Al mejor estilo de las edificantes y educativas campañas realizadas en los Simpsons con los «Cigarrillos Laramie», un deportista de alta competencia se prestó para ser imagen de la famosa marca de cigarrillos Lucky Strike.
Pero no fue cualquier Edison Suárez, Einer Viveros, Juan Carlos Guazá Lucumí o Sebastián Alderete el elegido por la tabacalera para que fuera su imagen oficial. «La saeta rubia» Alfredo Di Stéfano, considerado como uno de los mejores jugadores en la historia del fútbol de todos los tiempos, posó donairoso, con ese bello halo nostálgico de los futbolistas de antaño, más bohemios que deportistas (y por tanto, parece que de mejor calidad), con el faso en la mano diciendo a los cuatro vientos que Lucky Strike era su tabaco predilecto.
Hoy, esas poses tan bellas estilo «Charro» Moreno (crack, fumador y chupador) o ésta que acompaña estas líneas, parece que son parte del pasado. No porque se hayan erradicado: siguen chupando, fumando y jugando. Pero no en avisos de publicidad, sino en Pachanga & Pochola.
¿Dónde quedó el garbo, señores?
Imagen cortesía www.museovintage.com.