Contribución: Abra
Ubicado en el sur de Itagüí, , su nombre se debe a que está ubicado en la otrora hacienda Ditaires (antigua finca de Diego Echavarría, industrial Antioqueño.
La historia del máximo escenario deportivo de los Itagüiseños se remonta a 1992, año en que comenzó la construcción del parque recreativo de Ditaires, complejo en cuyos predio está ubicado el estadio. En 1994 se inaugura con el pomposo nombre de “Metropolitano Ciudad de Itagüí”, el estadio que con el tiempo se conoció con el nombre de “Ditaires”. Con una capacidad para albergar 12.000 espectadores cuenta además con cinco palcos con aire acondicionado, ocho cabinas para radio y televisión, alojamiento para concentraciones deportivas, pista atlética de 8 carriles en material homologado por la Federación Nacional de Atletismo y un gramado con las mejores especificaciones técnicas y de drenaje. Estas credenciales le permitieron a sus constructores asegurar en su momento que el de “Ditaires” se contaba entre los estadios más modernos del continente.
Desafortunadamente, tantos pergaminos de poco han servido pues su estado actual lo tiene más cerca de erigirse como “elefantes blancos” que como templo del fútbol antioqueño. Por esta misma senda encontramos al “Complejo ecológico y deportivo Ditaires” hoy abandonado, con piscinas sin agua y toboganes sin mantenimiento. De ecológico sólo quedan sus áreas verdes que más parecen una estepa africana poblada por fieros roedores y los desechos “biodegradables” que engalanan su predios mientras que de deportivo quedan los espontáneos carrerones de desesperados ciudadanos que lo utilizan como improvisada vía de escape ante el asedio de los amigos de lo ajeno.
Panorámica de la entrada. Es evidente el deterioro de la pintura exterior.
En cuanto a su pedigrí deportivo, el también llamado “Coloso de Itagüí” fue la casa de un equipo que trasegó muchos años por la categoría “B” del competitivo rentado profesional Colombiano sin haber partido en dos la historia de la antigua “Copa Concasa”. De esta escuadra hay que decir que era poseedora de un extraño gusto por estar cambiando de nombre cada fin de año. Hablamos del Itagüí fútbol club, o el Deportivo Antioquia, o el Deportivo Industrial de Itagüí o el Itagüí Florida Soccer. Muchos nombres distintos para un solo equipo verdadero…
Aspecto exterior de la fallida (hasta hoy) estructura de la tribuna oriental. Proyecto que aún no se concreta.
Retomando el tema de su lamentable estado actual, podemos añadir que esta obra en la cual se invirtieron cientos de millones de pesos, hoy no le presta ningún beneficio a la comunidad. Dicen las malas lenguas que fue construido de una manera inconsulta y que no fue el resultado de ningún sondeo para satisfacer las necesidades de la comunidad del municipio. Otros insisten en que mejor hubiera sido destinar esa platica para un hospital. Se podrán decir muchas cosas, lo único cierto es que ahí está el que alguna vez fuera uno de los estadios más modernos de Suramérica. Hoy el escenario es sede de esporádicos entrenamientos del DIM, de encuentros eucarísticos, conciertos musicales, de las practicas de los estudiantes de educación física del Politécnico Jaime Isaza Cadavid y de las olimpiadas especiales del municipio de Itagüí en las que toman parte personas que sufren retardo mental leve o moderado, inclusive con síndrome de down. Sin embargo, hay un uso que prevalece sobre los citados y es el de bodega y parqueadero municipal.
Aspecto interior de parte de la tribuna occidental con los jugadores del DIM posando para el Bestiario del balón.
También allí tiene asentamiento un proyecto deportivo y social encaminado a preparar, física, personal e intelectualmente a los futbolistas del departamento y del país. Hablamos de “Sueños del balón”. Sobre sus logros, basta consultar a cualquier hincha del “Poderoso de la Montaña”. Figuras como Francisco Maturana, Hernán Darío Gómez y Juan José Peláez trabajan en equipo para que este programa, que tiene la sede en el Estadio Ditaires, sea todo un éxito. Lo anterior para dejar constancia de que, contrario a lo que dicen por ahí los habladores, si ha sabido dar sus frutos la cuantiosa inversión que hace más de diez años hiciera la alcaldía de este municipio del Valle de Aburrá.
No podemos terminar sin aclarar que al momento de escribir este articulo, supimos que el Municipio de Itagüí aprobó las partidas para la reactivación del parque ecológico y deportivo Ditaires. Desde ya hacemos votos para que estos recursos no terminen alimentando sueños del balón.
En los bajos del costado norte del estadio se encuentra el “cuarto de San Alejo”. Lugar perfecto para almacenar los cachivaches sobrantes de la época decembrina..