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Todo el mundo sabe que Millonarios en los 80 estuvo en manos de quien hoy calificaría como un «polémico emprendedor». Lo que hasta ahora poco se había ventilado es que tal espíritu contagió al resto del plantel. Y no. No malpiensen. Aquí no hay contabilidades paralelas, cuentas en las Islas Caymán ni dedos de guantes de cirugía involucrados. Dicho ánimo se concretó, por fortuna, en pequeños negocios que varios de los integrantes del plantel echaron a andar en tiempos en los que todavía no se hablaba de PYMES.
Desde jugueterías hasta panaderías, muchos de los jugadores azules de entonces dividían su tiempo entre los entrenamientos y la sumadora, entre los viajes y las concentraciones y las filas para pagar impuesto de avisos y tableros. Eran, nunca mejor dicho, verdaderos «futbolistas y empresarios», inspiración, sin duda, de las actuales «modelos y empresarias».
Creo que en ese negocio de Wilman Conde, y de pronto en la Casa Olímpica, era la única parte de la ciudad donde se conseguían las camisetas originales.
Local en el que luego se instaló Alejandro Brand, ¿correcto?
Xq’ German Gutierrez, no tuvo el negocio en Cedritos?
Me suena que también por la misma época había una pescadería de Arnoldo Iguarán y una pollería de Miguel Augusto Prince, donde se reunía con su vecino Norberto Peluffo y a veces con Fabio»Gallina» Calle y el mismo Iguarán.
Tambien recuerdo un almacen de deportes de Omar Franco en la 11 con 64 y un internet y cabinas telefónicas de «Muelas» León en la cra 15 con 102. Será que el emprendimiento y el manogûevismo, van «de la mano» en Millonarios?