Otra vez el Once Caldas y sus problemas de indumentaria. Sólo que esta si fue, literalmente, mundial. Ocurrió a finales del 2004, cuando en calidad de campeones de América, a los de Manizales les correspondió disputar contra el Porto de Portugal la última Copa Intecontinental de Clubes. Faltando pocas semanas para el partido, la directiva del Once convocó a una rueda de prensa en Bogotá para presentar la camiseta que luciría ese día en Yokohama. Creyendo ser muy astutos, los directivos manizaleños decidieron sacarle el máximo provecho posible a este pantallazo consiguiendo patrocinadores diferentes al habitual (Cerveza Poker). En consecuencia, en la «percha» presentada con mucho bombo ese día, incluía también el logotipo de la Federación Nacional de Cafeteros (en la espalda, sobre el número) y el de la empresa de telefonía celular Bellsouth (a la altura de los hombros, sobre las mangas).
No sabemos si ya se habían cobrado los cheques o si, para fortuna de los patrocinadores, el pago por concepto de «patrocinio intercontinental» no había sido autorizado, cuando minutos antes de saltar a la cancha se le notificó al Once que el sponsor principal del evento, Toyota, sólo autorizaba la presencia un patrocinio en las camisetas de los equipos que disputarían la copa. Esto en un acto de generosidad, pues no sobra recordar que durante mucho tiempo no se aceptó ningún logo en las camisetas de los campeones de Europa y América. Ante la férrea negativa de los nipones a aceptar una excepción, el departamento de utilería del Once no tuvo más remedio que correr a la papelería más cercana al estadio para proveerse de sendos marcadores imborrables y proceder a colorear de negro los patrocinios que con mucho esmero habían sido estampados en el uniforme FSS. En Colombia, entre tanto, directivos de ambas empresas averiguaban con insistencia el número de los palcos del estadio de Yokohama.
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