundo, la popular Torres Scotta y Benitez, ¿qué miedo va a haber?”
Empezó el partido con un Cali dominando. El sueño de ganarle al temible Boca estaba ahí latente y comenzó a hacerse realidad con el gol de Scotta. Pero este no fue sino el abrebocas de la hecatombe que llegaría minutos después en la persona del desconocido guardavallas instalado esa noche bajo el arco verdiblanco. Disparo de Pancho Sá de media distancia y empate fatídico en casa. Todas las miradas apuntaron a Leone, precursor de los arqueros-veraneantes que había llegado a “reemplazar” al inolvidable Zape con problemas en el hombro que venían desde su incidente con el uruguayo Morena en la Copa América de 1975. El caso es que lo que la gente pensaba pero que nadie quería hacer publico se hizo evidente. El arquero, no nos metamos mentiras, simplemente no vio el disparo de Sá.
Sobra decir que Don Alex Gorayeb no tuvo la paciencia para dejarlo en el Cali y lo devolvió a su natal Argentina no sin antes, hacerle la caridad de pedirle una cita en Bogotá en la clínica del afamado doctor Barraquer en donde, todo indica, alcanzó el estatus de leyenda que le fue esquivo en el Pascual.
-Papá, ¿cuánto tiempo le dieron a Zape por su lesión en el hombro?
– “Un par de meses…” A rezar se dijo….





