El embajador de Qatar

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Radiobestiario y el Sharpie

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Regresa el Radiobestiario con el minuto a minuto del affaire «Sharpie». Tenemos todos los detalles de este inolvidable episodio con el que la providencia nos bendice.

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Envigado-Coca Cola 2007

Con frecuencia en el FPC se fantasea, se sueña despierto,con la llegada de poderosas multinacionales -o desabrochados jeques- a redimir equipos sumidos en la inopia. Un bazar de especulaciones en el que siempre ha habido un lugar para gigantes del nivel de  Coca Cola, Parmalat, McDonald’s, Exxon-Mobile, Burger King e Industrial de poleas.

Muchas de estas versiones a través de la historia han tenido como protagonista a la empresa de la bebida más popular del planeta que hoy, en cualquier caso, estaría vetada de nuestros estadios por cuenta del actual patrocinador. El caso es que cuando no existía este obstáculo varias veces corrieron rumores sobre su desembarco que nunca llegaron a concretarse. Y si no se concretaron, se decía en aquellos tiempos, era que a este y a otros tantos colosos corporativos no les terminaba de convencer  la cepa de los dueños de X o Y equipo.

De ahí que llame tanto la atención esta foto de 2007, año en que, sin mucho ruido, no sólo Coca Cola patrocinó por primera y única vez a un equipo en Colombia -de nuevo, si nos equivocamos favor corregir- sino que se fijó una escuadra, ese año en la B, cuyo entorno es un solo derroche de polémico emprendimiento en estado puro.  Eso sí, no se descarta que se trate de una historia de tumbilis similar a esta.

Maguigo

La idea, suponemos, era hacerle el quite al lugar común, apostarle a la creatividad. La tarea: retratar al capitán, a la figura del equipo, Edison «el Guigo» Mafla. Lo normal, lo de moda para la época, era optar por lo obvio y alquilar un disfraz de capitán de navío -o sólo la gorra y luego buscar en la Plaza España cualquier blazer de botón dorado-y enchufárselo al capitán, pero del equipo.  Pero no. Había que romper moldes, deshacerse de esquemas.

-«¿Si no es de capitán entonces de qué lo disfrazamos?¿De Guigo? ¿Qué es un Guigo?» Preguntó alguien de la redacción.

-«Un Guigo es un animal de los llanos, como entre Güio y pingüino», acotó un despistado.

-«No te las vengas a dar aquí de sabiondohombre, Guigo no es nada, es su apodo y ya.» Respondió el editor.

-Un practicante tomó entonces la palabra: «Ya sé. Si no es de capitán disfracémoslo de crack.»

-«¿Pero crack no es bazuco? Ahí tocaría pegar pa’ una olla, conseguir una pipa y ropa de segunda, varias tallas más grande. Recuerden que el bazuco agranda la ropa.» Sugirió el despistado.

-«Dejá de hacer chistespendejos. Ya  sé. La tengo. El Guigo es un mago del balón, disfracémoslo de mago, andá más bien y te consigues un disfraz de mago», sentenció el editor sin aclarar que en mente tenía el traje de un mago de la línea Lorgia-Fabriani-Richard, es decir: frac negro, camisa blanca y sombrero de copa alta.

Sin mayores indicaciones pero sí con mucha prisa,  el practicante salió a cumplir  la tarea.

-Buenas mi rey, ¿para alquilar un disfraz de mago?

-Le tengo de Melchor y Baltazar, no de Gaspar.

-El que sea, no sé, cualquiera, pase el de Baltazar.

Con el disfraz de Baltazar en una bolsa del Tía llegó al día siguiente el practicante al estudio donde se harían las fotos. Como era de esperarse, al ver el disfraz, el editor montó en cólera. Pero de nada le sirvió porque el tiempo escaseaba al tiempo que el genio del Guigo empeoraba.  Así, con este panorama, al editor no le quedó más alternativa que hacer el foto estudio con el disfraz de mago oriental (alguien ofreció sus jeans y su camisa sugiriendo que combinadas con el chalequillo podían formar un disfraz de Juan Tamariz, pero la propuesta no tuvo mayor acogida).

Por último hay que decir que todo se habrán imaginado los protagonistas de esta historia menos que el episodio terminara siendo premonitorio. En efecto, y los hinchas de Santa Fe saben a qué nos referimos, meses después, un par de pases mágicos bastaron para que el Guigo desapareciera, cual Copperfield, la séptima estrella cardenal.