En 1998 Colombia asistió a su cuarto mundial y el tercero de forma consecutiva. Después del fracaso en USA’94 cualquier cosa que sucediera en Francia sería bien recibida. Fue quizás por esto que la derrota inicial 0-1 contra Rumania -en Estados Unidos este mismo rival nos había empacado tres- no generó llanto ni crujir de dientes- Tampoco afectó la moral de algunos integrantes del equipo que decidieron más bien celebrar el progreso alcanzado con importantes dosis de licor combinadas con el cariño de bellas lugareñas. Gestor de estos desmanes fue Faustino «Tino» Asprilla, quien, una vez puestas en evidencia sus andanzas, fue expulsado de la selección en un hecho tan atípico en la historia de los mundiales como el gol olímpico de Marcos Coll.
Para fortuna de la afición, tan mentado episodio fue registrado por las cámaras de «El siguiente programa», recordado espacio de humor a cargo de Martín de Francisco y Santiago Moure. Diez años después, el Bestiario del balón, fiel a su misión de recopilar la memoria de nuestro fútbol, desempolva para sus lectores la versión más confiable de lo sucedido en el seno del equipo del «Bolillo».
Gracias, Curramaba. .