Especial Millonarios y Adidas


El modelo que lucieron los azules en 1996.

Concidiendo con el anuncio de la firma del contrato entre Millonarios y Adidas por medio del cual la empresa germana fabricará la indumentaria azul por los próximos cinco años (comenzando en 2009) el Bestiario del balón, siempre fiel a su misión, les ofrece este recuento de la relación entre azules y alemanes.

El primer capítulo de esta historia tuvo lugar en 1984, año en el que por primera vez se vio el logo de Adidas en la camiseta azul. Recordemos que eran otras épocas, eran días en el que el mercadeo y el fútbol todavía no se habían encontrado -al menos en Colombia- y a nadie se le había ocurrido que vender en las tiendas deportivas camisetas iguales a las que usaba el equipo profesional podía ser no sólo una buena idea sino también un buen negocio. Para esos días, lo común era que el club adquiriera un paquete de uniformes y sudaderas (el uniforme de entrenamiento solía ser uno viejo de competencia) al que se le estampaban o cosían el escudo del equipo y los respectivos números. Por esta razón, era común verle a un equipo varios uniformes de diferentes marca y diseño en una misma temporada. En el caso que nos compete, Millonarios tuvo a bien adquirir, seguramente en Cali, donde se fabricaban uniformes de esta marca para todo el mundo, un paquete de camisetas y sudaderas Adidas azules para que las lucieran Valderrama, Espíndola y Vivalda, entre otros. Estos uniformes de dotación se utilizaron hasta bien entrado 1986. Cabe anotar que el América también utilizó durante estos años varios diseños Adidas. El Cali, por su parte, prefirió Le Coq Sportif.


Arnoldo Iguarán, muy galante con el uniforme Adidas y la señorita Bogotá 1986, Ana María Campillo.

Diez años después, en 1996, se volvió a ver a los embajadores luciendo las tres rayas. Fue después del subtítulo obtenido a mediados de ese año, cuando una firma, dicen, poseedora de la franquicia de la marca alemana ofreció confeccionarle los uniformes a los azules. Para esos días Nacional, Santa Fe, Cali y por pocos partidos el América lucían la marca en sus uniformes. Según coinciden las fuentes, no había contratos, valga la redundancia, millonarios de por medio; simplemente la marca poseedora de la franquicia se comprometía a proveer a los equipos y de paso aprovechaba para sacar a la venta una no muy numerosa cantidad de camisetas. Fútbol y mercadeo apenas comenzaban sus coqueteos.

Este segundo capítulo no duró mucho. En primer lugar, se asegura que los fabricantes de los uniformes incumplieron con el envio de las cajas con la indumentaria, motivo que les sirvió a los directivos azules para dar por terminado el contrato a finales de año y regresar a la siempre noble y fiel casa bogotana Saeta. En segundo lugar, un breve repaso a las estadísticas nos muestra como Millonarios no logró ganar ni un sólo partido mientras utilizó esta camiseta. En el fútbol es bien sabido que las cábalas ocupan un lugar preponderante y si después de nueve fechas no se ha ganado ni un sólo partido luciendo la camiseta que justo se estrenó cuando comenzó la racha lo más probable es que estas terminen sus días en una hoguera de sándalo, muérdago y serpentaria. Y algo de mufa si debía tener la camiseta. La noche de diciembre en que Millonarios estrenó indumentaria Saeta en reemplazo de la Adidas, los azules comodamente derrotaron 3-0 al Unión Magdalena en el Campín. Dato curioso, ese uniforme tenía el escudo impreso al revés, seguramente un consejo de algún asesor místico para terminar de romper el malefecio. Al año siguiente los uniformes Adidas se le vieron a los azules en un par de partidos más, uno de ellos contra Quindío en el Campín. En ninguno de ellos se llevaron los tres puntos.


El popular «Huevito» Gil, también luciendo la marca alemana.

Una década y un poco más después, Adidas regresa, ahora sí con todos los fierros comerciales y de mercadeo, a vestir a los azules. Sólo por si las moscas, y esperando también que sirva para acabar con 21 años de sequía campeonil, fuentes cercanas al club aseguraron que el agua de la primera lavada de los uniformes será bendita.
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Deforme su criterio, escuche Radiobestiario

Esperado, valorado y muy vilipendiado, aquí está su Radiobestiario semanal. En esta edición:

-Rompemos las reglas: hablamos de política e invocamos a los antiguos espíritus del mal.

-Bolillo llega a Santa Fe a enseñar a orinar por dentro.

-Las puertas de las finales siempre se le cierran al DIM en el último minuto. Pobre «Caretorta».

-«Yo a este hombre lo quiero mucho», se escuchó en un estadio del país. Conozca al autor de la declaración.

-Se viene una final «bacana», sepa por qué.

-En el Wilfredo Rincón del recuerdo: Maturana en Millonarios.

-Se mueve el mercado de pases. En Pereira se prepara un nuevo Rey de Copas. Tiembla el papa negro.

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Cuando no se necesitaban recogebolas…

La tribuna alta del Estadio San José de Armenia era todo un monumento al juego limpio, al juego sin detenciones y veloz por el que ha promulgado siempre la FIFA en cuanto concilio pseudovaticano organiza en Zurich. Qué mejor que un muro de fuerte ladrillo para evitar tanto balón refundido debajo de vallas publicitarias o que quede en manos de «ball boys» mañosos y desprejuiciados que, a cambio de unos guayos AS regalados por el director deportivo de un club cualquiera, refunda la pelota cuando el equipo visitante va perdiendo. Con este modelo la velocidad del juego era rapidísima, casi como el micro. Faltaban los pro-keds, las medias amarillas, la pantaloneta pegada, una que otra «pascuala» y listo. Ni Bibiano Mena, gloria micrera del pasado, soportaría tanto vértigo. Incluso como elemento de seguridad contra barras bravas aguanta, más que la malla o el acrílico.

Pero como es costumbre en nuestro país, las soluciones siempre son a medias. El muro nunca era alto así que para detener un juego complicado, el visitante mandaba a patear balones a tipos estilo Alan Valderrama para que la pelota se fuera hasta la Plaza de Bolívar.

La imagen, en la que vuela José Laurenti, bestiarista arquero quindiano de comienzos de los ochenta, es clara. Con un mural así, ¿pa qué recogebolas?.

Más información sobre el San José de Armenia en este especial. .

Cali-Univalle 40 años


Parados (de izq. a der.) Félix Polo, Carlos Valencia, Luis Murillo, Carlos Mario Hoyos, Ricardo Julio Villa, Álvaro «Polaco» Escobar. Abajo: Alberto Bicca, «Lucho» Herrera, Henry Otero, Carlos «Pibe» Valderrama, Gilmar Aponzá.

No sabemos cuál fue la razón. Quizás fue un noble gesto por parte de la directiva azucarera saludando al alma mater de tantos vallecaucanos en una fecha tan importante. También pudo haber sido fruto de un convenio para ofrecerle a los beneficiarios del plan «Venga a Cali, juegue en el Cali» cursos libres de paisajismo, bricolaje y arte country. Alguien también aseguró haber asistido a clases del curso «Introducción a la economía» con el «Polaco» Escobar sentado en el pupitre de atrás, mientras que otra fuente insite en haberle prestado una tarea de «Introducción al derecho penal» a Carlos Mario Hoyos. Sea lo que sea, el Bestiario del balón saluda, tarde, este puente que se tiende entre la academia y el deporte..

Regresa Radiobestiario

Regresa Radiobestiario con algunos problemas de sonido (recomendamos no escucharlo con audífonos):

-Venga a Cali, tape en el Cali, juegue en el Cali, acabe con el Cali. Planes especiales para la tercera edad.

-Wilfredo Rincón del recuerdo: célebres invasiones de terreno.

-Santa Fe sigue ensayando variantes para su partido de la década.

-Regresa nuestra estelar sección: «No te lo guardes».

-Los días díficiles del «Pecoso».

-Alberto Gamero, hijo de padres separados.

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Nueva imagen

Preocupados por las consecuencias que traerá para las finanzas de Saeta la infidelidad de Millonarios, su eterno y principal socio comercial, con la multinacional alemana Adidas, los directivos de la tradicional marca bogotana decidieron que una buena para evitar el naufragio de la empresa era un completo rediseño de su imagen corporativa. Para esto recurrieron a un avezado mercadotecnista quien no dudó en recomendarles optar por la onda retro, o «vintage» tan popular por estos días entre la juventud. Una unidad élite del Bestiario tuvo acceso a uno de los avisos de prensa que harán parte de la agresiva campaña con la que la marca criolla le hará frente a la invasión de poderosas marcas foráneas.

P.D. Nótese en los nuevo modelos el uso de materiales revolucionarios como las bolsas de basura biodegradables como se puede ver en la sudadera que luce la modelo de gafas Ray Ban..

Óscar Fabián Cancelarich

De cuando en vez no está por demás recordar uno de los estandartes de este espacio: recordar la trayectoria de efímeros foráneos que con más pena que gloria surcaron las canchas colombianas. El afortunado encargado de retomar la senda es Óscar Fabián Cancelarich, arquero argentino de alguna trayectoria en equipos de media tabla como Ferrocarril Oeste, Belgrano y Newell’s Old Boys que a comienzos de 1995 llegó a Millonarios con motivo de la participación de los azules en la Copa Libertadores de América. Tuvo suerte Cancelarich, pues en principio iba a tener que pelear la titularidad con el por entonces joven valor bogotano Eddy Villarraga, pero no fue así. Horas antes de su llegada en un partido nocturno contra Nacional en el Campín el titular azul sufrió una ruptura de ligamento cruzado anterior que dejó el camino despejado para el argentino que en 1990 fue suplente de otro ex millonarios, Sergio Goycochea, en el Mundial de Italia 1990.

Con la titularidad a sudisposición, Cancelarich pronto se consolidó como primer arquero de Millonarios pese a no abandonar sino en contadas ocasiones el buzo Umbro con el 22 en la espalda. Su estilo sobrio y más bien conservador, no le permitió sobresalir lo suficiente como para ganarse el corazón de la hinchada. De nada sirivieron los aplausos que cosechó la noche del partido contra Alianza Lima por la segunda ronda de la Copa Libertadores cuando una espectacular atajada suya «a lo Gordon Banks» impidió el empate de los peruanos. En la retina del hincha quedaron dos o tres errores suyos en los partidos del torneo «Adecuación» en el que la campaña azul fue paupérrima.Terminado este torneo, Millonarios retomó la Copa Libertadores en Agosto, siendo eliminado por Nacional en una confrontación que por momentos revivió lo ocurrido en mayo de 1989 con el juez chileno Hernán Silva. Consumada la eliminación, los «Embajadores» se preparon para aforntar el torneo 1995-1996 contando con Cancelarich como arquero titular. Después de tan sólo un partido en el arco (contra Bucaramanga en el Alfonso López, triunfo azul 0-2), Cancelarich desapareció de su lugar de residencia. Perplejos, los directivos azules temieron lo peor: recorrieron sin éxito hospitales, desayunaderos y morgues en busca del golero apodado, oigase bien, «Teresa» en su país. Cuando se aprestaban, muertos de la pena, a reportar ante el consulado argentino la desaparición del golero, se enteraron que había saltado a la cancha en su país natal y sin un rasguño encima como titular de Huracán.

Militó después en Platense y Central Córdoba. En el apartamento que ocupó en Bogotá todavía le guardan un tarro de Regaine que dejó botado en su huída. .

El "Fortín de Libaré" reloaded

Ya tuvo su espacio en el Bestiario el otrora hogar del «Grande matecaña», el estadio Alberto Mora Mora, también conocido como el «Fortín de libaré». Sin embargo, al completo especial de nuestro corresponsal «Abra» le quedó haciendo falta una vista panorámica del legendario escenario. Por iniciativa propia, un acucioso miembro de la comunidad bestiarista residenciado en la «Perla del Otún», decidió arriesgar su vida, bienes y honra para que nuestros lectores pudieran disfrutar de una instantánea panorámica del longevo estadio. Sobre su gesta, dice el corresponsal que firma como «John J.»: «Decidí subirme a un morro y parar en la cuesta al barrio Villa Santana el cual es una olla de esas de las que uno arriesga todo si esta alli… me bajé de mi vehículo y tomé esta foto del Mora Mora».

Muchas gracias a nuestro héroe de turno. Desde ya su nombre entra en la lista de posibles merecedores de la orden «Miguel Ángel Bermúdez » al mérito bestiarista en grado de gran colaborador..

En sintonía con la inmensa minoría

Radiobestiario quiere repotenciar la señal que nos une con nuestros oyentes. Para tal efecto ha habilitado el correo [email protected] para recibir aportes, preguntas, críticas y sugerencias que serán leidas, siempre y cuando se ajusten a la urbanidad de (Ariel) Carreño, durante el podcast. .

Poderoso milagroso

Muchos han dicho que los goles y, en general, el fútbol y no las religiones son el verdadero opio del pueblo. Otros han preferido comparar a un gol con el clímax de la cópula. Esta imagen parece demostrar que un gol del equipo amado puede también puede ser más efectivo que oraciones, novenas y mágicos ungentos del Profe Salomón si de obrar milagros se trata. Los escépticos, que nunca faltan, dirán que son muchos los discapacitados dominicales en los estadios del país.

Imagen, cortesía de Abra.