Postales de fútbol y emprendimiento

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Todo el mundo sabe que Millonarios en los 80 estuvo en manos de quien hoy calificaría como un «polémico emprendedor». Lo que hasta ahora poco se había ventilado es que tal espíritu contagió al resto del plantel. Y no. No malpiensen. Aquí no hay contabilidades paralelas, cuentas en las Islas Caymán ni dedos de guantes de cirugía involucrados.  Dicho ánimo se concretó, por fortuna, en pequeños negocios que varios de los integrantes del plantel echaron a andar en tiempos en los que todavía no se hablaba de PYMES.

Desde jugueterías hasta panaderías, muchos de los jugadores azules de entonces dividían su tiempo entre los entrenamientos y la sumadora, entre los viajes y las concentraciones y las filas para pagar impuesto de avisos y tableros.  Eran, nunca mejor dicho, verdaderos «futbolistas y empresarios», inspiración, sin duda, de las actuales «modelos y empresarias».

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Envigado-Coca Cola 2007

Con frecuencia en el FPC se fantasea, se sueña despierto,con la llegada de poderosas multinacionales -o desabrochados jeques- a redimir equipos sumidos en la inopia. Un bazar de especulaciones en el que siempre ha habido un lugar para gigantes del nivel de  Coca Cola, Parmalat, McDonald’s, Exxon-Mobile, Burger King e Industrial de poleas.

Muchas de estas versiones a través de la historia han tenido como protagonista a la empresa de la bebida más popular del planeta que hoy, en cualquier caso, estaría vetada de nuestros estadios por cuenta del actual patrocinador. El caso es que cuando no existía este obstáculo varias veces corrieron rumores sobre su desembarco que nunca llegaron a concretarse. Y si no se concretaron, se decía en aquellos tiempos, era que a este y a otros tantos colosos corporativos no les terminaba de convencer  la cepa de los dueños de X o Y equipo.

De ahí que llame tanto la atención esta foto de 2007, año en que, sin mucho ruido, no sólo Coca Cola patrocinó por primera y única vez a un equipo en Colombia -de nuevo, si nos equivocamos favor corregir- sino que se fijó una escuadra, ese año en la B, cuyo entorno es un solo derroche de polémico emprendimiento en estado puro.  Eso sí, no se descarta que se trate de una historia de tumbilis similar a esta.

Colombia Aceite Z 1989

Según nuestros registros -y si nos equivocamos favor corregir- esta fue la primera selección Colombia en lucir un logo de una marca en su camiseta. Eran épocas en las que la Federación compraba uniformes y ponía el gorrito para juntar pa’l pasaje de los muchachos. Tiempos previos a esta era del emprendimiento, la prehistoria de la responsabilidad social y de la tricolor como vitrina para su empresa.

El caso es que algún adelantado en el seno de la Federación consiguió que Z, la popular marca de aceite de cocina, patrocinara la selección prejuvenil (así se llamaba entonces a la sub17)  de Dulio Miranda que disputó el Mundial de la categoría en Escocia. Era un equipo de fuerte raigambre caribeña con Henry «el Ferry» Zambrano (foto), Víctor «el capo del Revertrex» Pacheco y Oswaldo «Nene» Mackenzie  como sus principales figuras. Destacaban también Modesto Gaibao, Enrique «el Llanero» Braidy, Leonidas de la Hoz y Alfredo Nieto.

En lo comercial, la estrategia fue con todos los fierros e incluyó este comercial:

En lo deportivo, se empató con Ghana en el debut para luego perder con Portugal y la siempre indescifrable Arabia Saudita. Y aunque no hubo comisión de la verdad, ni se usaba en esa época de informes presentados en letra Comic Sans 18 y a doble espacio por el DT, fuentes que se negaron sistemáticamente a revelar su nombre nos aseguran que mucho tuvo que ver en el regular desempeño de Pachequito and friends la exigencia del patrocinador de proporcionar una cucharada sopera de su producto a los titulares y media a los suplentes cinco minutos antes de cada partido como «revulsivo para potencializar su desempeño».

Foto: ceruizg

¿Un periquito?

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Exclusivo: ahora sí, inauguran estadio del Cali

Luego de muchos ires y venires y de considerar diferentes usos para el otrora elefante blanco de Palmaseca, sus dueños por fin se han decidido. Aprovecharán la fiebre bicicrocista que hoy se apodera del país y, con la gramilla del Plazas Alcid como referente, levantarán la pista de supercrós más moderna de Latinoamérica. Aquí, en primicia, un render que nos da una idea de cómo quedará.

Imagen: @elkiny311

Le vende hasta un llavero

El periodismo deportivo y el emprendimiento, otrora «rebusque», van de la mano en Colombia. A veces de formas en las que preferimos no profundizar y a veces de forma harto pintoresca.

Este comercial previo al Mundial de Italia 1990 califica en el segundo paquete. En él vemos a Óscar Rentería en el intento de convencer hinchas para que compren no un paquete turístico para ir a Italia, ni el carro oficial del Mundial, ni siquiera la televisión. No. Ofrece un llavero, que debía costar no más de 10.000 pesos de la época, pero cuyo plan de negocios daba para pautar en televisión. Y aquí nos encontramos cara a cara con la otra variante de emprendimiento. Y mejor dejemos así, disfrutemos con la pieza y no nos pongamos tan trascendentales.

De la donación de DIABLO AMERICANO.

Radiobestiario y el Super Triumpf del FC

El primer Radiobestiario del año viene cargado de emprendimiento. Incluye:

-Los experimentos del científico loco Álvaro González.

-Juegos Mundiales de Cali incluirán Super Triumph del FPC: «Roque López, 245 partidos en la banca a la mayor, pido la guerra».

-Y otros juegos de mesa fusión inspirados en nuestro rentado: «Dayro Moreno te ha invitado a una fiesta», «Has caído en la cama de Óscar Julián Ruiz».

-Propuesta de recorrido por el Museo del FPC y su atracción estelar: «The FPC experience, no te dejes agarrar por Jaime O. Dinas».

-Escuelas de fútbol con nombre de famosos: ¿Dorian Zuluaga engatuza niños incautos?

 

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La saga Croydon

La llegada de Croydon, estandarte de la industria nacional, a la camiseta cardenal es un buen motivo para hacer un recorrido por la relación Santa Fe-empresa privada.

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Esta camiseta con caracteres chinos fue utilizada por Santa Fe en un clásico previo a una gira por la China en 1979. Hasta donde sabemos, este fue el único partido en el que se usó el uniforme pues la gira se malogró por la derrota de esa tarde que motivó a los directivos a cancelar el periplo. No sabemos si luego la directiva firmó convenio con el China Town de la 92 con 11 para ofrecerlas como regalo a cambio de un pedido de 12 o más lomos agripicantes.

Madamme Colette


Arriba (de izquierda a derecha): Moisés Pachón, Héctor Jaime Múnera, Astolfo Romero, Hebert Armando Ríos, José Luis Carpene, Gabriel Martínez. Abajo: Hugo Ernesto Gottardi, Sergio Angulo, Hernando «Pimienta» Cuero, Raúl Humberto Grimoldi, Julio César Gaona.

El matrimonio entre el alcohol y el fútbol ha parido toda suerte de criaturas. Desde aquellas de carne y hueso fruto, por lo general indeseado, de una noche de tragos y euforia por un gol en el último minuto, hasta esas obtusas coreografías en las celebraciones de los goles de la selección para ambientar la campaña publicitaria del producto estrella del patrocinador (partidos de preparación previos a USA’94, para más señas). Al respecto hay que decir que, pese a la amplia gama de licores disponibles en el mercado, en nuestro medio han prevalecido los mismos elixires que también hacen parte de la canasta familiar de los hogares colombianos: ron, cerveza y aguardiente. Por eso llama la atención la presencia de un fino champán, Madame Colette, en la camiseta del Independiente Santa Fe por allá en 1985. Dicen, no nos consta, que la oferta de la gente de Colette superó a última hora la del también espumoso Sprint 18..

Arroz Futura

Salido de los mejores cultivos de la hermosa población de Saldaña (Tolima), el desgranado y rendidor Arroz Futura, banquete habitual en las mesas colombianas durante la primera parte de los años ochenta, fue el patrocinador oficial de Independiente Santa Fe hasta 1985, en tiempos en los que Mustafá y su harem no habían acaparado tantas fuerzas con su marca registrada “Arroz Roa” o cuando el sabroso “Arroz Florhuila” no era empacado en bolsa sino en caja de cartón.

En la imagen un hombre que en su primera incursión por Colombia le fue muy bien y en la segunda, muy mal. El atacante bogotano (como Navarro Montoya nació accidentalmente en Colombia, pero es más argentino que el asado de tira) Walter Perazzo.

Caja Social

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Santa Fe 1981. Arriba: José James Mina Camacho, Fernando Herrera, Radamel García, Aldo Rodríguez, Miguel Escobar y Oswaldo Marcial Palavecino. Abajo: Eladio Vásquez, Víctor Palacios, Alfonso Cañón, Rolando Tovar y Miguel Ángel Converti.

Pese a que Santa Fe ha estado históricamente más cerca de la pobreza franciscana que del emprendimiento jesuíta, para 1981 se tomó una licencia aceptando el patrocinio de la Caja Social de Ahorros por ese entonces propiedad de la Compañía de Jesús (suponemos, sociedad en comandita). El resultado fue esta camiseta que en la foto luce un equipo al que tal vez la agencia encargada de la publicidad de la entidad financiera no le supo aprovechar todo el potencial que ofrecía para promover sus servicios.

Por ejemplo: tremendo afro de Rolando Tovar pudo haber sido también una invitación a dejar crecer sus ahorros o, caso contrario, una excusa para sugerir que en otras entidades su platica se perdería como billete metido en la manigua de esta cabellera. También podrían haberle sugerido a los futuros clientes que otras entidades bancarias daban incluso menos seguridad que la que alcanzaba a aportar en el arco el gran Mina Camacho en un partido nocturno. Por último, podrían haber dicho en una cuña  que el dolor de perder de un sopetón los ahorros de toda una vida por confiar en cooperativas de barrio era incluso superior al de un patadón de los que muy bien sabía propinar Radamel García.

Peluca sobre cabellera

La temprana eliminación del Mundial de Estados Unidos 1994 dejó al país plagado de pelucas del «Pibe»  y a más de un emprendedor («empresario», para la época)  en la ruina. Tras la clasificación a Francia 1998 muchos de estos comerciantes creyeron que un relanzamiento del producto los podría sacar de Datacrédito y en una audaz jugada de «product placement» que contó con el debido vistobueno de McDonald’s, convencieron a Deporte Gráfico y al mismo Valderrama de salir en una carátula con la versión 2.0 de las peluca sobre la celebérrima cabellera que la inspiró. Pero de nada sirvió. El trauma estaba fresco, la herida seguía abierta y las pelucas 2.0 «colombofrancesas» no calaron. Esto hizo, de paso, que se descartara la fugaz idea de sacar los miles de Max Caimanes de la bodega -en la que todavía hoy reposan- con una nueva identidad: Monsieur Max l’alligator.

El fútbol antes de la cultura FIFA

Tenía más folclor. Permitía escenas como esta, de un saque de honor-homenaje  a cargo de un empresario -Augusto LópezValencia- gerente de una empresa -Bavaria- que con su marca -Club Colombia-  patrocinaba a un equipo -Santa Fe- que para la época -1992- estrenaba nuevos dueños entre ellos uno que hoy sería llamado un polémico empresario: César Villegas.

Bono: Identifique al periodista que sostiene el micrófono de Antena2 y gánese un palo de queso original de la final del Torneo de las Américas sub23.