El fallido truco playero de Rubén Cuevas

Habría que ser el inspector Ruanini -inmortalizado en «Sábados Felices por Carlos «Mocho» Sánchez»- para poder revelar el misterio que envuelve esta imagen en la que nuestro mítico y apreciado Rubén Cuevas tiene atrapado en el caucho de su pantaloneta su documento de identidad.

Dicen los que conocen los pasillos húmedos de los camerinos del estadio Olaya Herrera que un día Cuevas se fue a jugar un partido importante con su «Olaya-Millonarios» enfrentando a «Lácteos Montaña y Fandiño» en uno de esos lindos clásicos que se ve en el suroriente entre diciembre y enero.

Ese día Rubén olvidó llevar su tula deportiva para guardar sus implementos personales y a falta de lockers y casilleros en los vestidores del Olaya, tuvo una brillante idea: le pidió de urgencia unos guayos a un compañero y acudiendo a un truco playero, usó sus inseparables tenis «pisahuevos» para guardar tres billetes de quinientos pesos, las llaves de la casa y su cédula en la punta del zapato. Ahí ningún ladrón iba a buscar, eso era seguro.

Todo fue negro esa tarde: como Cuevas acostumbraba atajar con sus «Pisahuevos» jamás se pudo acostumbrar a los guayos adidas Beckenbauer talla 36 que le prestaron. Calzando 42, no podía saltar ni caminar el área; le metieron cinco. Triste, regresó al camerino y se dio cuenta que sus amados Croydon habían desaparecido y con ellos, los 1500 pesos, las llaves que tenían el llavero con la leyenda «¿Dónde dejé las hijueputas llaves?» y sus papeles.

Por eso nunca más volvió a dejar su cédula abandonada. Y mucho menos sus pisahuevos. Y cuando iba al Rodadero dejaba sus pertenencias en el hotel o llevaba colgado al cuello el tubo-monedero color flúor, ese que no deja mojar los billetes..

Édgar Ramos

Lateral izquierdo, también conocido, vaya uno a saber por qué, como «el Apachurrado». Tuvo su cuarto de hora en el 2002 gracias a los 10 goles, la mayoría tiros libres de gran factura, que marcó en el año que fue el de su consolidación en el profesionalismo con la camiseta de Santa Fe (había debutado en 2001). Su precisión y efectividad en los cobros a distancia lograron que más de un fanático lo ubicara de primero en la línea de sucesión de Mao Molina, en una época en la que todavía se especulaba sobre el posible regreso a las toldas cardenales del volante paisa. El gran nivel mostrado en el 2002 le alcanzó para ser llamado a la selección que, dirigida por Pacho Maturana, disputó con más pena que gloria la Copa Confederaciones al año siguiente en territorio francés. Muy impactante debió haber sido su contacto con la cultura gala, pues lo cierto fue que al regresar nunca volvió a ser el mismo.

Su contrato no fue renovado comenzando el 2004, situación que lo obligó a tocar las puertas del Deportivo Pasto, luego las del Quindío, después las del Chicó, también las del Patriotas y por último las de Academia Compensar, club en el que se le volvieron a ver chispazos del talento mostrado en sus inicios, destellos que le sirvieron incluso para sonar como posible incorporación de Millonarios. Finalmente no concretó su paso a los azules de Bogotá, más sí a otros azules, los de Quilmes, el equipo argentino de segunda división. Allí permaneció todo el segundo semestre de 2008 para regresar a comienzos de este año como refuerzo del Bucaramanga. .

Joe Arroyo por Hilario Cuenú

Cuando un equipo está en la buena todo es permitido. Hasta que uno de sus defensas agarre la cámara de un programa deportivo y debute, en el camerino, como realizador audivisual. Esta es la historia del videoclip de este tema del gran Joe Arroyo, opera prima de Hilario Cuenú. Fue en los felices días que vivió Santa Fe a finales del 2000 poco antes del oscuro episodio que echó por el retrete la gran campaña de los entonces dirigidos por el amigo de esta casa Fernando «Pecoso» Castro. La cámara y postproducción de la pieza corrieron por cuenta del programa, gratamente recordado, «Sin amarillo azul y rojo» que ese año se emitió por el canal privado de Bogotá. Cuentan las malas lenguas que la experiencia ganada por Hilario le ha servido hoy para cubrir algunos sobregiros oficiando como director asistente en numerosas producciones de Radiola TV. Con la actuación estelar, directamente desde los balcanes, del bestiarísimo Bogdan Tomic como el onanista de la cortina de paja y desde Hollywood, Wesley Snipes..

"Tiene que echar el asiento bien para atrás"

En el fiasco de USA´94 todos pusieron su cuota, incluido el sector automotriz y Sofasa Renault, para ser más precisos. Esta ensambladora decidió subirse al bus de la desmedida euforia premundialista rifando entre los jugadores un Renault 9 un día antes del partido contra Palmeiras en Pereira. El feliz ganador fue el volante Harold Lozano, quien recibió su premio un día después en la pista atlética del Hernán Ramírez de manos del siempre polifacético joven Adolfo. Puede que por culpa de «Barrabás» Gómez, Lozano no haya podido desplegar todo su fútbol en el Mundial, pero al menos al regresar pudo pasar la pena en el garaje de su hogar en Cali encerrado varios días, quizás en compañía de una botella de brandy, en su R9 «nuevecito».
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Noticias de Saya

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Considerado por muchos visitantes frecuentes de esta página como un amigo más después de que una conmovedora crónica nos hizo copartícipes de su sueño, muchos quedamos con el afán de saber qué había sido de este tumaqueño andariego. Pues bien, después de una ardua búsqueda a cargo de la siempre eficaz unidad investigativa del Bestiario del balón, hemos hallado nuevo material. Se trata de una foto del equipo de segunda división de liga de 1987 (año de su arribo a la capital) en la que comparte formación con otros jóvenes valores como Luis Manuel Quiñónez, Álvaro «la Nigua» Torres y Jimmy Díaz y en la que su nombre aparece con una ortografía diferente a la de la crónica: Álvaro Salla. Tal cambio, según lo confirman nuestros sabuesos, obedeció a una torpe jugada de Álvaro en su terco propósito de instalarse en la casa de «Cheché» Hernández. Alguien le dijo «pues cambiáte el nombre y volvé a intentar». Obediente, Álvaro, valiéndose de un liquid paper, cambió la «y» por la «ll» y al día siguiente volvió a la casa de los Hernández: «que de parte de Álvaro Saya, pero dígale que Saya con y».

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La foto de carné

La imagen data de comienzos de 1987 cuando este joven delantero oriundo de Armenia desembarcó en Bogotá después de un año en Manizales acumulando experiencia. Recién llegado, tuvo que buscarse un lugar para vivir con la buena suerte de encontrarlo rápidamente gracias a los buenos oficios de Maria Ester, por ese entonces secretaria del equipo azul. El lío vino cuando de la inmobiliaria mandaron un formulario de registro de arrendatarios en el que pedían foto tamaño carné del arrendatario. Diligente, Maria Ester le pidió a Rubén una foto y este sacó una que guardaba en la billetera y que le había servido para la libreta militar:

Eficiente, Maria Ester la anexó al formulario y le pidió al mensajero que lo llevara. Horas después regresó asegurando que la secretaria de la inmobiliaria no había aceptado la foto tamaño libreta y que mandaba decir que en el formulario decía claritico que debía ser tamaño carné. Apenada, Maria Ester esperó a la mañana siguiente cuando se volvió a topar con Ruben para contarle lo sucedido. Algo sorprendido, pero dispuesto a colaborar, el entonces joven delantero escarbó otra vez en la billetera encontrando esta foto familiar que le entregó a Maria Ester no sin antes pedirle que la fotocopiara y se la devolviera, pues su pérdida podría acarrearle líos conyugales:

Conflictuada, Maria Ester recibió la foto, la fotocopió y se la devolvió. Después, recortó la cara del hábil puntero obteniendo el siguiente resultado:

Inmediatamente le pidió el favor al mensajero de que llevara de nuevo el formulario pidiéndole que le diera prioridad a esa diligencia pues uno de los fiadores estaba a punto de correrse. El mensajero, entendiendo lo urgente del asunto, en 15 minutos ya estaba en la inmobiliaria, pero con la mala suerte de que la secretaria (que según parece, sostenía una rencilla de vieja data con Maria Ester desde cuando ambas laboraron en el Inderena) se sintió ridiculizada al ver la fotocopia que llenaba el espacio reservado para la foto en el formulario. Con desdén le devolvió los papeles al mensajero, quien, preocupado, volvió a la sede administrativa azul con la mala noticia. Dispuesta a resolver este enredo a como diera lugar, Maria Ester se armó de valor, tomó el teléfono, llamó a Ruben Darío a su habitación del apartahotel América de Chapinero y le dijo: «lo siento Rubén, me hace el favor, usted ya está grandecito, se me pone saco y corbata y va y se me saca una foto de carnet. Si no me hace caso no lo ayudo más». Perplejo por un tono que no esperaba, Ruben Darío fue obediente al Casa Color de Chapinero y el resultado fue la foto que obtuvimos en exclusiva gracias a un informante que labora en la inmobiliaria en cuestión, hoy en liquidación. .

JFK-DMG

¿Si Oliver Stone se decidiera a hacer la película de DMG a quién escogería para hacer de David Murcia?
Franky Oviedo – 206
Manuel Galarcio – 278
Juan Fernando Leal (con peluca) – 110
«La Moña» Galvis (dejando la moña, pero con máscara de látex) – 70
Dayro Moreno – 118
Lucas Jaramillo (por lo de las luca$) – 26
Total de votos: 808

¿Si Oliver Stone se decidiera a hacer la película de DMG a quién escogería para hacer de David Murcia?

Franky Oviedo – 206

Manuel Galarcio – 278

Juan Fernando Leal (con peluca) – 110

«La Moña» Galvis (dejando la moña, pero con máscara de látex) – 70

Dayro Moreno – 118

Lucas Jaramillo (por lo de las luca$) – 26

Total de votos: 808

Por esto Quintabani anda embejucado…

Agradecimientos: Press riot.

Robayo, aunque tiene un pedazo de la camiseta número 9, no puede detener al delantero. Milton Patiño, de buzo amarillo, hace mala cara por su flojo manotazo en Neiva. Abajo, con el 3, Gerardo Bedoya, a pesar de sus iluminaciones y enjundia en la cancha, le es imposible detener solo a 11 rivales. Iván Hurtado, con retazo en la mano izquierda, hace mala cara por sus errores.
Marinelli mientras que sus compañeros sufren, se mide la pantaloneta azul para ver si sí es de su horma y arriba, al extremo, Casierra, blancuzco, pálido, no entiende cómo todos los adversarios le ganan la espalda…

Esta es la actual nómina de Millonarios. Por eso Quintabani anda bejuco. Porque su defensa es un ¡Plop! permanente….

Manuel Abreu

Delantero uruguayo de diluida efectividad y sospechosa trayectoria en clubes charrúas como el Tacuarembó, Deportivo Colonia, Liverpool, Racing y Wanderers, además de una incomprensible aparición en aquella selección uruguaya sub campeona en el mundial juvenil de Malasia 97. Tuvo a mal recalar en aquel Santa Fe del segundo torneo del 2007 que fue armado para fracasar (lográndolo de manera rotunda) por el entonces presidente Báez y en el que sobresalían figuras de la talla de Nondier Romero y Killian Virviescas.

El bajísimo perfil con el que arribó al país contrastaba con la gran expectativa de la parcial santafereña que asociaba a Manuel Abreu con su paisano, tocayo y colega delantero Sebastián Washington Abreu, ese si con fino olfato goleador y momentos de auténtica gloria en varios equipos allende las fronteras de su país. Instalado en la capital y una vez participe de la disciplina cardenal al mando de Pedro Sarmiento, nuestro buen Manuel no logro insertarse en la nomina inicialista hasta muy avanzado el campeonato y de vez en cuando entraba algunos minutos solo para demostrar que su romance con el arco era un periódico de ayer y que sus condiciones dejaban mucho que desear ya que físicamente nunca logro el punto. Tal era la situación que de manera socarrona se rumoreaba en las tribunas del coloso de la 57 que Manuel tenia el quiebre de cintura del mismísimo Stephen Hawking y el olfato goleador de un afectado por el colombianísimo ‘’abrazo del pato’’.

Con la vergüenza de quien se sabe ‘’culpable’’ Abreu siempre se mostro mas que amable con la prensa capitalina y no desperdiciaba oportunidad para justificar su lamentable desempeño en los eso si muy pocos minutos en los que tuvo la oportunidad de jugar. Para la muestra un botón de sus peregrinas disculpas luego de una tarde aciaga y en donde Manuelito destilo torpeza en cantidades industriales ante un ‘’siempre difícil’’ Deportivo Pasto en el Campin:

•¿Qué balance hizo luego de su presentación ante Deportivo Pasto en El Campín?
– Cuando se erran goles el balance nunca es bueno, pero estoy tranquilo porque dejé todo dentro de la cancha. Y si bien a la suerte hay que ayudarle, también tiene que acompañar un poco. Desperdicié un gol y me anularon otro, que era lícito; el fútbol es así.

•¿Cree que el arco está cerrado para usted?
– El arco se cierra y el arco se abre, son momentos en los que hay que ser maduro para saber enfrentarlos.

•¿Viene el clásico, a este paso le puede alcanzar a Santa Fe para ganarlo?
– Por supuesto que le alcanza, Santa Fe es un equipo grande que tiene que sacar fuerzas de donde no tiene.

•¿Cómo está la motivación para enfrentar el clásico?
– Con sólo decir la palabra clásico ya la motivación está presente.

Nótese la terrible bomba de humo que lanzo en la última pregunta. Nótese también la forma como, fiel al proceder de casi el 90% de los refuerzos extranjeros que por desgracia e ignorancia nuestros recorridos dirigentes contratan temporada tras temporada, el buen Manuel Abreu deleito a la parcial capitalina con una ’’performance’’ digna de un amateur en el por demás bizarro futbol colombiano (un punto muy alto………………..o muy bajo según el cristal con el que se le mire). El caso es que su paso por el Cardenal solo sirvió para medrar las exiguas arcas de la institución y condimentar una terrible campaña quedando por fuera de los cuadrangulares finales con novelón incluido protagonizado por del D.T Pedro Sarmiento y su conocida frase: ‘’Yo no me voy ’’ acto seguido de un grotesco interinato cortesía de un técnico de la casa: el ‘’profe’’ Leyva y la institucionalizada ‘’poda’’ de fin de año en la que por demas esta decir que Manuel fue la primera victima.
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