El misterio del manoverguismo azul, II parte

Ya instalado el tradicional santo y seña que era casi una comunión entre los jugadores de Millonarios, parecía que no iba a existir ningún sobresalto en las costumbres de este clan hasta que el argentino Daniel Tilger apareció. Debutó en Boca y al país llegó para el Sporting de Barranquilla en 1991, destacándose por sus dotes goleadoras en infinidad de equipos. También demostró su valía en Millonarios a finales de los noventa y tal vez entusiasmado por tanto cariño recibido, decidió hacer público el código que distinguía a la secreta logia.

En el Palogrande -qué mejor lugar para hacerlo, pensó Tilger- y tras marcar un gol al Caldas, pensó que Juan Carlos Henao, a pesar de no ser del mismo equipo, podía ser parte de este club de los cortapalos. Lo invitó cortésmente a hacer parte de esta cofradía haciéndole  el santo y seña y fue Troya. Fue como si hubiera traicionado a todo el consejo manoverguista. El portero no supo qué hacer y los demás «miembros» se sintieron ofendidos por la generosidad de Tilger por convidar a alguien ajeno. La controversia no se detuvo y además de que el delantero argentino recibiera una larga sanción de la Dimayor por su hecho, el cónclave manoverguista decidió su expulsión inmediata de tal membresía.

Tilger se fue a su país y  las levantadas carpas embajadoras guardaron silencio, hasta que la unidad investigativa del Bestiario del Balón recuperara el testimonio de sa noche de cisma interno en Manizales.

Usted se encuentra en estado “Mal, hermano”, si…

  • Entra a la casa y siente que su mujer está “oliendo a otro”.
  • Recibe llamadas amenazantes de las centrales bancarias cada dos horas.
  • Se pincha en El Pescadero y el repuesto está desinflado, mientras los niños lloran en la parte trasera del carro.
  • Le sale un vejigón en el dedo gordo y, por magnetismo maligno, no hace sino pegarse en la parte afectada.
  • Pero, por sobre todas las cosas, si su equipo se fue a la B y además le toca explicarle el fracaso a prensa, aficionados y directivos con ese gesto lastimero, casi colegial que uno a veces puso cuando los matones del curso querían montársela.

Moisés Pachón, en 1995, año en el que el Cúcuta descendió a segunda, mostró en toda su extensión, ese doloroso resquemor de alma que solo se describe con la expresión “Mal, hermano”.

Alberto Casas y su lamparazo más desconocido

Junior de Barranquilla se acababa de coronar campeón del corto torneo adecuación de 1995 -a pesar de perder 3-1 contra Santa Fe en Bogotá- y era la noticia del día. Por eso Alberto Casas Santamaría dejó por un instante su cargo de director del noticiero «Colombia 12:30» para terciar con Carlos Zapata en la sección de deportes. El ex ministro de comunicaciones y que también anduvo en la cartera de cultura hizo anuncios fuertes en su intervención.

Con paraguas en mano, le metió picante al trámite del partido por un supuesto «pacto de caballeros» entre los presidentes de Santa Fe y Junior insinuando un probable arreglo y además se arriesgó a dar el veredicto económico que dejó el clásico cervecero entre Águila y Leona. Los Santodomingo daban la vuelta olímpica con los junioristas y la Organización Ardila Lülle comía grama de lo lindo al ver que el Cúcuta, club que llevaba su patrocinio, se iba a segunda división. Eso sí: en ventas de botellas, la cosa cambiaba. Carlos Zapata miró impávido y decidió no comprometerse mucho. ¡Era el jefe el que estaba hablando en vivo y en directo!

Esta escena es todavía más surrealista si se mira la escenografía: mientras que el «Doctor» Casas está cobijado por los aros olímpicos, Carlos Zapata se deja consentir por los cachaquísimos cerros tutelares de Bogotá. El mundo al revés.

Solo faltó una tanda de poesías y un brindis animado para que todo cerrara de manera ideal. Los más aguzados afirman que había una hielera y una botella de sello azul bajo el mesón.

¡Salud!

¡Santos Chigüiros belicosos, Batman! La pelea con el Guigo Mafla

Después de una intensiva y ardua búsqueda en los archivos, parecía estar todo perdido. Pero -como siempre suele pasar- en el último cassette aprecieron los ¡plaf! ¡Kataboom! ¡Spooof! ¡Touché! ¡ieeeeee! y demás onomatopeyas dignas de enfrentamientos de Ciudad Gótica. Allí, en ese último carrete aparecieron como por arte de magia los golpes cruzados entre Edison «Guigo» Mafla y Jair «Chigüiro» Benítez, en medio de un juego entre Santa Fe y Cali que además de guardar esta leyenda, también dejó para la historia el más alto pico de rendimiento del «Nobel del gol», el uruguayo Gabriel García, autor de dos goles esa tarde-noche volátil y el extraño número 10 en la camiseta del agredido.

Ya con la causa juzgada y el tiempo como contemporizador, extraña la actitud robinesca de Benítez -en ese instante no tan poseído por Wesley Snipes, dada su torpeza al responder al cachetadón- quien se deja cascar sin miramientos por el Bruno Díaz disfrazado de volante de creación. Y la anotación no es casual: «Chigüiro» manejaba altísimos índices de estrés desde su llegada al rojo por las constantes puteadas que, en una especie de corifeo, le espetaban primero el «Pecoso» Castro, y luego la tribuna por su escaso tino a la hora de centrar la pelota.

Narración cortesía de Santiago Moure, Martín De Francisco y Ricardo Henao.

Encuesta colombomerengue

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Homenaje a los soldados desconocidos: Dimas y Gestas

Material gráfico cedido por @egolaxista_

No piense mal, porque no hay ladrones ni inocentes crucificados. Es que en temas bíblicos siempre se recuerda –y que no se nos tome como profanos- al que estaba en el centro de la foto y no mucho a aquellos que aparecían a un costado.

En esta imborrable postal de la Copa Ciudad Pereira en su XIII edición ocurrió lo mismo. El eje de la imagen, el protagonista de portada fue el que trascendió. Gerardo Bedoya, recién desempacado de Ebéjico, Antioquia, fue elegido como el mejor jugador del torneo, cuando por el sector izquierdo repartía cambios de frente, proyecciones al ataque y una que otra patadita para defender los intereses del Pilsen Ferroclub. Pelo corto, ausencia de iluminaciones capilares y  un zezeo que no se conocía, sus características.

Pero la unidad investigativa del Bestiario del Balón quiso saber más de los anónimos que rodeaban al hombre más popular del estadio Mora Mora y alrededores en esos tiempos. De peinado “Calypso”, con una contextura similar a la de Oseas, el delantero de Palmeiras que le amargara la vida al Cali en la Libertadores  de 1999, y con un patrocinador en el pecho que le encajaría mejor a la fortaleza de Bedoya al jugar (“Trilladora Marina”) Paulo César Salazar, delantero insustituible del “Cuba Volea” y goleador de esa edición con 7 anotaciones. A la derecha, Arley Herrera, el mejor jugador juvenil de la competición y compadre de Paulo César en eso de jugar en el “Cuba Volea”.

Bedoya luego subió a los cielos –aunque tuvo un par de bajadas al infierno- en Pereira, Cali, Racing Club, Puebla, Colón, Boca Juniors, Nacional, Millonarios, Envigado y Chicó.

De Salazar y Herrera nadie más escribió una línea. 16 años después el archivo recuperó su recuerdo.

Nota al pie: el colero de la tabla resultó ser el equipo “Toño Deportes-Asofrut Chinchiná”, que, como es lógico, ya tiene un lugar en el corazón de nuestra redacción.

Adivine los personajes

Como si se tratara de un capítulo más de “Padres e Hijos” el fútbol también sabe juntar familias, como si de la extensa prole de los Franco –con Luis Eduardo Motoa y con Luz Stella Luengas y sus gafas sin lente- se tratara.

Estos dos señores estuvieron el el Deportes Tolima a finales de la década de los ochenta. Uno, un volante intermitente, pero de gran clase, recordado amargamente por Carlos Fernando Navarro Montoya y la parcial santafereña que rodea los treinta y pucho. El otro, un recio zaguero reseñado ya en este sitio.

Ellos dos fueron náufragos en aquella formación tolimense, que no tuvo mucho brillo. Hoy sus hijos también comparten club. Eso sí, en la imagen solo uno de los vástagos mojó cámara. Sin duda la genética colaboró muchísimo para que la herencia de los dos, se mejorara ostensiblemente en términos futbolísticos.

Si adivina la identidad de los padres, y obvio, de los hijos, recibirá una invitación –no endosable- en la cámara de masajes “Hamir Carabalí”.

Parecen dos gotas de agua

Hallazgo de @Lucas_Cardenal

El portal Goal.com logró el objetivo de hacer olvidar las serias informaciones de cualquier impreso. En un perfil que hasta Gay Talese aplaudiría, un corresponsal de la página se aventuró a hacer comparaciones que dejan huella a través de un texto imperdible. La meta: lograr que Samuel Eto´o se pareciera un poquito a Christian Nazarit.

Los tiempos pasan pero a la hora de poner dos valores en una balanza, los excesos no se detienen. Pasó con Jader Rojas, el día que le encontraron su parecido con Christian Vieri y hace poco el juego del Once Caldas fue igualado con el del Barcelona de España.

De acuerdo a la lectura, a Nazarit -un nombre que no se contempló en la mesa central de redacción como posible candidato a «Pasaron de incógnitos» porque sencillamente no se parece a Eto´o- le gusta complementar sus desayunos con infusiones  cargadas, dado que le gusta el té bien moreno: Nazarith deja la bolsita en el pocillo hasta que la tisana queda con carácter suficiente. Bebidas negras ¡ah qué placer!

Mientras nuestros integrantes de la Unidad Investigativa llaman a Norbey Quevedo e Ignacio Gómez para que ellos, sabios en el periodismo de denuncia, les den unas pistas sobre este extraño caso de comparación, fue encontrado un video en el que Nazarith -ataviado con una máscara del delantero camerunés- ensaya el grito campeonil en un estadio El Campín a oscuras. Se dice que el atacante alquiló un lunes en la noche el escenario deportivo para ensayar con algunos extras las arengas que quiere vociferar con Santa Fe a final de año. ¿La luz que hace las veces de reflector? Metieron el carro de Néstor «Palmira» Salazar con las exploradoras prendidas para conseguir ese efecto.

Gran encuesta ¿Cuál ha sido el jugador más bestiarista de los últimos 20 años en la Copa Mustang?

El Bestiario del Balón, tras cinco años de actividades quiere poner en práctica el lugar común de la publicidad: “Nosotros cumplimos años pero los regalos son para usted”.  Después de recurrir a tecnología de punta en cuanto a sondeos de opinion y tras recibir un tutorial electoral de los expertos en elecciones en Colombia para los comicios de 1970, decidimos entrar a la maraña de los grandes medios que se atreven a implantar este método. La mision: escoger al futbolista más bestiarista de las dos décadas más recientes.

Los nombres abundan: Elías Correa, Alberto Bobadilla, Mario Jiménez, Orlando Rojas… este mosaico fotográfico le recordará caras y camisetas, pero lo más importante es que usted elija su preferido. Recuerde: solo se aceptan votos de futbolistas que jugaron o jueguen en Colombia durante el periodo comprendido entre 1990 y hoy. Usted puede escoger a su preferido. Es votación abierta

Entre aquellos que votaron se hará un sorteo -que será presenciado por Otto Greiffenstein y Hernán Castrillón- y habrá 50 ganadores del libro con la historia de la Copa Mustang.

Solamente hay que cumplir con tres requisitos muy sencillos:

1.     Darle “like” al enlace de Mustang en Facebook (ellos fueron los que nos obsequiaron los libros para ustedes así que esperamos su colaboración en este sentido). Lo del enlace es importante porque los ganadores podrán decirle a Osquitar Córdoba que estampe su firma en el libro. El enlace, aqui

2.     Para escribir su candidato, basta poner un comentario en el post con el nombre de su elegido. Recuerde que para la entrega del libro es necesario tener sus datos, así que le aconsejamos se registre en la página para que la entrega del obsequio sea efectiva.

3.     La entrega de los libros se hará en la ciudad de Bogotá en fecha y lugar por definir. El ganador tendrá que estar ese día en el lugar en el que se haga la entrega con cédula de ciudadanía a la mano.

El Bestiario del Balón entra a las grandes ligas de los sondeos de opinión. ¡Vote ya por su favorito!

De Campo Elías, Culebros y Ceferinos estuvo plagado el 4 de diciembre del 86

Con la colaboración de @Feloarias

El 4 de diciembre de 1986 podría ejemplificar de perfecta manera la colombianidad en todos sus aspectos: en un período menor a las 24 horas puede haber tragedia, celebración y humor.

En Chile, un gol de Ceferino Peña le daba esperanza a Colombia para llegar a la final de los juegos Odesur. El lateral, que arrancó en el América de Cali y años después jugaría en Caldas, Santa Fe, Quindío, Huila y tantos más era la figura de una formación que finalmente debió conformarse con el segundo lugar de la competencia al perder 2-0 en la final con Argentina.

La selección del "profe" Bernal. Foto: José Antonio Vargas.

Colombia se enfrentó en la semifinal del torneo a Brasil, que entre otras, ya tenía a Dunga en nómina. Los dirigidos por Jorge Luis Bernal formaron con Hernán Torres; la zaga «familiar» compuesta por Alfredo González, Miguel “Fercho” González, Víctor González Scott y Ceferino Peña; en el medio Néstor Pizza, Wilson Rodríguez, David Gruesso, César Calero (reemplazado por el gran Dorian Zuluaga); Adelante Armando “Pollo” Díaz (quien fue reemplazado por otro nombre granado: Hernán “La Chichigüa” García) y Orlando Maturana.

El encuentro en los 90´había quedado 1-1 y por penales fue que Colombia pudo encontrar la final de fútbol de los Odesur

Ese mismo día Campo Elías Delgado, ex combatiente de Vietnam hacía un recorrido sangriento por Bogotá acabando con la vida de 29 personas, entre ellas la de su propia madre, e inmortalizando el nombre del Restaurante Pozzetto. Fue esa noche, la del gol de Ceferino que el nacido en Chinácota (Norte de Santander) gestó una de las tragedias más escabrosas de la ciudad.

¿Y el humor? Mientras Ceferino gritaba victoria y Pozzetto se convertía en un campo de batalla, se emitió una de las tantas ediciones del Show de Jimmy. Y justo, el sketch elegido para esta jornada tan variable fue “Debajo de mi camión», parodia de “El Higuerón”, canción del Binomio de Oro con fecha del 4 de diciembre.

Fue una fecha que encerró todo lo que a veces somos capaces de ser.

http://www.youtube.com/watch?v=_g-_UlTv0dI