Jaime Foxx

Las soleadas playas de Necoclí se parecen en algo a los polvorientos caminos de Texas. Además de ese calor insoportable, que se pega a la ropa y hace transpirar a garrafones, tienen a un par de hijos que podrían ser gemelos separados al nacer.

En Estados Unidos, Eric Marlon Bishop creció como un cantante de R&B que con los años tomó el nombre de Jamie Foxx. Se hizo reconocido en el mundo por ganar un Óscar por representar al músico Ray Charles. Pero sobre todo, por tener un hermano gemelo futbolista.

Lejos, en Colombia, Carlos Alberto Díaz «Bishop» salió de la costera población de Necoclí en un bus hacia Medellín en busca de cumplir su sueño: ser futbolista. Lejos del hip-hop y de Kanye West, más cerca de el vallenato y Los Chiches, Carlitos dejó a su familia en Urabá y se hizo jugador profesional.

Empezó en las reservas de Nacional, pero de un momento a otro desapareció del mapa (¿Sería para la grabación de Un domingo cualquiera, de Oliver Stone?). Volvió al escenario, digo, a la cancha, para ser campeón con Nacional en 2005, con gol incluido, que le valió el trofeo (o la estatuilla) al mejor jugador de la cancha.

Un par de años más tarde sigue en las canchas, pero con prolongados periodos de suplencia (o de grabación). .

Clase turista

Por cosas del destino, las delegaciones de Argentinos Juniors, la Selección Colombia y el América de Cali, se encontraron en un vuelo con ruta Cali-Bogotá-Cali-Lima-Huaral-Antofagasta-Santiago-Mendoza-Buenos Aires… No importó que algunas rencillas producto del primer encuentro de la final de la Copa Libertadores de 1985 no se hubieran cerrado en el campo de juego y fue así como JJ López, ex ídolo de River Plate y en esos tiempos integrante del club de La Paternal (en la foto, de negro), decidió echarse un motoso corto.

Los demás integrantes del vuelo le siguieron la corriente aunque fueron menos discretos. Battaglia, por ejemplo no pudo jugar con maestría el juego de revancha en Buenos Aires, producto de una tortícolis que minó sus capacidades. Falcioni fue apartado del grupo principal por sus fuertes ronquidos, al igual que Enrique Esterilla. Víctor Luna fue objeto de burlas porque dormido, y con su forma de pelo, parecía “Un muñeco de lego”.

Y claro, Juan “El martillo” Penagos, con corbata descachalandrada, tuvo que ser despertado por agentes de seguridad que inspeccionaban el avión… en Lima, Perú.

América no quiso pagar el viaje de regreso de Penagos por lo que al “Martillo” le tocó echar quimba hasta Cali.

Y los dirigentes americanos (ellos en primera clase) también se durmieron cuando sus pares de Argentinos programaron el tercer partido que definiría al campeón apenas dos días después del segundo encuentro y justo en Asunción, una cancha en la que pocas veces Colombia ha podido ser grande.

Imagen cortesía de enunabaldosa.
.

¿Todo bien, todo bien?

En el primer semestre de 1994 este rincón de Suramérica vivió una días de euforia que hoy es «boccato di cardinale» para especialistas en fenómenos de histeria colectiva. Cortesía del 5-0 con el que Colombia derrotó a Buenos Aires en septiembre de 1993 y de una seguidilla de triunfos contra rivales tan exóticos como la «selección Centroamérica», los colombianos creímos por un momento que los partidos del mundial serían un mero formalismo y que la Copa Mundo ya tenía dueño y le sería entregada al «Pibe» Valderrama el 17 de julio, día de la final en Los Ángeles. Pues bien, quiso el destino que por los mismos días en que se discutía quién sería el subcampeón del mundial, la campaña para la Presidencia para el período 1994-1998 estuviera en su recta final con dos candidatos, Ernesto Samper y Andrés Pastrana, enfrascados en un frenético «cabeza a cabeza» electoral.

Como buenos hermanastros que siempre han sido, la política y el fútbol supieron leer los signos de los tiempo, aprovechar la coyuntura y darse la mano en un momento en este momento crucial. El resultado fueron estas dos cuñas que se emitieron en el intermedio del partido Colombia-Rumania, pocas horas antes de la primera vuelta y cuarenta y cinco minutos antes del triste final de un bello cuento de hadas.

Bonus track: La grandilocuencia del «Gol gol de Colombia», Jairo Moncada Cortés y el optimismo en claro fuera de lugar del joven Adolfo..

Raúl Pinilla

Tal como el fútbol, el cine también tiene su serie B. Para el caso colombiano, sería imperdonable hablar de cine «Serie B» sin profundizar en la obra de Jairo Pinilla, director de largometrajes, hoy de culto, como «27 horas con la muerte», «Área maldita» y «Funeral siniestro». Pues bien, sin tener aún muy claro de qué tipo es el vínculo entre el apellido Pinilla y el fascinante mundo de lo B, hay que decir que si hay un futbolista que sea símbolo de la primera B, al menos en Bogotá, este es Raúl Pinilla, calidoso volante de creación que surgiera de las divisiones inferiores de Millonarios a finales de los noventa que por esos misterios que abundan en el fútbol y en los que no es bueno ahondar, esta es la hora en que sólo ha podido desplegar su talento en la serie B de nuestro rentado.

Contemporáneo de otros que con mayor o menor suceso supieron beber de las mieles del profesionalismo serie A como Gustavo Quijano, Freddy «El pirry» Castañeda y César Rodríguez, a Pinilla le ha correspondido cursar una maestría en paradores rojos, canchas con altorelieve y baños de gato al terminar los partidos. Todo esto, pan de cada día en la primera B, categoría que lo acogió después de que vio como se le cerraban las puertas en el club donde se formó y que hoy es reconocido en todo el mundo por los centenares de jóvenes valores que han pasado por las narices de sus miopes cazadores de talentos.


Pinilla, en sus años de promesa azul

De su trayectoria en la antigua Copa Concasa debemos resaltar que su buen desempeño en ese efímero y floripondio proyecto llamado Unión Soacha, le sirvió para ser llamado como refuerzo de Seguros La Equidad, primero para el tradicional hexagonal del barrio Olaya y después para su debut en la categoría de ascenso comenzando el 2003. Con la Equidad, trise ironía, estuvo hasta el día en el que este equipo consiguió su ascenso a la primera división. Con algo de justo desasosiego a cuestas, aterrizó a comienzos de 2007 en Academia FC, en donde supo aportar su talento al de jóvenes promesas como Ricardo Laborde y llevar al «equipo mandarina» a la final del primer torneo, instancia en la que se hizo presente con un gol en Envigado en el partido de vuelta.

A esta altura de su carrera, es de verdad un misterio apenas comparable con el de la fórmula de la pócima que le permitió al protagonista de «27 horas con la muerte» resucitar después de un día y unas horas en el más allá, la razón por la que este buen jugador no ha podido abandonar la serie B. No es en todo caso un tema de talento, que le sobra, y hay que decirlo, tiende a escasear en su pariente cineasta. Por lo pronto, y en esto si coincidiendo la obra de Jairo, Raúl va en camino de convertirse en un auténtico futbolista de culto. .

Adivine el personaje

¿Quién es nuestro intrépido boy scout?

Adivine y participe en el sorteo de media de aguardiente y un pollo asado en compañía de Juan Topo.

-Crédito del barrio Castilla
-Debutó en 1985
-Reconocido goleador.

Cartagena-Neón-2006

La próxima vez que tilde de «vistoso» a un atuendo de un equipo de fútbol, antes de emitir cualquier juicio deberá tener en cuenta el amarillo verdoso fluorescente que lució el Real Cartagena durante algunos partidos del segundo semestre del 2006.

Este diseño, de considerable voltaje y cortesía de la casa ítalo-panameña Lotto, logró, valga la redundancia, dar a luz todo tipo de mitos en torno a los usos y efectos de su luminosidad. Por ejemplo, expertos que se pusieron en la tarea de comparar cifras, aseguran haber detectado un inexplicable aumento en el número de pacientes con daños severos en la córnea atendidos de urgencia en la Clínica Barraquer justo el día en que el Real lució este uniforme contra Santa Fe en Bogotá. Por otro lado, dice también la leyenda que más de una vez cuando fue utilizado en partidos nocturnos, la terna arbitral y el comisario de campo consideraron hasta último momento la posibilidad de prescindir para esa noche de la iluminación artificial. Menos mal hubo quien les explicara el tema de fluorescencia y les aclarara que el brillo de los uniformes sólo alcanzaría para 30 minutos de luz, luz día, claro está.

.

Soy Bestiarista

El Bestiario del balón quiere fortalecer los lazos de unión y amistá de nuestra comunidad de autoayuda. Para esto pone a disposición de sus miembros los siguientes logotipos oficiales para que sean incorporados -con su respectivo enlace- a su página, blog, myspace, icq, comic chat, irc, etc. etc. Una vez los hayan añadido, nos pueden informar a [email protected] para nosotros a su vez incluir su espacio web en nuestro listado de enlaces recomendados.

Logo grande 400×324(hacer click en la imagen, después click secundario y «guardar imagen como…»):

Logo pequeño 180×146. Hacer click secundario sobre la imagen y «guardar imagen como…»

.

Soluciones, no problemas

¿Cómo debe reaccionar la Federación ante la decisión de la FIFA de prohibir partidos a más de 2,500 m.s.n.m.?

Option Votes %
Presentar un certificado chimbo del A. Codazzi 188 33.6
Jugar en Barrancabermeja a mediodía 163 29.1
Optar por el Enilse López de Magangué 24 4.3
Improvisar un estadio en un socavón del relleno de Doña Juana 21 3.8
Mandar de urgencia a Don Berna y a Jojoy a Zurich a ver qué se puede hacer 125 22.3
Proceder a adecuar el Campín 39 7
Total votes: 560

Option Votes %

Presentar un certificado chimbo del A. Codazzi 188 33.6

Jugar en Barrancabermeja a mediodía 163 29.1

Optar por el Enilse López de Magangué 24 4.3

Improvisar un estadio en un socavón del relleno de Doña Juana 21 3.8

Mandar de urgencia a Don Berna y a Jojoy a Zurich a ver qué se puede hacer 125 22.3

Proceder a adecuar el Campín 39 7

Total votes: 560

Valladolid 1991/1992

Los dirigentes vallisoletanos quedaron absolutamente encantados con la primera temporada de Francisco Maturana al frente del Real Valladolid, un club humildón y sin aspiraciones que, de la nada, se ubicó en el noveno lugar de la clasificación general de la temporada 90/91. Fue tanto el suceso de este equipo que estuvo a tres puntos de coronar Copa Uefa. Aunque curiosamente el Valladolid, a pesar de su buena posición en la liga, quedó con un -2 en diferencia de gol (hizo 38 en 38 fechas y le anotaron 40)

Queriendo hacer una «Selección Colombia albivioleta» la dirigencia del club transplantó la columna vertebral del combinado colombiano que había brillado en Italia `90 para pegarla a su organismo: René Higuita, Leonel Álvarez y Carlos Valderrama iban a ser las fichas claves de este conjunto, que ya soñaba con entrar a una Copa de Campeones de Europa. También se sumó como preparador físico Diego Barragán.

Si bien Leonel arribó primero al José Zorrilla y se adaptó a las mil maravillas, no fue tan así con el crack de Pescaíto y el mejor arquero líbero del mundo. Goles idiotas, displicencia a manos llenas, captura de gónadas al símbolo más importante de nuestro fútbol en pleno Santiago Bernabéu y descenso pisando fuerte por la casa violeta fueron las consecuencias de esta «Colombia connection».

Higuita y Valderrama terminaron banqueados y el Valladolid perdió la categoría al ocupar el puesto 19 entre 20 participantes. Entre sus peores resultados se recuerdan un 0-6 en contra como local, un 1-4 ante el Valencia, también en Valladolid, y un 5-1 ante Atlético de Madrid.

Maturana, tres años después, recaló en el Atlético de Madrid, con campaña similar….

Wesley Snipes

Intermitente, jugador de quince minutos, rachero, irregular, son calificativos que injustamente han recaído sobre el popular actor norteamericano que en Colombia decidió adoptar la identidad de Jair Benítez para poder dedicarse a la que es su verdadera pasión: el fútbol soccer. Mundialmente famoso por su participación en producciones como Blade (en sus tres versiones), One Night Stand, Pasajero 57 y el Fugitivo en su segunda versión, Snipes debió antes de comenzar con su doble vida tomar cursos intensivos de la lengua de Cervantes hasta que logró dominarla a la perfección –llegando incluso al nivel de sazonarla con un diáfano acento valluno– para poder pasar a finales de la década de 1990 como un jóven lleno de ilusiones que llegaba a hacer realidad su sueño a las inferiores del Envigado F.C.


Snipes, con maquillaje, en su verdadero lado B

Haciendo gala en la cancha, en hoteles y en aeropuertos, de sus notables dotes actorales, Snipes ha cumplido en Colombia dos sueños: el de ser futbolista profesional y el de representar un personaje lejos de las cámaras en la vida real. El desgaste propio y natural de una doble vida de este voltaje, con minímo tres viajes semanales Los Angeles-Bogotá-Cali ida y vuelta, salidas de afán del set de grabación directo al avión para jugar en Neiva un domingo por la tarde y después volver el lunes siguiente a compartir escena con las más reconocidas figuras del cine mundial, no podía sino traducirse en un desempeño con toda suerte de altibajos en el gramado. Sin embargo, este complicado ritmo de vida no ha sido en ningún momento más fuerte que el ímpetu del norteamericano, que ya le ha anunciado a amigos y familiares que su sueño es, en junio de 2010, amanecer en Los Angeles, jugar un picado en Sudáfrica al mediodía y rematar la jornada con un delicioso champús en la plaza de Candelaria, municipio que, quizás a la fuerza, ha aprendido a querer como a su Orlando natal.

Gracias, fernandao..